25/3/14

"Y si le preguntan por su madre nacida pongamos que en Murcia, te tiene que poder soltar con naturalidad que "pues sí, mi madre es extranjera, qué pasa"

"(...) En tiempos a los andaluces, extremeños, murcianos, etc, recién llegados a Cataluña buscando un futuro mejor se les ofrecía la catalanización como un ascensor social.

 Lo cuenta magistralmente Juan Marsé en novelas como Últimas tardes con Teresa, donde a Pijoaparte, el morenazo semental de fuera enamorado de una rubia pubilla burguesa le hace decir en un momento dado: "Me la vais a quitar antes de darme tiempo de ser un catalán como vosotros, cabrones".

Todo ello mientras la burguesía catalana verdaderamente, pero verdaderamente alta, hablaba castellano. Artur Mas fue Arturito de joven. Es que era y es divino.

Ahora la cosa empieza a llegar tan lejos que te encuentras gente apellidada Hernández o Fernández que se pone a firmar con la grafía absurdamente al revés (Hernàndez o Fernàndez) y es que ya no les basta con la inmersión lingüística y con el España nos roba. 

El Pijoaparte de hoy en día se tiene que hacer de la CUP. Tiene que portar la estelada en los calzoncillos. Y si le preguntan por su madre nacida pongamos que en Murcia, te tiene que poder soltar con naturalidad que "pues sí, mi madre es extranjera, qué pasa".

¿De qué más tendrán que renegar, para ser buenos catalanes?"         (Anna Grau, Crónica Global, Sábado, 22 de marzo de 2014)

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