"(...) Ha habido un despertar de la conciencia de ciudadanía
en Cataluña, conciencia reprimida largos años por el monolitismo
hegemónico del nacional-catalanismo. Nada era posible fuera del
pensamiento políticamente correcto: el catalanismo entendido como una
realidad homogénea.
Se vio hace tiempo que dicho cambio debería venir por la izquierda,
pero tales expectativas se frustraron bien porque lo nuevo se derechizó
(Ciudadanos) y las izquierdas oficiales, clásicas (PSC/PSOE) o de nuevo
cuño (Podemos/Comuns), persistieron en el error de mantenerse en el
redil, marcando ligeramente las distancias pero sin contradecir la
máxima, respetando la hegemonía del nacionalismo. (...)
Las manifestaciones del 8 y 29 de octubre, contrarias a
la independencia y favorables a la unidad fraterna entre españoles, han
sacado a la luz pública a una Cataluña ignorada y olvidada por el
nacionalismo, pero no solo por éste; los partidos de ámbito estatal no
han parecido preocuparse mucho (¡nada!) de esa Cataluña en los últimos
años.
A cambio de pactos puntuales, han usado los derechos de los
catalanes como moneda de cambio para sus intereses partidistas. La
educación y la sanidad en Cataluña son y han sido rehenes, junto a los
medios de comunicación públicos, del proyecto de asimilación identitaria
nacional-catalanista. Bien en forma de Pujolisme o bien en forma de Procés.
Los partidos estatales, no solo PP y PSOE, también
Podemos y sus confluencias, hablan siempre de negociar con los
nacionalistas. Pensarán que ellos nos representan, pero la realidad no
es ésa, dado el mercadeo que con nuestros derechos han hecho.
Hay quienes se quedan con una lectura superficial y/o
interesada afirmando que todos los manifestantes de esos dos días son
del PP o Ciudadanos. La realidad es que, dichos partidos han pretendido
copar mediáticamente ambos actos.
Pero dentro de los que han tomado la
palabra en los actos finales destacan dos inequívocos representantes de
la izquierda: Carlos Jiménez Villarejo, el día 8, y Paco Frutos, el 29.
Ambos han salido a la palestra dando voz a la Izquierda No Nacionalista.
El Foro de las Izquierdas No Nacionalistas pretende
agrupar a todos aquellos que piensan que la izquierda no puede continuar
haciendo el juego al nacionalismo, que esto no puede seguir así. Que es
hora de romper lazos con proyectos tan insolidarios.
Que la sociedad
catalana tiene otras prioridades que no son ni la independencia ni un
referéndum, pactado o no, para la misma. Que salir de la crisis, crear
empleo, redistribuir la riqueza, poner la economía al servicio del bien
común, son prioritarias en Cataluña y en toda España y eso solo es
posible desde un proyecto común, donde la identidad principal es la
ciudadanía fraternal.
Es tiempo de romper el actual statu quo en Cataluña. Nosotros no queremos volver a la situación de partida.
Es posible que al PP y al PSOE/PSC les interese una vuelta al
bipartidismo imperfecto que les asegura el cambalache con los
nacionalistas para gobernar España cediendo el gobierno de Cataluña a
los nacionalistas. No es nuestro caso.
Sabemos que el nacionalismo, pese
a las apariencias mediáticas, es sociológicamente minoritario en
Cataluña y que, merced a una ley electoral muy tramposa (la LOREG la
misma que se utiliza en las Generales en España y que beneficia el
bipartidismo), permite al nacional-catalanismo que con tan solo un
tercio de votos del censo se pueden hacer con la mayoría del Parlament.
Es tiempo de decir basta, es tiempo de presentar una alternativa de izquierdas no hipotecada al nacionalismo. (...)
Hay muchas gentes de izquierda que en las autonómicas
de septiembre de 2015 votaron a Ciudadanos para decir no al nacionalismo
y que en las generales de diciembre de ese mismo año y en las de junio
de 2016 apoyaron a En Comú-Podem para revindicar un giro social. Ver mi análisis sobre Nou Barris.
Existía la posibilidad de crear una alternativa donde
personas como Carlos Jiménez Villarejo y Paco Frutos fueran cabeza
visible de una renovación de la izquierda que no tiene miedo de hablar
de cambio social en Cataluña y en España. Y además existía la
posibilidad de tener representación. Hoy esa posibilidad se ha
frustrado. No hemos sido capaces de levantar una candidatura alternativa
de Izquierdas y No Nacionalista.
El proyecto de romper la hegemonía
política del nacionalismo, precisaba de esa candidatura, imprescindible
para recoger los miles de votos desencantados de la izquierda oficial.
Hoy ha vuelto a estrellarse por la falta de valentía y la estrechez de
miras del los partidos que debían acometer ese proyecto. (...)"
(Vicente Serrano. Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista
y miembro del Foro de las Izquierdas No Nacionalistas. blog, 02/11/17)
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