"La secesión de Cataluña supondría -en el mejor de los casos- una
caída neta de su PIB de algo más del 3%. Esta es la conclusión a la que
llega un estudio titulado Costes económicos de una posible ruptura de España, realizado por el profesor de Economía de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) José Vicente Rodríguez Mora.
El estudio está incluido en el documento El coste de la no-España, publicado
recientemente por UPyD, y subraya que el denominado "efecto frontera"
que generaría la separación conllevaría una drástica reducción del
comercio entre Cataluña y el resto de España, que no podría ser
compensado con un incremento del comercio internacional.
Para llegar a esa conclusión, Rodríguez Mora implementa un complejo
modelo econométrico de la siguiente forma: parte de un modelo estándar
de comercio entre países desarrollados; determina las implicaciones de
las fricciones comerciales de Cataluña y el resto de España (esto es,
las facilidades comerciales por compartir cercanía, marcos regulatorios,
gustos, lengua, cultura, relaciones personales y familiares, etc.);
repite ese ejercicio con las relaciones comerciales entre España y
Portugal (por considerarlo el país del entorno con el que España tiene
menos fricciones comerciales); y, finalmente, aplica un ejercicio
contrafactual para saber cómo le afectaría a la economía catalana si
tuviera con el resto de España las mismas fricciones comerciales que
Portugal tiene con España, anulando, además, las transferencias
fiscales.
Es decir, cuantifica matemáticamente qué efectos tendría para el
comercio y la economía de Cataluña si pasara a tener con el resto de
España una relación de países vecinos similar a la que España tiene con
Portugal.
El estudio parte de las premisas más optimistas posibles
Según esos cálculos, la caída de la productividad, los salarios y la
renta en Cataluña se situaría alrededor del 10% (y para el resto de
España, del 2%). Así, tras descontar un déficit fiscal de algo más del
6%, se alcanzaría la citada reducción del PIB de cerca del 3%.
Además, para llegar a esta conclusión el autor -uno de los quince fundadores de Ciutadans de Catalunya- parte de las premisas más optimistas posibles, por lo que el efecto negativo para el PIB de Cataluña, probablemente, sería mucho más intenso.
De hecho, el modelo parte del supuesto de que la Cataluña
independiente estuviese dentro de la UE, considera que la separación
sería amistosa y no se producirían boicots, y hace una estimación del
déficit fiscal tomando como referencia los años en que este ha sido más
alto, esto es, cuando no ha habido crisis económica." (Crónica Global, 24/11/2013)
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