El Plan de Normalización Lingüística no es una norma oficial, es un manual para el "fomento e impulso" del catalán desde las instituciones a las empresas, con acento especial en la educación y los medios de comunicación. (...)
En la educación, será "un derecho y garantía" que el catalán sea "la lengua propia del sistema educativo, tanto como lengua vehicular habitual en la docencia como en las actividades no docentes, extraescolares y complementarias", así como de acogida para inmigrantes. La enseñanza se efectuará "en un contexto educativo arraigado en el país (Baleares)".
Cualquier docente "debería poder usar la lengua catalana en cualquier instancia y nivel educativo". Para la universidad pide que "el conocimiento de la lengua catalana figure entre los requisitos lingüísticos del profesorado". Y reclama que "la alfabetización de adultos sea en catalán". La megafonía de los geriátricos debe ser en catalán. Entre los objetivos marcados está "aumentar el uso del catalán y de los referentes simbólicos propios en todos los medios de comunicación" y "concretar mecanismos de control entre los medios patrocinados" por las instituciones.
El plan tiene visos de catecismo y lenguaje doctrinario porque busca que las agencias de los llamados países catalanes "interpreten la realidad a partir del marco referencial simbólico propio". Se "establecerán los criterios editoriales" para los medios públicos que deberán funcionar con un "marco de información autocentrado que tenga en cuenta el conjunto de la comunidad lingüística". Se habla igualmente de la "asesoría y sensibilización" a los periodistas para que "contribuyan a transmitir una idea de nuestra comunidad lingüística positiva y ajustada a sus dimensiones y vitalidad reales".
Los expertos y analistas que opinen en los medios serán objeto de "concienciación y estímulo" para que usen el catalán. Una de las propuestas contempladas es contactar con articulistas y periodistas de prestigio que sean cómplices de la normalización en el ámbito español. Se velará por "la corrección lingüística, la profesionalidad y la sensibilidad cultural de los programas" de los medios. Publicar y emitir en catalán será un requisito para recibir subvenciones públicas y, en general, las ayudas institucionales -desde el deporte a las entidades sociales- quedarán condicionadas por el uso de la lengua en las relaciones, actos y ediciones de medios." (El País, ed. Galicia, España, 04/04/2009, p. 17)
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