"Que en una democracia alguien se plantee
esta pregunta sólo tiene cabida si pretende destruir el sistema. El
sistema democrático, claro. Lo más grave es que este tipo de falsos dilemas
se han instalado en el debate secesionista, lo cual delata los graves
déficits democráticos de que adolece la aspiración separatista, que a
falta de legalidad y legitimidad se marca como objetivo la destrucción
del sistema por la vía revolucionaria.
Es cierto que Junts pel Sí votó -más o
menos- en contra de esta pretensión de la CUP. También es cierto que fue
así más por razones de oportunidad que por falta de ganas. ¿Que cómo
fundamento semejante afirmación? Que en un Estado democrático un
Parlamento se plantee votar esto lo demuestra:
“4. Insta el govern, d’acord amb els punts sisè i vuitè de la declaració 1/XI, a desatendre els requeriments de l’Audiència Nacional relatius al procés de desconnexió democràtica de l’Estat espanyol i, en conseqüència, que el cos de Mossos d’Esquadra no els executi com a policia judicial.“
El problema no es votar o no (habitual cantinela del secesionismo), el
problema es que, como he dicho, la Mesa de un Parlamento (en este caso,
Junts pel Sí) dé vía libre a votar una moción en la que se insta a ignorar el principio de legalidad
que vincula a los poderes públicos.
La CUP invita a la revolución (nada
nuevo) y el derribo del Estado de Derecho con la anuencia de Junts pel
Sí. Y ese debate se asume con naturalidad -aunque luego se vote en
contra- para no indisponerse todavía más con el “socio”. ¿Cómo verá
“Europa” que Romeva y compañía sometan a votación semejantes propuestas?
¿Un Parlamento somete a debate y votación el principio de legalidad y
el Estado de Derecho? ¿Qué será lo siguiente? (...)
Con frecuencia he repetido que aunque
esté totalmente en desacuerdo con la secesión es una aspiración legítima
(con graves objeciones), etcétera. Plantearse ignorar el principio de
legalidad no lo considero legítimo. Y se ha planteado. [Dicho sea de
paso: si el secesionismo flirtea con este tema es porque tiene, además
del problema de la legalidad, un problema de legitimidad. Pero eso es
otra cuestión].
Como resaltaron los Mossos d’Esquadra David Miquel y Valentín Anadón en el programa L’Oracle de Catalunya Ràdio, la “obediencia debida”
que propugna la CUP y la ignorancia de la legalidad resulta propia del
fascismo o de dictaduras. Esto quizás hay que empezar a emplearlo más a
menudo: el uso de conceptos por parte del separatismo que, vestidos por
una falsa apariencia de legitimidad, encierran graves quiebras del sistema democrático. (...)
En el momento en que la legalidad se cumple a capricho, según interese,
abandonamos la democracia y el Estado de Derecho para insertarnos en la república bananera. Eso se proponía ayer y Junts pel Sí admitió que la república bananera tuviera acceso al debate en el Parlament de Catalunya,
cuando se instaba a desatender los requerimientos de la Audiencia
Nacional por parte de los Mossos d’Esquadra. ¡Qué bajo se ha caído!" (Cita falsa, 08/04/16)
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