"Desde hace años, ciertas autoridades catalanas -autonómicas y
municipales- dejan de aplicar el derecho vigente si lo consideran
contrario a sus intereses. (...)
El reciente informe del Consejo Asesor para la Transición Nacional
sobre la situación respecto a la Unión Europea de una hipotética
Cataluña independiente, del que habrá que ocuparse con más detenimiento,
está elaborado, como tantos otros, con la mentalidad de que el derecho
es como un chicle que puede estirarse hasta donde convenga, de acuerdo
con la correlación de fuerzas políticas y los intereses económicos en
juego.
En definitiva, está elaborado desde una concepción negadora del
derecho como instrumento regulador de una sociedad, una concepción que
considera al derecho como mero instrumento del poder, sin límites que
garanticen la seguridad jurídica de los ciudadanos.
Es aquel funesto concepto de que en derecho todo es interpretable, o
sea, todo es posible si hay voluntad política: una frase de moda en
Cataluña. La decisión política contra, y a pesar de, la norma jurídica:
Schmitt contra Kelsen, otra vez el uso alternativo del derecho. ¡Ay Dios
mío!
Por ahora gana Kelsen, menos mal. Los juristas de cabecera de la
Generalitat quizás sean buenos juristas pero, en todo caso, pierden
todos los pleitos: el Estatuto, la declaración de soberanía, la vía del
artículo 150.2 de la Constitución para llevar a cabo la consulta.
Hasta
el Barça, al parecer contagiado de este clima, lo tiene mal ante la
FIFA. Me temo que si hacen caso al informe del Consejo de la Transición
Nacional, seguirán las derrotas. Y también el ridículo: Europa es una
comunidad de derecho." (Francesc de Carreras
, El País, 16 ABR 2014 )
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