"Al igual que ocurrió con el supuesto límite del 4% del PIB a la
solidaridad entre los länder alemanes, que posteriormente se descubrió
que era falso, tampoco es cierta la afirmación mantenida por la
Generalidad en el sentido de que todos los estados federales cumplen el
denominado ‘principio de ordinalidad’ en las transferencias
interterritoriales.
Los estados de EEUU en los que más impuestos
federales per cápita se recaudan caen estrepitosamente en la
clasificación por ingresos federales per cápita.(...)
El principio de ordinalidad
Uno de los mitos que en los últimos meses se ha extendido con fuerza
es el del llamado principio de ordinalidad. Este supuesto pretende que
una Comunidad Autónoma debe mantener el mismo lugar en
el ránking por impuestos recaudados per cápita en dicho territorio que
en el ránking por gastos per cápita realizados posteriormente por la
Administración General del Estado en esa Comunidad.
Los defensores del cumplimiento de ese principio -que, sorprendentemente, la mayoría de fuerzas políticas catalanas no nacionalistas también han asumido como reivindicación- aseguran que todos los países federales lo cumplen, en aras de la justicia y la equidad fiscal.
¿Se aplica en todos los sistemas federales?
Hace solo unos días, la Generalidad lanzó un nuevo pasquín publicitario en el que denunciaba
que ‘Cataluña es la tercera Comunidad que más paga’ en cuanto a
recaudación de impuestos per cápita (con 118,5 puntos sobre una media de
100, en el año 2010) mientras que es la décima Comunidad en el ránking
de recursos públicos recibidos per cápita (con 98,9 puntos sobre una
media de 100).
Gráfico comparativo de la contribución tributaria y de los recursos
obtenidos per cápita por CCAA el año 2010 (fuente: Generalidad de
Cataluña)
Para el Gobierno autonómico, es ‘incoherente’ que haya ‘CCAA que
aporten más que la media y queden por debajo tras ser niveladas’, que
otras ‘ni lleguen a la media ni antes ni después de ser niveladas’, y
que haya otras que ‘estén muy por debajo de la media y acaben siendo las
primeras después’.
Y, tras poner los ejemplos de Alemania y Canadá, concluía: ‘Esto no pasa en ningún otro modelo de financiación de todo el mundo’.
¿Seguro? Veamos el caso de Estados Unidos, un sistema federal paradigmático del mundo desarrollado. Un ejemplo a seguir por los defensores de los modelos federales de financiación.
El caso de Estados Unidos
Para analizarlo, basta con revisar un detallado informe de la Tax Foundation (una prestigiosa entidad independiente fundada en 1937
que se dedica a analizar la política fiscal estadounidense) que recoge
los impuestos federales pagados por los ciudadanos de cada estado entre 1981 y 2005,
y los compara con los gastos que el Gobierno federal ha realizado en
cada estado durante ese mismo período.
Los datos que utiliza provienen
de las cifras oficiales publicadas por el Gobierno de los Estados
Unidos.
Clasificación de las CCAA en función la contribución tributaria per
cápita y de los recursos obtenidos per cápita en 2010, y su comparación
con lo que ocurre en Estados Unidos (fuente: Generalidad de Cataluña y
Tax Foundation)
La sorpresa no puede ser mayor al comprobar que en Estados Unidos no se cumple el principio de ordinalidad
que las formaciones nacionalistas han sacralizado. Y no solo no se
cumple, sino que, además, el cambio en las posiciones de los estados
entre el ránking de recaudación tributaria per cápita y el de gasto
federal per cápita es incluso mayor que en el caso de las CCAA
españolas.
Nevada pasa del 6º lugar al 50º
Tomando como referencia los datos de 2005 (los últimos recogidos en el informe), se puede comprobar que 21 de los 25 estados
que más impuestos federales per cápita pagan, pierden posiciones en el
ranking de ingresos federales per cápita, incumpliendo de esta forma el
citado supuesto principio de ordinalidad.
Balanza fiscal del Estado de Nevada respecto al Gobierno Federal de EEUU
entre 1981 y 2005. El cuadro incluye la recaudación en impuestos
federales (total y per cápita), el gasto federal en ese territorio
(total y per cápita), y el ránking de Nevada respecto al resto de
estados por recaudación de impuestos federales y por retorno de fondos
federales. Las columnas con fondo amarillo señalan la cantidad de gasto
federal en Nevada sobre cada dólar recaudado y su clasificación respecto
al resto de estados (cuadro: Tax Foundation).
Por ejemplo, Connecticut pasa del primer puesto en el ránking de pago
de impuestos per cápita, al 13º en el de ingresos federales per cápita;
Nueva Jersey pasa de la segunda posición por impuestos pagados per
cápita, a la 37ª en ingresos recibidos per cápita; Massachusetts, de la
3ª posición a la 14ª; Nueva York, del 5º lugar al 26º; California, del
9º, al 38º; e Illinois, del 14º, al 35ª.
El que más posiciones pierde es Nevada, pasando del 6º lugar al 50º (el último), lo que supone un descenso de 44 puestos entre las dos clasificacioness.
Nuevo México asciende del puesto 46º al 4º
Por otra parte, 17 de los 25 estados que menos impuestos federales
per cápita pagan, ganan posiciones en la clasificación de ingresos
federales per cápita, confirmándose que el principio de ordinalidad no es una norma en la fiscalidad estadounidense.
Así, Mississippi pasa del 50º lugar (el último) en el ránking de
impuestos federales per cápita pagados, al 10º en el de ingresos
federales per cápita; Louisiana pasa del 49º al 12º; Virginia
Occidental, del 48º al 11º; Arkansas, del 47º al 30º; y Kentucky, del
45º al 18º.
Nuevo México es el estado que más posiciones gana
entre una clasificación y otra, ascendiendo desde la posición 46ª en el
ránking de impuestos federales pagados per cápita, al 4º en el de
ingresos per cápita recibidos de la Administración federal.
No se corrigen las divergencias de productividad entre estados
Los datos recogidos reflejan situaciones como la de que los
habitantes de Nueva Jersey pagaron 9.902 dólares por persona al Gobierno
federal en 2005, pero este solo les retornó 6.740 dólares por persona.
Mientras que los habitantes de Mississippi aportaron
ese mismo año 4.281 dólares per cápita a las arcas federales (un 57%
menos que los de Nueva Jersey), y recibieron de estas 9.014 dólares per
cápita (un 34% más que los de Nueva Jersey).
Estas divergencias en las posiciones de las dos clasificaciones, no
solo no se han corregido, sino que se han mantenido en el tiempo, y en
muchos casos incluso se han acentuado.
Durante el pleno parlamentario del pasado miércoles, Mas se lamentaba
amargamente de que los déficits fiscales entre CCAA “se cronifican en
el tiempo” y de que “este enorme esfuerzo de transferencias de renta no
han conseguido que hubiese, en el conjunto del Estado español, un cierto
equilibrio desde el punto de vista de las capacidades productivas“, ante lo que proponía “hacer una reflexión”.
Sin embargo, en Estados Unidos ocurre una situación similar sin que
se planteen ninguna reflexión respecto al sistema de redistribución de
las rentas. Así, en 1992, la renta per cápita en Nueva Jersey era un 72%
mayor que la de Mississippi, mientras que en 2005 esta diferencia no
solo no se ha corregido sino que ha aumentado hasta el 76%, a pesar de
que se ha mantenido constante la sustancial transferencia de fondos entre ambos estados por vía fiscal.
El agravio de los euros que ‘no retornan’
Otra fórmula que en los últimos meses ha planteado la Generalidad para defender que el actual sistema de financiación autonómico es injusto
ha sido la de cuantificar qué cantidad de los impuestos recaudados por
la Administración General del Estado en Cataluña ‘no retornan’ a esta
Comunidad ni en transferencias ni en inversiones.
En mayo pasado, la Generalidad lanzó una campaña en la que denunciaba que, según las balanzas fiscales calculadas por el método del flujo monetario neutralizado, esto es, el más favorable para los intereses políticos de CiU,
‘de cada euro recaudado en Cataluña [en 2009], 43 céntimos no
retornan’, lo que se presentaban como un nuevo agravio realizado por el
Gobierno sin parangón en los estados federales.
Sin embargo, esta situación tampoco es tan extraordinaria como quiere
hacer creer el Gobierno autonómico. Retomando el ejemplo anterior,
durante el año 2005, por cada dólar que el Gobierno de los Estados
Unidos recaudó en el estado de Nevada, no retornó 39 centavos. Una cifra que, casualmente, ascendió hasta 43 centavos durante los años 2003 y 2004.
Otro mito del nacionalismo catalán que cae
De esta forma, la afirmación de que el incumplimiento del principio
de ordinalidad es algo que ‘no pasa en ningún otro modelo de
financiación de todo el mundo’, como viene defendiendo la Generalidad,
en manos de CiU, y con cierta complacencia de otros grupos políticos no
nacionalistas, queda contundentemente desmentida.
No se trata más que de otro mito del nacionalismo catalán que cae ante un sencillo análisis, de igual forma que lo hizo la supuesta limitación de la solidaridad entre los länder alemanes al 4% del PIB, refutada en febrero pasado y, posteriormente, reconocido por la propia Generalidad." (lavozdebarcelona.com, 27/07/2012)



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