"Una mayoría cualificada del Parlamento de Cataluña defiende la
celebración de una consulta sobre la independencia de esa comunidad; y
una mayoría aún más extensa del Parlamento español está en contra, según
se escenificó ayer en el Congreso.
Los delegados del Parlament
plantearon su demanda como si el pleito soberanista ya estuviera
resuelto a su favor (por la mayoría soberanista en las últimas
elecciones autonómicas y otras expresiones públicas), y se tratase de
formalizarlo ahora en un referéndum a celebrar en Cataluña y que, con
independencia del resultado, dejase sentado el precedente de que es
posible convocarlo.
Según su concepción del diálogo y el acuerdo, el
Gobierno estaría obligado a facilitar la consulta, lo que supondría
prescindir de la opinión mayoritaria del resto de los españoles
representados por los diputados que ayer votaron en contra de ceder la
competencia. La parte no puede decidir por el todo, argumentó Rajoy y
avaló Rubalcaba frente a esa posición.
La pretensión de que el
Gobierno debe ayudarles a dar ese paso hacia la independencia es
absurda, pero tampoco sería lógico que el eventual referéndum sobre el
futuro de Cataluña se plantease en el conjunto de España.
Lo que se
desprende del cruce de mayorías es que deben ser los catalanes los que
se pronuncien, pero no sobre independencia sí o no, fórmula que no
refleja la real pluralidad de opciones, sino sobre el acuerdo al que
llegasen sus instituciones con las del Estado.
Un acuerdo que según el
planteamiento de Rubalcaba podría plantearse en el marco de una reforma
constitucional que actualice el pacto territorial recogiendo las
aspiraciones del catalanismo compatibles con la lógica autonómica o
federal. (...)" (
Patxo Unzueta
, El País, 9 ABR 2014 )
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