"(...) Por último, y “tras criticar la presencia de Artur Mas en el Fossar
de les Moreres, símbolo del independentismo”, expresé mi voluntad de
contribuir a “romper la espiral de silencio” que se vive en Catalunya.
Esta última alusión es la que parece haber molestado a mi apreciado Rafael Nadal. (...)
La expresión que utilicé y que interpreta erróneamente Rafael Nadal
es “romper la espiral de silencio que se vive en Catalunya”. Nadal tiene
que saber que la expresión “espiral de silencio” procede de un gran
libro de la socióloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann titulado
justamente La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel
social.
La tesis central de ese libro es que:
1) En los debates trascendentales que tienen una dimensión moral, los
individuos se forman el juicio acerca de cuál es la opinión mayoritaria
a partir de los medios de comunicación y en base a la fuerza y
contundencia con la que se expresa cada opinión.
2) Que a partir de ahí, se crea una espiral que alienta a los
individuos a aproximarse a las posiciones entendidas como mayoritarias y
a enmudecer a quienes sostienen posiciones diferentes a las mayorías.
Esa espiral hace que los individuos que expresan posiciones contrarias a
las percibidas como mayoritarias se sienten amenazados con el
aislamiento y guarden silencio.
Me cuento entre quienes sostienen que esa fatídica “espiral de silencio” en favor de la secesión está desatada en Catalunya. (...)
Mi intervención no era una queja personal. Era un llamamiento a
quebrar una espiral que silencia opiniones confinándolas a un espacio
minoritario y que para lograrlo utiliza a menudo medios muy discutibles.
Por ejemplo, el manejo abusivo de los medios de comunicación.
O, por
ejemplo, las intimidaciones que se producen cuando alguien se atreve a
desafiar la espiral de silencio. En ese momento actúan los agentes de lo
que Noelle-Neumann denomina “la mayoría intimidatoria”. Ahí entra en
juego Pilar Rahola, para dar un escarmiento a los reticentes, llámense
Nuria Amat o Carme Chacón.
En lo que a mí se refiere puede Pilar Rahola proseguir con sus
columnas rebosantes de insultos en las que se me acusa en 30 líneas
hasta cuatro veces de “traición” (a la verdad, a la concordia y… por
último a Catalunya) y acaba por penalizarme con lo que ella debe
considerar la condena más cruel: la castellanización de mi nombre
(Carmen por Carme), sin entender Pilar Rahola que al tratar de ofenderme
sólo reproduce una parte de la realidad, ya que así es como me llama
una parte de mi familia y así, mestiza, es la Catalunya real como bien
debiera saber la biógrafa de Artur(o) Mas.
Estoy acostumbrada a ser blanco de las infamias de los depositarios
de las esencias de España (Jiménez Losantos, Pío Moa, César Vidal), de
modo que no me asustan las ofensas de los autoproclamados guardianes de
la ortodoxia catalana.
Continuaré resistiendo a las espirales de silencio; a ambas. La que
niega la realidad de Catalunya en una España monolítica y la que inventa
una Catalunya igualmente monocorde. (...)" (CARME CHACÓN, LA VANGUARDIA, 22.09.14, en Miquel Iceta, 22/09/2014)
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