"Laura Freixas, escritora y columnista en La Vanguardia, en una entrevista en el diario del grupo Godó, este martes:
[...] En su novela está reflejado algo muy cierto y que
cambió luego de forma sensible: Madrid por entonces era muy rural, una
especie de agregación de gente de pueblos. Casi la antítesis de lo que
ocurre ahora.
Es cierto sí, efectivamente, y ahora es cosmopolita, una ciudad
plenamente anónima, cosa que hoy no ocurre en Barcelona por ejemplo,
donde rápidamente te preguntan de qué familia eres y donde veraneas y te
hacen el retrato, algo que a mí me agobiaba un poco. El Madrid de los
setenta era un Madrid que era muy pueblo, se notaba que había mucha
gente que venía del pueblo y que mentalmente todavía estaba en el
pueblo.
Es un tipo de gente que todavía se ven en Madrid, aunque hoy sea
efectivamente la única ciudad realmente anónima y cosmopolita de la
península; sobre todo los viejos, es un tipo de viejo que no ves en
Barcelona. Aquí ves viejas de luto, viejos con alpargatas y con boina
sentados en los parques que serán de pueblo toda su vida.
Eso en los
setenta se notaba mucho, entonces la narradora de mi libro aunque haya
nacido en Madrid se siente muy pueblerina en comparación con los
elegantes y cultos catalanes.(...)
Y el estar en mitad de Castilla, que es un espacio despoblado
y llano. Eso se nota más en el sur de Madrid, porque el norte está
limitado por la sierra.
Es un poco el Far West, vas por el llano y ahí se levanta de pronto
Madrid. Barcelona por eso me sigue pareciendo una ciudad mucho más
bonita y elegante y más refinada, pero Madrid se ha beneficiado de ese
crecimiento y hoy tiene una oferta cultural espléndida. Yo no [me] voy a
mover de Madrid entre otras cosas por eso, aparte de razones más
personales.
Y en cambio Barcelona ha conservado una característica muy
ambivalente, que tiene bueno y tiene malo: no se ha borrado la
distinción entre nosotros y los otros. Eso lo sé muy bien porque en mi
familia hay las dos.
Una parte de mi familia es claramente nosotros, los
catalanes de toda la vida que nunca nos hemos movido de aquí y siempre
hemos sido de ciudad. Y los otros, que son los que han llegado de fuera
con una mano delante y otra detrás, que es mi familia materna, que son
castellanos muertos de hambre." (lavozdebarcelona.com, 27/12/2011)
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