27/11/15

Artur Mas ama tanto a la Generalitat, que prefiere que tenga cuatro presidentes... o, de la parodia a la payasada

"(...) Artur Mas amaba tanto a la Generalitat, y a su presidencia, que prefería tener cuatro presidentes. El caso era, obsesivamente, seguir figurando entre ellos. A razón de un cuarto de presidente, aunque no se sabe si con derecho a solo un cuarto de sueldo, chófer, pensión y despacho pospresidencial. 

Así se lo ofrecía a la muchachada de la CUP, que reclamaba una presidencia “coral” —lo contrario de una presidencia— para no tener que investirle y sonrojarse de la vecindad a pujolerías y tresporcientos.

Pero esta respondió con más seriedad a la increíble payasada institucional (¿por qué no 3,14 presidentes, como el número pi; o 41, uno por comarca; o siete millones y medio, tantos como catalanes?) exigiendo no solo el trato protocolario de presidente para el cuarteto (que juzgan cosmético) y poderes de taifas para cada uno de sus miembros, sino repartir las muy potentes competencias clave del president: firmar decretos, nombrar consellers, disolver la Cámara. Y Mas pareció rilarse.

Empecinado en hundir —amb il.lusió— todo lo que toca, desde la empresa de ascensores de papá a la de curtidos de los excelsos Prenafeta, pasando por la federación CiU, el nacionalismo moderado, la tradicional unidad cívica de la ciudadanía catalana, el universalismo de la senyera por la que tantos sufrieron (ahora vilipendiada con añadidos facciosos), el imperio de la ley, la capacidad catalana de atraer empresas en vez de expulsarlas y hasta su propio partido, Sansón Mas se afana si conviene en explosionar lo que queda en pie de la Generalitat tras sus medios mandatos, de los que nada quedará, porque nada hizo ni emprendió ni propuso, más allá del agit-prop callejero.

El oficio de payaso y los demás circenses son cosa solvente.  (...)"          ( , El País, 27 NOV 2015)

"Mas amaga con una presidencia a cuatro para seducir a la CUP.

(...) La idea de Junts pel Sí es demostrar que el actual presidente en funciones no tendrá el poder absoluto en su Gobierno aunque mantenga la condición de líder.

Para visualizarlo, la coalición propuso a la CUP que hubiera cuatro presidentes de la Generalitat: Mas, que ostentaría el rango legal y se encargaría de la coordinación del Ejecutivo; la convergente Neus Munté, al frente del área de Bienestar; el que fuera cabeza de lista Raül Romeva, encargado de transparencia y exteriores; y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, gestionaría Economía.

Los cuatro presidentes, según el diario ARA, se coordinarían en un consejo de presidencia en el que se centrarían las decisiones más importantes del Gobierno.

Horas después de su publicación, la CUP ya dejó claro que ni así cedería en su pretensión inicial de no votar a Mas. Consideró que suponía solo un cambio cosmético respecto a la propuesta que Junts pel Sí les había ofrecido en el debate de investidura.

Como mucho, apuntaron fuentes de la formación anticapitalista, estarían dispuestos a votar a Mas si hubiera un cambio legal para que el líder de Convergència no tuviera dos prerrogativas básicas: firmar decretos y convocar elecciones anticipadas.

Desde que el dirigente nacionalista amenazó con no convocar el 27-S si Esquerra no se unía a él, la obsesión de la CUP es quitarle ese privilegio. (...)"             ( /   , El País, Barcelona 27 NOV 2015)

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