"Feliciana Piris Duque, una comerciante que regenta una pequeña tienda de tejidos en Barcelona, ha sido sancionada con 1.200 euros por la Generalidad de Cataluña por tener un rótulo únicamente en castellano.
Según recoge El Mundo, Piris fue denunciada por una inspectora de la Agencia Catalana de Consumo que, tras tomar fotografías del local, redactó un informe. “Me pidió que redactara los letreros en catalán y castellano, o bien sólo en catalán, tratando de meterme miedo con amenazas de multas. Pero el 80% de mis clientes son personas que no hablan casi nunca en catalán. ¿Por qué tengo que cambiar el cartel de mi negocio o pagar a la Generalidad 1.200 euros? No voy a pasar por el aro. Es un castigo desproporcionado y puede que incluso anticonstitucional”, se queja la denunciada, que ya ha recurrido la multa.
La sanción le fue notificada el pasado 20 de noviembre. “Lo que me está ocurriendo no es justo”, señala Piris.
La Generalidad asegura que le notificó un requerimiento en verano de 2008 dándole dos meses para rotular el cartel ‘al menos, en catalán’ al que no respondió, lo que ella niega. Después, inició un procedimiento sancionador, y fue entonces cuando Feliciana ocultó el rótulo en castellano, en el que se podía leer ‘Textil, hogar y tapicería. Sedas, lanas, sastrería y fantasía’, pero no lo sustituyó por otro en catalán.
“Llegaré hasta el Tribunal Constitucional, si es necesario. Ya no es por el dinero, sino por no ser callada por los nuevos dictadores catalanes“, añade Piris." (lavozdebarcelona.com, 20/01/2010)
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