24/9/08

El hachazo criminal que rompió la pierna de Maradona convierte a Garakoetxea (especialista en eso) en un héroe nacionalista



"Estas botas son la cara y la cruz del fútbol". Goikoetxea, que exhibe el calzado con el que lesionó a Maradona, evoca el aniversario de la entrada que marcó una época en el fútbol. (…)

"Para comprender lo que ocurrió aquella noche, y lo que siguió, es preciso situar las cosas en su contexto", sugiere Andoni Zubizarreta, inquilino entonces de la portería bilbaína. "La cosa venía de atrás, estalló en aquel momento y se nos escapó de las manos. Dos años antes, Schuster se lesionó tras una entrada de Goiko y estuvo un año parado. A eso se le sumó la rivalidad con el Barcelona, la hegemonía del fútbol vasco

[Real Sociedad y Athletic se habían repartido las tres Ligas anteriores] y lo que el fútbol tenía de reivindicativo en aquellos años, los primeros de la democracia, en que las tensiones políticas eran muy fuertes y todo acababa por mezclarse", razona el ex guardameta.

Maradona sufrió fractura del maléolo perineal y desgarro de los ligamentos lateral interno y sindesmosis del tobillo izquierdo. Cuatro meses de baja. "Se ha vuelto a repetir la misma historia", bramó Núñez. "Lo mínimo que le puede pasar a Goikoetxea es que le sancionen hasta que Diego pueda volver a jugar". (…)

La sanción se comunica el miércoles 28 de septiembre. Esa noche, el Athletic remonta en San Mamés la eliminatoria europea que le enfrenta al Lech Poznan. La Catedral escenifica una ceremonia de desagravio. El partido se convierte en un homenaje a Goiko, que marca un gol y es sacado a hombros por sus compañeros. "Era a todo el pueblo vasco a quien yo sentía gritar", declaró aquella noche.

El central jugó aquel partido con las botas que había estrenado cuatro días antes en el Camp Nou: no se las calzó nunca más. Las guarda en una urna de cristal, en uno de los varios salones del magnífico piso que tiene en Las Arenas, asomado al Cantábrico. "No quiero que esto se malinterprete. No las conservo como el que conserva una pieza de caza. Estas botas simbolizan para mí la cruz y la cara del fútbol, su dualidad: por un lado, el acoso que sufrí tras la lesión de Diego; por el otro, lo emotivo que resultó el homenaje de San Mamés", justifica el ex jugador.” (El País, ed. Galicia, Deportes, 22/09/2008, p. 62/3)

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