28/3/16

La desaceleración del proceso soberanista... pone el referéndum otra vez en el candelero

"(...) Ese mismo lunes, el vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, que hasta la fecha había defendido la secesión unilateral de Catalunya si no mediaba un acuerdo con el Estado español, manifestó en una entrevista a Catalunya Ràdio que la independencia “no será fruto de una decisión unilateral por parte de las instituciones catalanas.

 Ni siquiera fruto de un supuesto acuerdo bilateral con las instituciones españolas, sino, como cualquier proceso político complejo, será inevitablemente multilateral”. A su juicio, el motivo está en que “los mercados financieros son tenedores de deuda pública en cantidades gigantescas, jamás vistas en volumen, y porque el Banco Central Europeo inyecta cifras inimaginables hasta ahora”. 

Unas afirmaciones que contrastan con sus anteriores amenazas de no pagar la deuda de la Generalitat si el gobierno español no se avenía a negociar la secesión.

En esa misma entrevista, reconoció que la Generalitat “no había completado ni mucho menos el margen autonómico de la hacienda” y que comunidades autónomas como “La Rioja, Murcia o Canarias tienen su hacienda más desarrollada que la catalana”. Es decir, que está dispuesto a ralentizar el plazo para poner en marcha una “estructura de Estado” imprescindible para proclamar la independencia del país.

A nadie se le escapa que este cambio de posición responde a sus negociaciones con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para implementar una serie de medidas para evitar la quiebra a las finanzas de la Generalitat, como la rebaja del tipo de interés del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) o la reconversión de los vencimientos de la deuda de la Generalitat de corto a largo plazo. (...)

Para ERC el conocimiento del verdadero estado de las finanzas de la Generalitat, su dependencia para hacer frente a sus gastos corrientes de los fondos del Estado y la imposibilidad de conseguir liquidez en los mercados internacionales en caso de proclamar la independencia, constituyen una cura de realismo que les conduce a replantear el calendario de la hoja de ruta soberanista.

Para Convergència, en proceso de refundación, la aventura soberanista les está llevando a ir perdiendo apoyos electorales, elección tras elección, y a que los sectores moderados del partido emigren hacia otras opciones. De modo que persistir en esta dirección sólo les conduce al desastre.

En definitiva, da la impresión que la declaración de desconexión y la hoja de ruta soberanista, pactada con la CUP, ha conducido a ERC y CDC a un laberinto del que no encuentran la salida. Si ahora rectifican y renuncian a iniciar la desconexión provocarían la frustración entre amplios sectores de sus bases sociales y electorales que les acusarían de traición a sus principios y promesas. 

Si, por el contrario, no asumen la inviabilidad de su hoja de ruta se arriesgan a precipitar al país a una situación catastrófica de la que ellos serían los primeros responsables.

Esto explica porqué ahora JxSí vuelve a reclamar un referéndum de autodeterminación que, tras los comicios “plebiscitarios” del 27 de septiembre, consideraban superado. De esta manera se ganaría tiempo para salir del callejón sin salida en que están inmersos y cuando las encuestas detectan el lento pero sostenido descenso de los apoyos a la secesión."             (Antonio Santamaría, El Viejo Topo, 27/03/16)

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