24/6/16

El patriotismo constitucional... el nuevo patriotismo español, el del 15M

"(...) La otra España y el patriotismo popular

Frente a este patriotismo de las derechas ha existido siempre otra visión de España y de la Patria, la cual identifica Patria con la gente normal y corriente, y patriotismo con la defensa de sus intereses. Desde esta perspectiva, patriotismo era y es el sentido de pertenencia a un colectivo que a través del ejercicio de su soberanía configura y desarrolla su propia identidad. 

Patriotismo popular es, pues, a diferencia del patriotismo elitista, el garantizar y expandir la calidad de vida de la población, constituida en los diferentes pueblos y naciones existentes en España (respetar esta diversidad no es lo mismo, como maliciosamente presentar los sostenedores del patriotismo de derechas, conseguir privilegios especiales).

En esta visión, un acto patriótico es, por ejemplo, establecer programas universales de atención sanitaria a la población, o garantizar la buena educación a toda la infancia, adolescencia, adultos y personas de edad avanzada, o ayudar a las familias en su desarrollo, o asegurar una jubilación digna a todos los ciudadanos cuando, por razones de edad o de lo que fuera, una persona se retira de su trabajo, o facilitar que todo ciudadano tenga un trabajo satisfactorio y bien remunerado, y así una larga lista de compromisos e intervenciones que ayudan a crear una conciencia de identidad, pertenencia y solidaridad. 

Esta visión surge de una concepción del poder derivada de la soberanía popular y entra en conflicto con la otra visión casi mística del concepto de Patria, en la que esta es identificada con los intereses particulares de los grupos económicos, financieros, políticos, corporativos y mediáticos dominantes.

La visión popular de la Patria y el patriotismo se construye siendo parte integrante de la formación de la colectividad, en contraposición con el concepto elitista de Patria de las derechas, que la identifican con símbolos, narrativas e instituciones que se equiparan con las estructuras del poder. 

Es un síntoma saludable que esta visión popular, profundamente democrática, que había caracterizado la visión de España del patriotismo de las izquierdas, sea recuperada ahora por los herederos del 15-M, contraponiéndola a la visión elitista de derechas que domina en los establishments políticos y mediáticos del país. 

El 15-M era una denuncia del sistema democrático español precisamente por su falta de democracia (“no nos representan”) como consecuencia del maridaje entre el poder financiero y económico por un lado, y el poder político y mediático por el otro. Sus eslóganes hablaban claro. “Esta España no es nuestra España”, y llevaban razón. (...)

Hoy los deseos de justicia social (con la exigencia de un cambio y reversión de las nefastas políticas de austeridad) y de democracia van de la mano en esta redefinición de España.

El limitado compromiso de las derechas con la soberanía popular

Esta defensa de los intereses de la mayoría (y no solo de la minoría) de la población exige una concepción más popular y extensa del patriotismo, homologándola al concepto de soberanía popular. La falta de sensibilidad hacia esta soberanía popular es lo que ha ocurrido en dos sentidos. 

Uno es el claro abandono de la soberanía en el apoyo por parte del PP, Ciudadanos y CDC a los tratados de libre comercio, como el TTIP (que favorecen predominantemente a los grupos financieros y empresariales, representados por las derechas, pero perjudican a la mayoría de la población).

 Anteponer los intereses minoritarios sobre los mayoritarios es un ejemplo claro de falta de patriotismo, imposibilitando el ejercicio de la soberanía popular, al trasladar las decisiones a niveles supranacionales, lejanos e indiferentes a tal soberanía. 

Y otro ejemplo de la violación de los derechos de decisión y soberanía popular es también la práctica de las derechas (PP, Ciudadanos y Convergència) de mostrar una gran docilidad hacia el gobierno alemán (representante del capital financiero alemán) y sus políticas neoliberales, y ello para beneficio del capital financiero y la gran patronal españoles, que se benefician de las políticas impuestas por aquel gobierno y por el español, que representan los mismos intereses dentro de la Eurozona. Y ahí está el quid de la cuestión. (...)"   
          
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 14 de junio de 2016, en vnavarro.org, 14/06/16)

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