15/11/17

Donde dije DUI... ahora digo 'independencia simbólica'... 'no estábamos preparados'... 'ya lo decía yo'... 'la culpa es de la CUP'...


"(...) 8- El domingo sucede algo raro. Clara Ponsatí --Consellera d'Enseyament; en Bélgica; proviene de ANC, es economista y es, me informan algunos economistas, una persona honesta-- explica que el Govern no estaba preparado para aplicar la indepe. Es decir, desde su desobediencia, en septiembre, no preveía la indepe como resultado ni paisaje.

 Es posible, por tanto, que todo fuera un cálculo electoral. También explica que no esperaban que el Gobierno reaccionara de forma “tan contundente y arbitraria”. Lo que da a entender que, o no calcularon que una DUI fuera respondida con toda la violencia de Leviatán --algo improbable, explicable únicamente por un autoconsumo notorio de propaganda--, o no creían que lo que estaban haciendo fuera una DUI.

También, por cierto, habla de “guerra sucia” y de “un asalto en un despacho” en el que arrebataron a un colaborador unos papeles. Lo emitido por Ponsatí es grande.

Habla de improvisación, hasta cierto punto de posible deshonestidad gubernamental, de fallo en el cálculo de correlación de fuerzas, de ausencia de trabajo --en cinco años-- para preparar un Estado, tal y como no se había dejado de comunicar. Nadie dice nada. En las Redes o en las alcachofas. (...)

9- Al día siguiente, lunes, mis cervicales tienen tanta vida propia que se han echado novia. Es modelo y actriz, como Tecé. Y prepara los huevos de esturión con chorizo como nadie. Por lo demás sucede otro hecho inaudito. 

El portavoz de ERC --empordanès, por cierto; "L'Empordà está repleto de iglesias con el campanario inacabado, lo que habla de un pueblo con mucha pasión, pero muy breve”, Pla dixit--, explica al mundo que, en efecto, el Govern carecía de preparación para implantar la República. 

Por primera vez, un partido procesista reconoce que no hizo nada de lo comunicado a lo largo de 5 años. Durante 5 años, la prensa pública y concertada local informó diariamente de que se estaban creando estructuras de Estado. No se han creado. Sólo se ha creado ese discurso propagandístico, que hoy, zas, desaparece, tras el empujón de Ponsatí.

10- El mismo lunes, varios medios publican el acta de la Mesa del 27O, día de la DUI. Tiene guasa. Guasa: una chica de la Mesa de ERC hizo constar qué tramos de la DUI se someterían a votación --se sometieron a votación los menos DUI--, y a su vez, hizo constar que quedara por escrito que lo votado no tendría validez jurídica.
 Lo que no se sabía es que fue de manera tan premeditada. Y que todo el mundo --toda la Mesa, más el PP y la CUP, que asistieron a la reunión de la Mesa como invitados--, estaban en el secreto. Eso último lo descubre Oriol Güell i Puig, a través de un hilo en Twitter en el que participa Anna Simó, la chica de ERC aludida.

11- Vamos, que todos los partidos del Parlament sabían que no había DUI, y que se trataba de una DUI, incluso, excesivamente fake para llegar a denominarse DUI fake. Y también lo sabía el PP. Es decir, el Gobierno. No había razón para el 155.

Por alguna razón, se aplicó el 155 de una manera tácita. Se entiende, por tanto, que JxS y el PP preferían el 155. El PP, gracias a él, veía reforzado su carácter imperial, y JxS su carácter de mártir. Ignoro por qué el resto de partidos no pusieron el grito en el cielo, ante esa estafa de DUI y ante ese 155 real, contundente e innecesario…

12- Ni los trolls de la política ni los de las Redes han abierto la boca de la cara desde entonces.

13- Ese mismo lunes, Le Soir publica una entrevista a Puigde. En al menos dos ocasiones, y sin ambigüedad, explica que la indepe no es el fin. Que hay intermedios, soluciones dialogadas con el Estado. Nadie dice nada. 

Salvo algunos trolls, que defienden que en realidad no ha dicho lo que ha dicho realmente. Lo que ha dicho realmente, por cierto, lo ha dicho en otras ocasiones. También lo ha dicho Mas anteriormente. Y hasta el gato. Ahora, por lo que sea --¿implosión?-- parece que todo el mundo lo ha oído. (...)·"       (Guillem Martínez, CTXT, 14/11/17)


"Donde dije DUI... Las palabras grandilocuentes, las frases impregnadas de solemnidad y las expresiones rimbombantes sobre la independencia empiezan a diluirse en el mundo soberanista. 

Y, además, ya reconocen públicamente algunos de sus dirigentes que no estaban preparados y que sabían que la independencia no podía hacerse efectiva.

El jueves pasado empezó ese giro en el mundo independentista dentro de los muros del Tribunal Supremo. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, acataba de repente ante el juez Pablo Llarena la aplicación del 155 y rechazaba la vía unilateral. Iba más allá y hasta sostenía que la declaración unilateral de independencia era un acto simbólico. 

Sí, sí, estas palabras venían de la máxima autoridad en la Cámara catalana, que había permitido la tramitación de las leyes de referéndum y de transitoriedad y que orquestó el Pleno, con votación secreta, en el que se aprobó la DUI. De hecho, ella misma fue la que leyó la parte expositiva de la resolución.

¿Una estrategia judicial? ¿El reconocimiento de una mentira? ¿Un nuevo relato del independentismo para el 21-D? ¿Sinceridad? ¿Cobardía? ¿Autocrítica? Desde luego, un paso atrás del independentismo en toda regla. No había mucha agua en la piscina.

PUIGDEMONT Y LA SOLUCIÓN ALTERNATIVA

En el nuevo capítulo de esta novela, a primera hora de este lunes España desayunaba con unas declaraciones del expresident Carles Puigdemont -adicto a los medios belgas estas semanas-. En una conversación con Le Soir, asevera que "siempre" ha estado abierto a aceptar "otra relación con España" y que todavía es "posible" una solución alternativa a la independencia.

Unas palabras del expresident en otra semana clave, al terminar el viernes el plazo para presentar las candidaturas para el 21-D y en la que intentará configurar "una llista del president" para concurrir a los comicios. Con la incógnita del nombre despejada: Junts per Catalunya. La marca PDeCAT cotiza a la baja. Además, el próximo viernes está citado, junto a los otros cuatros exconsellers que están en Bruselas, para una comparecencia ante el juez de primera instancia belga que debe decidir sobre la euroorden de entrega a España.

"¡Aún es posible (una solución distinta a la independencia)! Yo, que he sido independentista toda mi vida, he trabajado durante 30 años en obtener otro encaje de Cataluña en España", ha dicho en el periódico belga, donde ha dejado la frase: "Estoy dispuesto y siempre lo he estado a aceptar la realidad de otra relación con España". Unas declaraciones que los partidos constitucionalista han tachado de contradictorias.

ERC ADMITE QUE EL GOVERN NO ESTABA PREPARADO

En este paso atrás, en Barcelona se ha ido más lejos este lunes. ERC ha admitido que el Govern no estaba preparado para hacer efectiva la declaración de independencia ante un Estado "autoritario" y que, en su opinión, no tiene límites para la "represión y la violencia".

Esta confesión ha llegado a través del portavoz de ERC, Sergi Sabrià, que ha subrayado que tiene "pruebas claras" de que esta represión y violencia podían producirse, aunque no ha querido especificarlas. "Quizás no estábamos preparados, pero nunca quisimos poner en riesgo la vida de los ciudadanos", ha dicho este dirigente de Esquerra, que ha lanzado el mensaje de que JxSí tenía "una línea roja infranqueable, que era que no hubiese violencia y que el proceso fuese pacífico".

La idea de que no estaban preparados ya fue verbalizada también este mismo domingo por Clara Ponsatí, una de las conselleras cesadas que está en Bruselas. En una entrevista en RAC 1, la exresponsable de Enseñanza indicaba que el anterior Ejecutivo catalán no estaba preparado para aplicar la República ni "para dar continuidad política de forma sólida a lo que hizo el pueblo de Cataluña el 1-O".

 "Dar una respuesta a aquella acción contundente del pueblo es lo que no hemos sabido hacer de la manera más acertada", reconocía, y se justificaba en la "guerra sucia" del Estado.
Frases, declaraciones, giros en el relato introducidos en este ambiente prelectoral que ya domina la política catalana, en la que surgen las dudas de qué llevarán en su programa los partidos independentistas -que en 2015 prometieron a través de Junts pel Sí la constitución de un Estado en 18 meses-. 

Y, además, todo ello mezclado con el proceso judicial. Cada palabra se mide, se piensa. Se están produciendo movimientos en las estrategias precisamente. Los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull, que han cambiado de abogado y despedido a Jaume Alonso-Cuevillas, que lleva a Puigdemont en España, han solicitado a la Audiencia Nacional su puesta en libertad argumentando que se limitaron a convocar el referéndum, sin "organizar o instigar por ninguna vía" tumultos ni actos de desobediencia a la acción de las autoridades o sus agentes.

LAS DUDAS SOBRE LAS LEYES DE REFERÉNDUM Y TRANSITORIEDAD

Poco a poco vamos conociendo la intrahistoria. Y este lunes han resonado también las palabras del exconseller de Empresa Santi Vila, quien en en una entrevista en El Objetivo este domingo por la noche revelaba que el propio Puigdemont no era especialmente partidario de las leyes de referéndum y de transitoriedad aprobadas por el Parlament los días 6 y 7 de septiembre. Su ratificación, agregó, se debió especialmente a la presión de la CUP. "Uno de los grandes pecados de la legislatura", comentaba Vila.

Según explicó Vila, eran muchos en el PDeCAT los que estaban en contra de estas dos normas "sinsentido", pero también había malestar entre cargos de ERC.

Estas sesiones parlamentarias, relató Vila, dejaron "mal sabor" a algunos de los miembros del Govern. Varios consellers, añadió, tenían una visión más "pragmática y posibilista" y pensaban que la movilización del 1-O supondría tal presión para Rajoy que le llevaría a sentarse a negociar. Es decir, no veían el plan de la DUI, en el que desembocó finalmente el proceso.

Ahora parece que muchos quieren borrar esa palabra de la historia. Como si hubiera sido un sueño. Donde dije DUI..."                     (Antonio Ruiz Valdivis, HuffPost, 13/11/17)


"Se descubre que todo ha sido un engaño, una gran mentira.

(...)  El nuevo giro del señor Puigdemont que se ha trasladado a vivir a una exclusiva urbanización a las afueras de Bruselas, junto con los consejeros que huyeron con él para no presentarse ante la Audiencia Nacional que le acusa de rebelión, sedición y malversación de dinero público, se lo ha contado al periódico belga Le Soir diciendo, como si no pasara nada que es posible una solución “diferente a la independencia“. 

Es decir que él que se presenta, gracias a la declaración de independencia, como Presidente de la República catalana en el exilio y que se está trabajando en datar a la República de todos los elementos necesarios, declara ahora, que esa independencia no existe ya que admite que es posible otras soluciones.

Como si no hubiese pasado nada ni en la política, ni en la economía de Cataluña, el Presidente en el exilio dice que ¡siempre es posible otras soluciones¡ ¡He trabajado durante treinta años para obtener otro anclaje de Cataluña en España! Hemos trabajado mucho en eso, pero la llegada al poder del señor Aznar detuvo esa senda, afirmó al periódico francófono el político catalán, quien insiste en estar dispuesto a aceptar “la realidad de otra relación con España”. 

Puigdemont se muestra a favor de un acuerdo con el Gobierno central, pero subraya que el origen de la crisis actual se encuentra en 2010, cuando el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales varios artículos del Estatuto de Autonomía.

No me extraña que, como señalan algunas crónicas, las autoridades belgas estén asombrados por estas sorprendentes declaraciones del fugitivo, como lo estarán los que, honradamente, han creído en él, en el “proces” y en la lucha que un grupo de políticos, muchos de los cuales, tras sus declaraciones ante el Supremo no tendrán más remedio que abandonar la política, empezando por Carmen Forcadell, la madre del independentismo”. 

Que en cuanto ha intervenido la Justicia todos han empezado a reconocer que no ha habido independencia; que todo era simbólico, casi “VIRTUAL”; que la aplicación del artículo 155 no fue un golpe de estado como ha venido pregonando por Europa el Fugitivo; que la lucha a muerte entre Puigdemont y Oriol Junqueras puede terminar con todo y, que acaba de saberse, que en el acta de independencia que firmaron en el Parlament constaba claramente que la DUI no tenía efectos jurídicos y que el preámbulo, donde se hacía propiamente la Declaración no se votó, es una superchería de unas proporciones gigantescas.  (...)"                 (José Oneto, República.com, 13/11/17)


"(...)  Hay un momento en el que el juicio sobre la política que se realiza o se pretende se vuelve hacia su protagonista. Es cuando este y su cohorte adquieren apariencias bíblicas, anunciando el advenimiento de la tierra sin mal siempre que el pueblo les siga en su camino.

 Resulta absolutamente incomprensible que, de pronto, dos mil seiscientas empresas se esfumen societariamente de Catalunya sin que nadie lo advirtiera, empezando por sus máximos responsables.

 Algo ha debido hacerse mal para que los catalanes se encuentren entre el 155 convocando elecciones y un gobierno en el exilio que, al mando de Puigdemont, se jacta de encarnar la república que Forcadell admitió que era simbólica.

Esto es un desastre. Empezando por la prisión de los Jordis y la del vicepresidente y consejeras y consejeros que permanecen en la cárcel. Me llama la atención el pudoroso silencio con que el independentismo en su conjunto ha asumido la panoplia de posiciones supuestamente procesales que han mantenido los distintos investigados, desde el fugado Puigdemont hasta Forcadell, por no mencionar al exconsejero Vila echando mano de lo suyo para cubrir la fianza que todos los demás han cubierto a cuenta del particular crowfunding de la ANC.

 Ni la figura del más perverso Rajoy podría justificar el sinsentido de una aventura tan disparatada. Veámoslo de esta forma, siquiera por un momento: ¿a quién beneficia y a quién perjudica lo que está ocurriendo?

Pero lo que en realidad me importa es que mi amigo y yo, que seguramente estemos de acuerdo en casi todo, discrepemos en lo de la independencia hasta poner a prueba nuestra amistad. Me temo que está ocurriendo en muchas familias y círculos que hasta ayer mismo lo eran a pesar de diferencias políticas e ideológicas. Ahora esas diferencias han dado paso a un conflicto entre bandos que corren el riesgo de volverse irreconciliables.

 O estás con nosotros o estás con los contrarios, ­adversarios, enemigos. Es más que un desastre; es una atrocidad. Ni mi amigo ni yo ­somos unos ingenuos. Todo esto es también la política. Pero debe haber otra forma de conducirse en un foro público que es global, mal que nos pese.

 Una manera más cauta y responsable de administrar incluso cualquier deseo de huida hacia delante. Al final, lo único que me importa es poder darle pronto un abrazo a mi amigo. Aunque siga sin ­hacerme caso."                (Ese amigo, de Kepa Aulestia, La Vanguardia, en Caffe Reggio, 14/11/17)

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