"Pero increíblemente, es casi imposible escuchar desde la izquierda
oficial que un cierto jacobinismo podría ser interesante en pos de la
igualdad y la solidaridad interterritorial
. En cambio, es habitual
asistir perplejo a la compra del marco mental nacionalista por parte de
unos partidos que, acomplejados hasta la médula, renuncian al proyecto
común que deberían defender si de verdad creyeran en la solidaridad, la
igualdad, la fraternidad y el internacionalismo.
Así, creo que viene siendo hora de que la gente de izquierdas
empecemos a soltar lastre del complejo histórico que nos debilita y
comencemos a demostrar que el patriotismo no es llevar banderitas de
España en la muñeca mientras nos plegamos a las exigencias de la Troika.
Que ser patriota es creer en la mejora de las condiciones de vida del
conjunto de la ciudadanía, ya sea de Pinto, de Monforte de Lemos o de
Caldes de Montbuí y defender el Estado social mediante la unión y la
solidaridad de toda la ciudadanía.
¿Desde cuándo separar trajo algo
bueno? ¿Desde cuándo no quererse a uno mismo ayudó en algo? Seamos
críticos, inconformistas y luchadores, pero sigamos construyendo juntos
esta gran nación que es España.
Ante la división neofeudalista que
interesadamente nos proponen los que sí que se quieren mucho a sí mismos
(hasta la náusea), deberíamos plantearnos un proyecto común alejado del
sectarismo maniqueo que históricamente nos caracteriza, mediante el que
sentirnos orgulloso de nuestro país en su conjunto.
Y decir viva España
sin traumas, sin creernos mejor que nadie, sin estridencias, sin
visiones unívocas, sin romanticismos, desde el respeto a la pluralidad
de los diferentes territorios, desde la razón... aunque sólo sea por
supervivencia.
Richard Aldington: "El patriotismo es el sentido generoso de la
responsabilidad colectiva. El nacionalismo es el gallo jactancioso en su
propio corral". (Daniel Perales, Crónica Global, Viernes, 21 de marzo de 2014)
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