18/8/14

La empresa en la que trabaja uno de los promotores de SCC empezó a recibir emails con mensajes insultantes contra “un mal catalán”. La gerencia le llamó para plantearle su preocupación por el daño que pudiera sufrir la marca

"(...) Para un profesional liberal que en Barcelona se gana bien la vida, levantarse hoy contra el diktat del independentismo cuando el propio Estado ha hecho mutis por el foro, tras levar anclas de aquella tierra hace mucho tiempo, es casi un acto de heroísmo que desde luego le asegura una existencia diaria más que azarosa francamente jodida.

Lo de menos es ser tildado de “quintacolumnista”, “nube tóxica” y otras lindezas parecidas. Lo peor es perder tu empleo y arruinar tu vida. La empresa en la que trabaja uno de los promotores de SCC empezó a recibir emails con mensajes insultantes contra “un mal catalán”, “un fascista español que busca el hundimiento de Cataluña” y cosas por el estilo. 

Los sigue recibiendo por decenas. La gerencia le llamó para plantearle su preocupación por el daño que pudiera sufrir la marca. Le pidió prudencia. El aludido conserva su trabajo, pero la espada de Damocles de la intolerancia pende sobre él. Otro de los promotores de SCC sufrió un escrache frente a su casa de una cincuentena de energúmenos que durante horas, con el visto bueno del alcalde del pueblo, le estuvieron insultando. Fascista fue lo más bonito que le dijeron.

 “Buscan arruinarte la vida en la doble vertiente personal y profesional, insultándote, aislándote, señalándote con el dedo. Es un comportamiento típico de mafias”. Es el mismo espacio moral en el que judíos y comunistas tuvieron que moverse en la Alemania de Goebbels.

 “A veces, cuando te da el arrebato, te dan ganas de que te insulten a la cara para poder defenderte, pero no, ellos te dan la espalda y luego te marcan como enemigo de la causa. Hacen algo peor: te condenan a la muerte civil, porque si no eres nacionalista no eres nadie, bueno, eres algo peor que nadie, eres un enemigo del pueblo catalán, un facha, un tipo a exterminar civilmente”.

De modo que al catalán no nacionalista la única vía de existencia que le queda es cerrar la boca y tratar de pasar desapercibido. Confundirse con el paisaje. Como cuando, durante el franquismo, nuestras madres, asustadas, nos decían aquello de “hijo, no te metas en política” porque intuían en ti cierta desafección al régimen. No te metas. Porque si te metes y te señalas, entonces corres el peligro de perder tu empleo y arruinar tu vida. 

Ellos se encargarán de que así sea. Ni una voz discrepante en la atronadora uniformidad de un nacionalismo que cuenta con todos los medios de comunicación en la tarea de construir una sociedad impermeable a la diversidad. Es el coro de la comunidad de los iguales que condena la discrepancia y la castiga con la muerte civil.(...)

 Pilar Rahola, asesora y hagiógrafa de Mas, tildaba este miércoles en La Vanguardia de “anticatalanes” a los miembros de SCC. Si cuestionas el mensaje de la tribu, si abandonas la tribu, la tribu te castiga, porque no eres un buen catalán, aunque hayas nacido en Mollerusa. Así de simple, terrible y efectivo es el espacio moral que hoy se respira en Cataluña.  (...)"              (Un día en la vida de un catalán no nacionalista, de Jesús Cacho en vozpopuli.com, en Caffe Reggio, 20/07/2014)

No hay comentarios: