3/9/09

¿Nuevos? resentimientos de la clase media gallega... y ¿antigüos los de las clase media catalana?

"La gran pregunta es ¿cuál es la temperatura basal de nuestra sociedad acerca del futuro de la lengua gallega?
La respuesta no es ni fácil ni obvia. Desde hace dos años y, sobre todo, desde la pasada campaña electoral, estamos viviendo lo que ha sido el mayor debate público sobre ella en su historia. Lo curioso es que la polémica ha partido de gentes que sienten que el castellano es su idioma y que su espacio se ha ido invadiendo poco a poco por otro al que consideran artificialmente protegido y al que parecen vincular de oficio a los nacionalistas. Es un malestar en nuestra cultura que no deja de producir cierta perplejidad. Se oye un rumor de fondo de resentimiento entre un sector de los castellano hablantes inédito hasta ahora en el país. (...)

Tal vez este nuevo resentimiento del que sectores como Galicia Bilingüe son expresión deba de ser pensado a la luz de este criterio. Es un dato objetivo que la impugnación del decreto que contemplaba la enseñanza en gallego en un 50% y las acusaciones sobre las galescolas fueron potentes palancas de agitación electoral en las manos del PP y de sus medios afines, dentro y fuera de Galicia. (...)

La explicación sociológica usual es que las nuevas clases medias necesitan afianzarse en la distancia respecto a su origen abandonando un idioma vivido como un estigma. Pero lo cierto es que hasta el presente esa posición no se expresaba como abierta animadversión. En realidad, el consenso social sobre el idioma de la era Fraga puede describirse como una inhumación ritual bajo la apariencia de la protección. Que de ahí se haya pasado a sentar las bases de un nuevo consenso que da por finiquitada la necesidad o la amplitud de esa protección da cuenta no sólo de un proceso de sustitución idiomática, sino que es manifestación de tendencias sociales de más largo alcance." (ANTÓN BAAMONDE: Nuevos resentimientos. El País, ed. Galicia, Galicia, 27/07/2009, p. 3)

Nota: El miedo a las clases sociales inferiores es de siempre... produce un resentimiento que se expresa de la misma manera en Cataluña o en Galicia... cuando las clases altas se creen fuertes... "en abierta animadversión"... mediante la imposición de la lengua de los ricos sobre la lengua de los pobres (la imposición del castellano en Galicia, a los trabajadores gallegofalantes... y la del catalán en Cataluña, a los trabajadores castellanofalantes)...

Cuando las clases medias catalanas tenían miedo de que los trabajadores gallegos, andaluces, etc... votasen a partidos estatales... eran catalanes "todos los que vivían y trabajaban en Cataluña"... cuando consiguieron que estos trabajadores se abstuviesen de votar en las elecciones autonómicas... son catalanes quienes hablan catalán... y nadie más.

O sea, "nosotros"... los de toda la vida...



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