" César Rendueles (Gerona, 1975) da clases de Sociología en
un escenario con estética pop revolucionaria de izquierda alternativa.
Es uno de los filósofos de mayor éxito entre las nuevas generaciones.
(...) P.– La crisis catalana está perjudicando a las formaciones de izquierda.
R.– El independentismo tiene un importante componente popular, que es
lo que explica que haya crecido tanto desde el inicio de la crisis. El
PP ha sido capaz de manipular el conflicto en su beneficio, alimentando
el frentismo entre gente de Cataluña y el resto de España que, en
realidad, tiene mucho que decirse. El resultado es un medioambiente
político que premia a los hooligans.
Quien ha desarrollado posturas
responsables y conciliadoras ha pagado el pato en términos electorales,
como Ada Colau. Aquí es clave la fractura generacional. Incluso dentro
del PP mucha gente menor de 40 años es partidaria de un referéndum
pactado. Y los votantes de izquierda de mayor edad tienden a estar más
cerca del frentismo del PP.
P.– La percepción es que ustedes apoyaban a los independentistas,
mientras surgía un movimiento ciudadano en defensa de la unidad de
España.
R.– Nada contribuiría más a desatascar las cosas como que la
izquierda consiguiera articular un proyecto de unionismo democrático y
no nacionalista. Que defienda sin complejos tanto el derecho a decidir
de los catalanes como la permanencia no impuesta de Cataluña en España.
Se ridiculiza a los independentistas por pretender proclamar la
independencia con el 50% en contra, pero tampoco parece sensato dejar
las cosas como están con el 50% a favor.
P.– ¿Por qué la izquierda política e intelectual tiene alergia a la
palabra España o a los símbolos nacionales, como la bandera?
R.–El otro día un historiador me explicaba que la construcción
colectiva de la idea de España había sido exitosa hasta principios del
siglo XX. En cualquier caso, eso se rompe con la Guerra Civil, cuando el
bando fascista se apropia del concepto de España y lo convierte en una
monstruosidad.
Pero es verdad que la izquierda nos hemos comportado con
una torpeza extraordinaria, regalando una herramienta ideológica
importante.
P.– ¿Torpeza o falta de una idea tan clara de España como la que tienen PP y Ciudadanos?
R.– Somos muchos los que tenemos que repensar nuestras posiciones. Yo
antes no hablaba de España, decía Estado español. Hemos de atrevernos a
encontrar la forma de incorporar la idea de España a nuestro discurso
sin que eso signifique conceder nada al nacionalismo español de
derechas.
Tenemos que construir una idea de España no nacionalista y
antiautoritaria. Los símbolos importan. No podemos permitir que la
derecha se apropie de algo que tiene una potencia simbólica tan grande.
La izquierda tampoco tiene un discurso sobre la familia. Decimos cosas
como que hay que destruirla porque es la semilla del patriarcado.
Pero
la gente no quiere destruir a la familia y por eso escucha a los que sí
tienen algo que decir sobre la familia, que suelen ser argumentos
reaccionarios y sexistas. Con la bandera pasa lo mismo. Mucha gente
aspira a algún tipo de identidad colectiva y los únicos que se la están
ofreciendo son los partidos de derechas. " (Entrevista a César Rendueles, Fundación para la libertad, 13/01/18)
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