"(...) Podrán aducir que da igual, porque el presidente del
Gobierno español nunca aceptará esa consulta, pero, si es así, ¿por qué
siguen echándole hilo a una cometa que no va a ninguna parte?
Y si, por el contrario, los dirigentes de CiU aspiran a acordar con
Rajoy un referéndum legal, ¿por qué no siguen la hoja de ruta de
Escocia?, ¿por qué no se sientan primero a negociar?, ¿por qué eligen la
estrategia del órdago? (...)
Hay también otras dudas que surgen de la doble pregunta.
En la primera parte se requiere un sí o un no a: “¿Quiere usted que
Catalunya sea un Estado?”. De contestar que sí, el votante deberá
responder además a: “¿Quiere que sea un Estado independiente?".
El segundo planteamiento es el único claro. Independiente o no. De
claridad meridiana. Pero y si no es un Estado independiente, si gana el
sí únicamente en la primera pregunta, en la de que Cataluña sea un
Estado, ¿en qué Estado están pensando?: ¿un estado como Baviera en la
República Federal Alemana?, ¿como el cantón de Zúrich en la
Confederación Helvética?, ¿como el estado libre asociado de Puerto Rico,
que era el modelo del Plan Ibarretxe?
Ya puestos a
que la pregunta no sea sencillamente "¿quiere usted una Cataluña
independiente?", podrían haber pensado en someter también a consulta
otras opciones. El federalismo, por ejemplo. Más que nada, porque de
ganar el no en las dos preguntas todo se quedaría como está, no habría
alternativa a esa incomodidad de Cataluña en España que refleja la
pulsión soberanista de tantos ciudadanos.(...)
Son dudas, no obstante, que de no celebrarse la consulta tienen escaso
desarrollo, pero que convendría aclarar porque sería bueno que la
ciudadanía catalana supiera si Artur Mas y sus coaligados tienen o no un
plan B para un hipotético fracaso de su aspiración soberanista. Si se
plantean algo que más que la independencia o nada." (Rosa Paz
, eldiario.es, 12/12/2013
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