"La apelación al principio de ordinalidad fiscal es
una de las constantes que los partidos nacionalistas exigen una y otra
vez como criterio a introducir en el sistema de financiación autonómica.
Este planteamiento pretende que una Comunidad Autónoma debe mantener el mismo lugar
en el ránking por impuestos recaudados per cápita en dicho territorio
que en la clasificación por transferencias per cápita realizadas
posteriormente por la Administración General del Estado para financiar a
ese gobierno autonómico.
Sobre el papel, este enunciado puede parecer absolutamente justo, hasta el punto de que los partidos no nacionalistas -como el PSOE, el PP e, incluso, Ciudadanos- lo han asumido en sus programas. Sin embargo, la realidad es otra.
Como ocurre en la mayoría de modelos occidentales, las transferencias
del Ejecutivo a los gobiernos autonómicos no dependen fundamentalmente
de los ingresos fiscales recaudados en cada territorio, sino que se
calculan con el objetivo de que cada gobierno autonómico pueda ofrecer
unos servicios básicos (principalmente sanidad, educación y servicios
sociales, que se llevan la mayor parte de los gastos no financieros) lo más similares posibles en toda España.
Esto hace imposible que cada gobierno autonómico reciba los mismos
ingresos per cápita para su financiación (ni que se aplique el principio
de ordinalidad fiscal), ya que aspectos como la densidad de población,
su envejecimiento, o su índice de dispersión, entre otros criterios,
hacen que el coste per cápita de un mismo servicio básico es muy diferente en un territorio que en otro.
A pesar de ello, la Generalidad de Cataluña continúa considerando como un agravio
el hecho de que esta Comunidad aparezca en los puestos más altos de la
clasificación de impuestos recaudados per cápita por CCAA y descienda a
la zona media en el ránking de recursos recibidos por habitante. (...)
Para el departamento autonómico dirigido por Andreu Mas-Colell, esto
‘pone de manifiesto que los mecanismos de redistribución que utiliza el
Estado español fomentan un reparto arbitrario de los recursos’, y de nuevo apela como ejemplo a seguir al modelo de financiación de los länder alemanes.
Sin embargo, un informe publicado este martes por Convivencia Cívica Catalana (CCC) rechaza
los planteamientos de la Generalidad: ni el actual modelo de
financiación autonómica perjudica a Cataluña, ni el modelo de
finaciación alemán sigue el principio de ordinalidad fiscal.
La Generalidad recibió recursos en proporción superior a la población
Resultados de la liquidación del sistema de financiación autonómica
correspondientes al año 2011 (cuadro: CCC, en base a los datos del
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas).
El cálculo de las transferencias a las CCAA desde la caja común del Estado se realiza en base a los porcentajes cedidos de los impuestos (50% del IRPF, 50% del IVA, y 58% de los Impuestos Especiales) y a cuatro fondos complementarios:
el de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales (que nivela los
recursos por habitante para educación, sanidad y servicios sociales); el
de Suficiencia Global (que complementa los recursos necesarios para
otras competencias transferidas); el de Cooperación (que equilibra el
desarrollo regional y estimula la convergencia regional en términos de
renta); y el de Competitividad (que prima a las regiones de mayor
renta).
El resultado es que la Generalidad de Cataluña fue la Comunidad que
mayor financiación recibió en 2011 en términos absolutos, con 19.076 millones de euros,
seguida de la Junta de Andalucía (18.653 millones), la Comunidad de
Madrid (14.894 millones) y la Comunidad Valenciana (11.093 millones).
Esto supone que la Generalidad recibió el 18,19% de
los 104.872 millones de euros repartidos entre todas las CCAA de Régimen
Común (esto es, todas menos el País Vasco y Navarra), a pesar de que
Cataluña contaba con el 16,90 de la población de esas CCAA. En cambio,
la Junta de Andalucía recibió el 17,79% de los recursos repartidos, con
una población del 19,14%; la Comunidad de Madrid obtuvo el 14,20% del
total de la financiación autonómica, pese a tener el 14,74% de la
población total; y la Comunidad Valenciana recibió el 10,58% de los
recursos, con el 11,57 de la población.
Es decir, la Generalidad recibió recursos en una proporción superior a la de la población que administra, al contrario de lo que ocurrió a los gobiernos autonómicos de Andalucía, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.
La Comunidad de Madrid, perjudicada en relación a la Generalidad
Por otra parte, el informe de CCC, en base a los datos proporcionados
por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, sitúa a la
Generalidad en el octavo lugar del ránking de recursos per cápita
recibidos a través del sistema de financiación autonómica en 2011 (con
2.530 euros por habitante) -dos puestos menos que el indicado por la
Consejería de Economía y Conocimiento-, y por encima de la media de las CCAA (2.372 euros).
Además, si se analizan los ajustes producidos por los cuatro fondos que
complementan el sistema de financiación autonómica, se puede comprobar
que, a través de ellos, todas las CCAA consiguen sumar ingresos
a la recaudación obtenida mediante la cesión parcial del IRPF, IVA e
Impuestos Especiales excepto dos gobiernos autonómicos: el de la
Comunidad de Madrid y el de Baleares. A ellos, la liquidación de estos
fondos les supone un ajuste negativo.
Comparativa de los recursos recibidos en 2011 por la Generalidad de
Cataluña y por el Gobierno autonómico de la Comunidad de Madrid en
relación a la población, al PIB y a los impuestos recaudados (cuadro:
CCC, en base a datos del INE y del Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas)
Comparando los casos de la Generalidad y el Gobierno autonómico de la
Comunidad de Madrid, se puede comprobar que, no solo la primera resulta beneficiada
respecto a la segunda en los recursos recibidos por habitante (2.530
euros frente a 2.295), sino que también lo es en el ratio recursos/PIB
(9,59% frente a 7,83%) y en el de recursos/recaudación total de
impuestos en el territorio (59,48% frente a 19,59%).
El sistema alemán no cumple el principio de ordinalidad
El estudio de CCC también entra a analizar el funcionamiento del
complejo sistema de financiación regional de Alemania. Y, lejos de
confirmar lo expuesto por la Consejería de Economía y Conocimiento en
sus comunicados, el supuesto cumplimiento del principio de ordinalidad
fiscal entre los länder solo se consigue tras aplicar a las regiones receptoras de recursos (como Bremen o Berlín) un factor de ponderación de sus habitantes muy superior al que se aplica a las regiones aportadoras (como Hesse o Baviera).
Ránking de los ‘länder’ alemanes en función de su aportación per cápita
al sistema de financiación, y en función de los recursos per cápita
recibidos, en 2011 (cuadro: CCC, según datos del Hessisches Ministerium
der Finanzen. Länderfinanzausgleich)
De tal forma que, tomando como referencia los habitantes reales, el sistema de financiación regional alemán también provoca grandes cambios entre el ránking de los länder
en función de la aportación fiscal per cápita, y la clasificación en
relación a los recursos recibidos per cápita. Unos cambios de posiciones
que son incluso mayores que los registrados en el caso de las CCAA." (Andreu Caballero, lavozdebarcelona, 24/07/2013)




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