"La familia Pujol ha recibido el golpe definitivo. El ‘hereu’ Oriol ha sido imputado y, por mucho que se aferre al escaño, su carrera está hoy truncada.
Porque la imputación tiene un trasfondo más allá del devenir cotidiano
de la política.
El hasta ayer secretario general del mayor partido
catalán es miembro de una familia que, desde hace meses, está en el
punto de mira de muchos enemigos. Y hoy aparece derrotada.
El patriarca, Jordi Pujol Soley,
fue el líder indiscutible del nacionalismo catalán durante más de dos
décadas y todavía hoy sigue siendo una referencia obligada. Su hijo
Oriol se había posicionado para convertirse en el relevo del propio Artur Mas
cuando este dejara la primera línea.
Comenzó desde abajo, ocupando
cargos en el partido para ascender luego a portavoz adjunto, portavoz
parlamentario y secretario general de Convergencia, una carrera de fondo
que se ha truncado repentinamente por su implicación en el caso de las
ITV.
“Oriol no ha sido procesado ni condenado. Ya
veremos lo que ocurre en el futuro, porque él no ha cometido ningún
delito y estamos convencidos de que al final no será condenado”, señala
una fuente de la dirección de Convergència a El Confidencial.
Desde la oposición, se afirma que “la familia Pujol ha perdido peso en
la política tras los diversos escándalos aireados durante los últimos
meses. Y la imputación de Oriol ha sido un torpedo a la línea de flotación de la familia. Ha sido la puntilla”, señalan estas fuentes.
En este particular via crucis
de la familia, hay de todo: pruebas falseadas, rumores elevados a la
categoría de noticia, espionaje a la exnovia del hijo mayor del
patriarca, Jordi Pujol Ferrusola, informaciones comprometedoras sobre los negocios de los otros hermanos, Josep y Oleguer...,
pero el caso de las ITV no se asienta ni en rumores ni en papeles
sospechosos: hay documentos y conversaciones telefónicas grabadas bajo
supervisión judicial que apuntan directamente a Oriol Pujol como el organizador de una trama corrupta que pretendía sacar beneficio del reparto de las ITV en Cataluña.
Ser el líder parlamentario de un gran partido tiene sus inconvenientes. Eso es lo que le ha pasado a Oriol Pujol Ferrusola,
secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y
presidente del grupo de Convergència i Unió (CiU) en el Parlamento
catalán, que ayer fue imputado por presunto tráfico de influencias en el
caso mencionado.
La Ejecutiva de CDC formalizó anoche el relevo de los
principales cargos que ocupaba: sus funciones en el partido serán
asumidas por Josep Rull y por Lluís Corominas, dos hombres del núcleo duro de la formación, mientras que el portavoz parlamentario, Jordi Turull, asumirá también las funciones de presidente del grupo de CiU.
La
primera consecuencia del escándalo de las ITV, pues, le ha obligado a
dejar sus cargos orgánicos, aunque continuará como diputado en la Cámara
autonómica. Las dimisiones han satisfecho a sus compañeros, pero no
dejan buen sabor de boca a algunos de sus rivales políticos.
Tras casi un año de informaciones comprometidas para el político
catalán, la imputación no ha dejado indiferente a nadie. Aun así, la
oposición recibió la noticia dividida. PP, ICV y Ciutadans exigieron
inmediatamente que Pujol abandone su escaño. “Oriol Pujol tendría que
dimitir de verdad, no una dimisión a medias ni un simulacro de dimisión como el que ha hecho”, clamó Enric Millo,
portavoz popular en la Cámara autonómica.
Se refería, obviamente, a que
Pujol dejará la secretaría general de CDC y la presidencia del grupo
parlamentario, pero seguirá como diputado en el Parlamento autonómico.
“El partido que está impulsando la ley de transparencia o las cumbres
contra la corrupción, en lugar de dar ejemplo, está intentando hacer ver
y hacernos creer una cosa que no es”, añadió Millo." (El Confidencial, 20/03/2013)
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