"Una semana de procés costó 31.400 millones
en depósitos a las entidades financieras. Éste es el balance que se
desprende de las primeras cifras oficiales que se publican al respecto
del Banco de España. Los depósitos de
clientes y administraciones públicas en Cataluña se redujeron de 184.734
a 153.335 millones de euros en el cuarto trimestre, un 17% menos. (...)
El grueso de este impacto es por la fuga de empresas, 3.000 según el último balance,
y por las cuentas espejo que abrieron muchos catalanes para protegerse
de la declaración unilateral de independencia (DUI), por el riesgo de
que sus depósitos dejaran de estar protegidos por el Banco Central
Europeo (BCE).
Según explican banqueros catalanes, la
mayor parte de este movimiento se produjo en la primera semana de
octubre, tras los resultados del referéndum ilegal y la tensión que
empezó a registrarse en bolsa con las cotizaciones de CaixaBank y Banco Sabadell.
Las dos entidades reaccionaron en cuestión de días
moviendo su sede a la Comunidad Valenciana. Lo hizo primero Sabadell, ya
que CaixaBank necesitó un real decreto exprés del Gobierno por no tener
a punto sus estatutos. Con ello estabilizaron la salida de clientes con
destino a otras entidades. Aunque el movimiento siguió a nivel interno:
clientes de una oficina en Cataluña abriendo cuentas espejo en otras
comunidades.
Sólo CaixaBank abrió 100.000 cuentas espejo,
en una tendencia que se trasladó al resto del sector financiero
catalán, no sólo las entidades originales de la comunidad. Sucursales de
BBVA, Santander y Bankia también tranquilizaron a sus clientes en
Cataluña con las cuentas espejo.
(...) los mayores beneficiados de la debacle de los depósitos catalanes fueron: la Comunidad Valenciana, que atrajo 7.217 millones; Andalucía, que captó 3.527 millones; Aragón, que consiguió 2.546 millones; y País Vasco, con 2.158 millones más." (Jorge Zuloaga, Vox Populi, 20/03/18)
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