31/1/08

¿Qué es la dichosa inmersión lingüística? ¿Para que sirve realmente?

“La profesora Carmen Leal… en La Vanguardia...:

La inmersión consiste en un cambio de lengua hogar/escuela. Desde el primer día todos los conocimientos se transmiten en una lengua que desconoce el niño. Es una buena forma de aprendizaje de una segunda lengua, pero tiene unos riesgos para el desarrollo intelectual del niño si no cumple una serie de condiciones. En 1965 en Montreal, Lambert aplicó la inmersión a unos niños anglohablantes en francés. Aprendían francés y en francés. Fue un éxito, consiguieron mejor rendimiento intelectual y un nuevo idioma. Trasladado el experimento a Estados Unidos con los hispanos para que aprendiesen inglés, los resultados fueron catastróficos. Ni aprendieron inglés ni su razonamiento lógico mejoró. Lambert estableció tres requisitos para el éxito. Primero, alto nivel sociocultural de los padres; segundo, lengua materna del niño que tenga prestigio; tercero, tratamiento pedagógico específico y voluntario. Ninguna de ellas se cumplen en Catalunya. Ni el nivel sociocultural de todos los padres es alto, ni el castellano tiene prestigio en Catalunya, porque no se emplea para las funciones altas de la sociedad: Parlamento, Administración, docencia, etcétera, ni es voluntario porque no hay elección de lengua.

Las comunidades con lenguas minoritarias que siempre habían escolarizado a los niños en la lengua del Estado, lo mismo que las nuevas naciones procedentes de las antiguas colonias decimonónicas, criticaron a Lambert, que en 1974 elaboró su famosa teoría del bilingüismo aditivo y sustrativo. Se llama aditivo a aquel que manteniendo la propia lengua del niño añade otra lengua como enriquecimiento cultural, y sustrativo a la que no teniendo en cuenta la lengua del niño perteneciente a otro grupo lingüístico se le fuerza a cambiar totalmente la lengua en la escuela. Los programas de inmersión diseñados exclusivamente para castellanohablantes pertenecen a este último grupo. Además, la inmersión en Catalunya es precoz, a los tres años, total y obligatoria. La consecuencia es el descenso del razonamiento lógico y verbal, y un enorme fracaso escolar.

En Las desigualdades del sistema educativo a través del estudio Pisa 2003 se revela que "la lengua hablada en casa esta asociada al rendimiento académico, siendo el alumnado que tiene el catalán como lengua principal el que obtiene unas mayores puntuaciones". Un estudio de Convivencia Cívica da un fracaso en alumnos castellanohablantes del 42,6% frente al 18,6% de los catalanohablantes. Si detraemos de estas cifras la variable económico-social, la influencia de la lengua supone 9 puntos de diferencia. Se argumenta que los catalanohablantes tienen derecho a la diferencia y es cierto, pero ese derecho a la diferencia no presupone diferencia de derechos. Los niños catalanohablantes se escolarizan en su propia lengua, pero los niños castellanohablantes carecen de ese derecho y son el 63%.

Raimond Renard, director de la cátedra de la Unesco para el Desarrollo de las Lenguas, criticó la inmersión en el primer congreso mundial de derechos lingüísticos (Barcelona 1996). El informe Pirls 2006 (Estudio Internacional) dice: "El empleo de lenguas o dialectos diferentes en casa y en la escuela puede causar problemas a los alumnos a la hora de aprender a leer". Y la Unesco dice: "Es axiomático que el mejor medio para enseñar a un niño es su lengua materna".

No se puede primar a la mitad de la población infantil en detrimento de la otra mitad, ni el conocimiento del catalán al desarrollo integral del niño." (La vanguardia, 27-02-07; citado por Criterio, 28-02-07)

Una exposición perfecta. Viene a resultar que en la inmersión lingüística se ahogan los pobres, y nadan (muy bien) los ricos. Nada nuevo.

Por cierto, se suele dar a entender que la inmersión lingüística del nacionalismo franquista (todos en español) fué funesta (desde luego), pero que la inmersión lingüística de vascos y catalanes (todo en vasco, todo en catalán) es magnífica. Pues no, los irreprochables argumentos de la profesora Leal hacen ver que es tan funesta y fascista como la franquista. Porque las tres obligan a aprender la lengua de los señores. A los inmigrantes (charnegos y maketos). Son igual... de miserables.

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