Con todo, Fraga aceptó y reformuló uno de los contenidos del galleguismo y nos dejó un concepto político ideológico, la "autoidentificación", para resolver el problema de identidad de nuestro país: vernos en un espejo propio y aceptarnos. Y también nos dejó un concepto político administrativo: la "administración única", nuestro autogobierno, la autonomía, no entra en contradicción con el Estado sino que forma parte de él, es un continuo político y administrativo constitucional. Aunque eso, siendo cierto, no elimina completamente la conflictividad y las contradicciones de intereses.
El fraguismo fracasó precisamente por el afán totalitario de pretender congelar al país, negar lo diverso e intentar destruir lo que no cabía en su perversa utopía de una Galicia encerrada en un jardín. Pero, como la política gallega hoy no nos ofrece horizonte ni modelo alguno, conviene recordar aquel esfuerzo de Fraga. A cada uno, lo suyo.” (SUSO DE TORO : El modelo de Fraga. El País ed. Galicia, Galicia, 23/03/2008 , p. 4)
Si en conjunto es nefasto ¿Porque a cachitos deja de serlo? El hombre que dirigió el chorro de dinero europeo hacia los caciques, frenando la expansión socioeconómica (entre un 20% y un 40%) que estos fondos permitían, y destruyendo así la posibilidad real de entrar en el primer mundo (¿Para siempre?), tiene al parecer, cosas buenas.
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