El boicot del nacionalismo catalán a los productos catalanes tiene un éxito innegable, y es que no hay como amenazar a los de casa ¡Es tan cómodo!

“La maquinaria nacionalista en Cataluña funciona a la perfección. Un ejemplo de cómo actúa lo tenemos en la chantajista Plataforma per la Llengua.

Mediante sus informes llegan a conclusiones como la siguiente, de 2004 (traducimos):

En los últimos años ha habido un incremento notable de cervezas etiquetadas en catalán. Mientras hace relativamente poco al consumidor le era prácticamente imposible poder consumir cervezas que lo tengan en cuenta como cliente, ahora se puede decir que el consumidor catalán ya puede elegir beber cervezas en catalán. Desde la Plataforma per la Llengua os queremos acercar esta información para facilitaros precisamente el consumo de determinados productos y proponeros que no compréis ni San Miguel ni Estrella Damm, cervezas que aun fabricándose en Cataluña no respetan al consumidor catalán.

El resultado es que la empresa, no sólo cede a las presiones de la plataforma, sino que se convierte en un agente activo más del nacionalismo catalán para evitar ser considerada como una empresa botiflera (traidora a la patria), bien sea mediante la adopción de la simbología nacionalista en sus spots:

O bien participando en el patrocinio de orgías nacionalistas de primer orden:

Por supuesto, el informe de la plataforma de 2007, es mucho más favorable (traducimos):

Aunque se han encontrado nuevos productos como Bock Damm que no se etiquetan en catalán, hay que decir que la evolución observada desde 2001 es muy positiva, y muestra una voluntad clara de aplicar progresivamente una política de responsabilidad con los consumidores y su lengua.

Y, por supuesto, todo subvencionado con dinero público.” (Criterio.es, 14-01-08)