5/4/16

El efecto-frontera (controles fronterizos por el terrorismo) hace caer un 30% los visitantes franceses a Cataluña

"Una de las grandes falacias del argumento económico en favor de la secesión es el supuesto del coste cero: se asumen todas las supuestas ventajas de la nueva situación sin calcular ninguno de sus costes. Un análisis infantil que con el que suspendería cualquier alumno de secundaria pero que la brigada prusesista se empeña en repetir con cara impertérrita.

Cualquier economista sabe que ese análisis no es verdad, que los costes de la secesión son elevadísimos, tanto que superan con creces las supuestas ventajas. Además, en este caso, no hablamos tan solo de teorías, sino que existen casos históricos que lo confirman. 

Incluso en el caso más reciente y favorable, el de la separación suave y de mutuo acuerdo entre Chequia y Eslovaquia, sabemos que el comercio bilateral entre la República Checa y Eslovaquia en los años posteriores al “Divorcio del Terciopelo” cayó un 75%, reduciendo en más de un tercio el PIB de los respectivos nuevos países.

Por si alguno aún tenía dudas, una situación actual nos confirma el enorme coste de levantar nuevas fronteras tal y como intentan los separatistas. Desde los atentados de París del pasado mes de noviembre se han instaurado controles en la frontera francesa que han provocado que muchos franceses que se animaban a darse una vuelta por las comarcas de Gerona se lo piensen 2 veces ante la cola de vehículos que se forma. 

Tal y como cuenta El Periódico, este inconveniente ha hecho caer en picado el número de visitantes del país vecino en el Alt Empordà y en los últimos meses, con la campaña de Navidad incluida, los comerciantes de La Jonquera y Figueras han registrado un descenso de clientes franceses del 30%

Una significativa merma de ingresos que pone en dificultades a numerosos empresarios del comercio y la hostelería”. La situación es tan grave que el Consell Comarcal, del Alt Empordà ha convocado una reunión extraordinaria y ya se ha solicitado una reunión con el cónsul de Francia.

¡Y eso que solo estamos ante un control fronterizo que provoca las naturales colas! ¿Se imaginan que Cataluña se convirtiera en un país fuera de la Unión Europea? ¿Se imaginan que a la frontera con Francia se le une la frontera con “Espanya”? Si con este control ponemos el grito en el cielo, ¿a qué loco se le puede ocurrir ir poniendo fronteras con todo lo que nos rodea?

Parece más sensato seguir como hasta ahora, recibiendo la visita de cuantos franceses quieran y de todos aquellos españoles que viven fuera de Cataluña y que quieren pasar unos días en nuestros pueblos y ciudades.

I és que aquests separates estan ben tocats del bolet.

Dolça i fronterera Catalunya…"                 (Dolça Catalunya, 21/03/16)

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