“El grave problema que tenemos encima se une a la dificultad de comprensión de lo que está pasando… Por eso resulta tan absurdo el peligroso juego de las Balanzas Fiscales; no tanto por el mensaje que pretenden transmitir como por la incomprensión del nuevo mundo en el que estamos metidos.
El hecho de la elaboración de esas Balanzas pone de manifiesto que se sigue pensando en la empresa de hace cincuenta años, encerrada en su territorio y fabricando en cadena en ese pedazo de tierra que le daba identidad. Pasada la etapa de la localización por razones identi-tarias o de tradición y superada la deslocalización por razones de costes totales, hoy las empresas se han convertido en globalizadas, de tal manera que sus unidades de producción se fabrican segmentadamente allí donde el empresario considera más rentable su beneficio: un tornillo en Brasil, un manguito en China, un cristal en Croacia, etcétera. Atribuir los inputs de esas empresas a determinado territorio es decir medias verdades que siempre son mentiras enteras. De igual forma, las grandes unidades empresariales de nuestro país tienen su sede social en zonas donde se genera el 20% o 25% de sus ventas; el 70% u 80% restante se hace en otras áreas de España. Por cierto, como no podía ser de otra forma, puesto que cuanto más fuerte sea la empresa, más capacidad de penetración en el resto del territorio, de tal suerte que el desarrollo de unos se realiza a costa de la capacidad de compra del resto, en una ecuación directamente proporcional.
La sociedad que se está formando significa el tránsito de la era industrial a la posindustrial, y cuanto antes lo veamos, mejor. (…)
La identidad ha de ser contemplada desde una nueva visión que no tiene nada que ver con el concepto tradicional unido a territorio, lengua y cultura. Hoy la identidad sólo sirve para diferenciar entre ciudadanos digitalizados por edad o por esfuerzo de comprensión y ciudadanos analógicos. No importa dónde nacieron, cuál es su lengua o su cultura. O analógicos o digitales.” (JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA: Crisis y políticos. El País, ed. Galicia, Opinión, 31/07/2008, p. 25)
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