21/5/08

A Ibarretxe se le nota la crueldad (inhumana) del fanático

”El pasado lunes, tras su entrevista con el presidente del Gobierno, el lehendakari del Gobierno vasco mantuvo un encuentro con los medios de comunicación durante la cual dijo:

"Simplemente, no es aceptable que aquellas cuestiones que el presidente Rodríguez Zapatero ha negociado, ha hablado y negociado con ETA-me parece bien, no tengo nada que decir al respecto-, se niegue a negociarlas, se niegue a pactarlas, en este caso con el lehendakari."

La frase de Ibarretxe revela en todo su esplendor la en dos mesas que fue la pieza esencial del proceso de paz, al manifestar que el esbozo de mesa política de Loyola no era tal, que en su opinión, en Loyola se estaba negociando con ETA.

Por otra parte y como parte de la confusión anterior, el lehendakari no acierta a distinguir entre la negociación de un Gobierno con una banda de delincuentes y la negociación política entre representantes de los ciudadanos en democracia. Reclamar para sí el mismo trato que se dispensa a una organización terrorista daría pie a que cualquier ciudadano exija en una comisaría de policía que pongan a su disposición un coche con el argumento de que en no pocas ocasiones, el 'negociador' ha prometido un 'buga' a los atracadores de un banco con rehenes. (…)

Aun dando por buena la limitada visión del mundo real que tiene el lehendakari, aun aceptando (pulpo como animal de compañía) que la negociación con terroristas es como la negociación de un convenio, ¿por qué creerá que en una negociación que no concluye, una de las partes queda obligada por una oferta que no fue aceptada por la otra parte contratante de la primera parte?” (El blog de Santiago González, 21 de mayo de 2008)

“Un buen número, aunque minoritario, de españoles tienen convicciones que son incompatibles con un Gobierno que dependa de los nacionalistas. Esto es así por razones políticas. Pero también por razones morales que se explican con miles de ejemplos.

El último de anteayer: aun a cadáver caliente, el presidente de la autonomía vasca, Juan José Ibarretxe, dijo: “La ciudadanía está realmente asqueada, hasta el gorro, de la violencia de ETA; eso es verdad, pero también de las dificultades de quienes tenemos responsabilidades para buscar caminos, alcanzar la paz y acuerdos políticos para decidir nuestro futuro”.

¿Es posible gobernar con esa coloquialidad abyecta que anuncia que se ha llegado al límite… del gorro. Pero, en especial: ¿es posible gobernar con esa adversativa, con ese pero inicuo, con ese temporizador? Sí, es posible. Lo hace el PSOE y lo hizo el PP.” (Diarios de Arcadi Espada, 16/05/2008)

“Un hombre, Juan Manuel Piñuel, muere asesinado por una bomba de ETA, y otro hombre, Juan José Ibarretxe, la máxima autoridad política de la tierra en que este hombre pierde la vida, analiza el asesinato lamentándose del terrible daño que hacen los terroristas con cada acto criminal a aquellos que desean profundizar en la identidad vasca. Leo semejante análisis en Internet, desde este otro país en el que vivo, y esas palabras se me representan como lo que son, una expresión impúdica de inhumanidad. (…)

Conviene mirar la frase desde lejos, analizarla sin que esté adornada por todos los delirios locales. La frase sola, en crudo. A ver quién es capaz de digerirla. (…)

Cierto es que, como dijo el otro día el guardia civil Leoncio Sanz, del desamparo que sufrieron antaño a los funerales de ahora hay un trecho. Pero aún queda un largo camino. Queda que el pueblo que rodea al lehendakari le afee su frase, que le deje claro que la única identidad sagrada es la de la vida.” (ELVIRA LINDO: Identidad. El País, Última, 21/05/2008)

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