23/2/09

Visto este razonamiento, un niño aragonés, de lengua materna catalana, tendrá que aprender en castellano, y punto, digan lo que digan sus padres

"El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha desestimado el recurso interpuesto por una mujer que reclamaba que su hija fuera educada en castellano durante la Educación Infantil en un colegio de Sabadell (Barcelona), y que también pedía que le enviaran todas las circulares en esa lengua.

Según ha informado Europa Press, la Sala sólo ha aceptado su petición de que el colegio, el Sant Josep de Calasanç-Escolàpies, pregunte en la hoja de inscripción por la lengua habitual de la niña, una información que la demandante calificó de “vital importancia para el ejercicio del derecho a recibir la primera enseñanza en esa lengua”.

La mujer sostuvo que “es inconstitucional la previsión de que el catalán sea la lengua vehicular normal de la enseñanza no universitaria” y pidió que se obligue a la Generalidad a proporcionar la primera enseñanza a su hija en su lengua materna.

El tribunal señala que el “bilingüismo integral” es constitucional por lo que no hay que separar a los niños por motivos de lengua. Además, la enseñanza en catalán y castellano garantiza que “todos los niños puedan utilizar normal y correctamente las dos lenguas oficiales al final de la educación obligatoria”, según la sentencia.

En ese sentido, la Sala dice no entender que la demandante califique de “aberrante y discriminatorio” la práctica de que, en preescolar, los niños cuya lengua materna es el castellano reciban clases en catalán y, a petición de los padres, los profesores se dirijan a ellos en castellano. El tribunal considera que de esta forma se logra que los menores “se integren sin dificultad”. (lavozdebarcelona.com, 23/02/2009)

Los tribunales y maestros franquistas también estarían de acuerdo con el hecho de que los padres no pintan nada en la educación de sus hijos pequeños, ni su lengua materna. Sus profesores, que saben hablar perfectamente los dos idiomas, tendrán que olvidar su ética de enseñantes, su deber de salvaguardar los derechos de sus alumnos a aprender en la lengua que les sea más fácil, la materna, allí donde sea posible.

(En París un niño castellano, o catalánparlante, no puede aprender en castellano o catalán, porque su maestro francés no conoce esos idiomas, pero en Cataluña, o Galicia, y afortunadamente, eso no sucede; los profesores pueden enseñar en catalán y castellano, o en gallego y castellano).

Y admitir la razón de los argumentos franquistas, la de que la administración puede obligar a un niño a aprender en la lengua que desee esa administración (la de la Generalitat, en este caso, y antes, la fascista-franquista).

Cousas veredes...

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