"(...) De toros, de sus antecedentes y prolongaciones. Mi posición, por si
fuera necesario manifestarla: a un tiempo, antitaurina y
antinacionalista (de uno y otro signo). ¿De qué va el asunto desde el
punto de vista del secesionismo catalán? ¿De amor a los animales? Por
favor…
Algunos de los partidarios de la prohibición van a los toros
siempre que pueden (en Francia para no ser reconocidos) y muchos de
ellos jamás han estado en manifestaciones contrarias al maltrato de
animales.
En general y como estrategia, de lo que se trata es de jugar
al golpe mortal al borde del abismo, legislando cuando conviene al
límite, para luego, ante las respuestas autoritarias de los “hotros”
(¡menuda peña!), acrecentar el victimismo. No nos comprenden, no nos
entienden, nuestros memes son otros, somos “muy diferentes”, etc etc.
Cuando el gobierno central declaró la tauromaquia patrimonio inmaterial,
una barbaridad desde cualquier punto de vista razonable y crítico, ¿no
se podía haber recurrido ante el TC? Sí, pero no se hizo. ¿Por qué? Por
razones evidentes.
Porque hay que demostrar, sea como sea, que “España
es un país de cafres y de toros Osborne”. No como .Cat, que es otra cosa
mucho más sofisticada y avanzada, la Alemania del Mediterráneo como
dicen muchas veces (¿serán conscientes de lo que señalan cuando toman
Alemania como modelo? Por si me olvido, ¡viva Valonia!)
Avergüenza, incluso da un poco de rabia, recordar declaraciones como las
siguientes. De Leonardo Anselmi, portavoz antitaurino (y nacionalista
-catalanista- de origen argentino, no es el único).
Entrevista fechada
el 25 de julio del 2010: “¿Considera que en Catalunya hay más sensibilidad por los animales que en el resto de España? Sí. En otros sitios tiran cabras de un campanario y aquí nos regalamos libros en Sant Jordi. Además de toros, aquí hay bous. Esos festejos del Ebro se parecen mucho a los de Valencia.
No los veo representativos de Catalunya. ¿Por qué la ILP se centra en los toros sin cuestionar los correbous? Hubo debate sobre si ir solo contra los toros o incluir todos los espectáculos con animales maltratados (correbous,
circos, el delfinario del zoo...). Hicimos lo primero porque era más
sencillo reunir el respaldo preciso, pero para nosotros ningún maltrato
es aceptable”.
La entrevista es más larga pero sigue por
senderos similares. Resumiendo: más sensibilidad en Cataluña que en
otros lugares de España (lo de los libros por Sant Jordi no tiene
precio); los bous son cosa de valencianos, no de catalanes (¿la habrán
leído los de la CUP?); no hablaron de los correbous porque era más
sencillo para conseguir el respaldo preciso… Vale, vale.
Algunas reflexiones, estas sí de interés, sobre el tema. Del helenista
Miguel Candel: “Me pregunto qué problema habría en torear a la
portuguesa, sin herir al toro. He oído a bastantes taurinos españoles de
Extremadura, fronterizos con Portugal, declararse partidarios de esa
solución.
Por ahí es por donde legislaría yo, poniendo esa condición
para mantener el espectáculo (que sin duda lo es), aparte de entroncar
con fiestas ancestrales como las de Creta, en que (por lo poco que se
sabe y según las pinturas y grabados que han pervivido) no parece que
mataran al toro, sino que se limitaban a burlarlo (de hecho, es es el
sentido más propio de "torear", como hace Rita Barberá con la justicia).
El problema es que el nacionalismo de todo signo no puede resistirse a
la tentación de instrumentalizarlo todo...”
De un maestro
historiador de la UAB. “Lo cierto es que los toros, como otros festejos
con uso de animales vivos -correbous, encierros, carreras de gallos
(¿conocéis este "deporte"? yo lo vi en Extremadura; es como la carrera
de cintas, pero con gallos vivos)- formaron parte de la cultura del ocio
ibérico. ¿Quién impugna los toros en Euzkadi?
¿Quién hizo construir la
Monumental de Barcelona? Los dos nacionalismo que se retroalimentan
siempre han aprovechado de manera oportunista su juego de
diferenciaciones. Y que todo eso muestra qué peligroso es lo de las
"políticas culturales", “patrimonios culturales", "lenguas oficiales",
etc.
Defendamos mucho estado en los ámbitos de la igualdad, hasta que
esta no se consiga, pero arrinconemos al estado todo lo que sea
necesario en el ámbito de la cultura, para que evolucione con la
sociedad y no con los intereses de los que dominan el estado”. De Jose
Luis Martín Ramos como habrán adivinado.
Recordemos por otra
parte que la ponente del Constitucional en esta ocasión ha sido la
magistrada María Encarnació Roca Trias, propuesta en su día por CDC, que
la sentencia se ha centrado en asuntos de competencias (no del
sufrimiento animal), que el propio Pasqual Maragall advirtió en su día
que negar la tradición taurina de Cataluña era desconocer la historia y
que “los toros” no los trajeron a Cataluña los inmigrantes andaluces
(como a veces se afirma). En las décadas de los 50 y 60, dos plazas de
toros estaban en activo y habían sido construidas muchos años antes.
En
Barcelona llegaron a funcionar simultáneamente tres: además de Las
Arenas y de la Monumental (que por supuesto no fue construida por
ninguna ”orden ministerial española” sino por razones de mercado,
ganancias y clientela) existía una tercera en la Barceloneta. Me
olvidaba. Salvo error por mi parte, la segunda plaza más antigua de
España es la de Olot. Después de la de Toro (Zamora). (...)" (Salvador López Arnal , Rebelión, 29/10/16)
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