"C. J. Sansom, escritor británico, en una entrevista publicada este miércoles en El Periódico:
[...] El Partido Nacionalista Escocés (SNP) es colaboracionista en su libro. Veo que toma partido…
El SNP, durante la Segunda Guerra Mundial, solo estaba interesado por la independencia de Escocia, y se opuso al reclutamiento por el Gobierno extranjero británico. Creo que al menos algunos habrían cooperado a cambio de algunas baratijas nacionalistas, como sucedió en toda Europa.
Usted es hijo de inglés y escocesa, y se ha movilizado por el no a la independencia. ¿Concibe usted una Escocia separada?
Si Escocia vota a favor de la independencia en el [año] 2014, una Escocia separada no es solo concebible: se hará realidad. Su futuro económico será incierto –el SNP no tiene una política económica creíble– y habrá años de discusiones interminables con la UE [Unión Europea] y lo que quede del Reino Unido. Una Escocia independiente (e Inglaterra probablemente) decaerá, entre las políticas nacionalistas de cuento de hadas y la hostilidad mutua.
En el epílogo de su libro relaciona los nacionalismos, grandes o pequeños, y los fascismos. Compara el independentismo escocés y los antieuropeos del UKIP. ¿Qué comparten?
Ambos creen que un país puede resolver sus problemas apelando al espíritu nacional, que siempre se define contra un enemigo o enemigos. Esta creencia, dominante en Europa entre 1914 y 1945, llevó al continente a la ruina. Ni el UKIP ni el SNP son fascistas, y no veo crecer el fascismo en el Reino Unido, pero sí a través de toda Europa: se cierran fronteras, se glorifica la propia nación y se demonizan las otras. Sería mucho mejor concentrarse en los problemas reales del crecimiento económico y la redistribución de la riqueza." (lavozdebarcelona.com, 29/05/2013)
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