21/12/07

Observación impecable. Si los mitos patrióticos no generaran poder para la élite nacionalista ¡De qué todo el lío!

“La señora Houard, como la llaman por aquí, cansada de asistir desde el sofá de su casa a los rifirrafes entre políticos flamencos y valones lanzó una petición por Internet. En el sucinto texto pedía a la clase política que dejara atrás las diferencias lingüísticas y se ocupara de gobernar. La petición corrió como la pólvora en un país sediento de sentido común y 140.000 belgas la firmaron. (…)
Los flamencos y los valones no se llevan mal. Creo que han sido los políticos los que han sembrado la desconfianza entre las dos comunidades. La gente de la calle no comparte esos problemas", cuenta en francés esta madre de dos hijos.” (M.-CLAIRE HOUARD: "En Bélgica son los políticos los que nos han desunido". El País, ed. Galicia, Última, 11/12/2007)

Si los líderes (en Bélgica, en el País Vasco, Cataluña, Galicia) no obtuviesen más poder acudiendo a la victimología nacionalista, se acabaría la ideología y el partido nacionalista. Si el PNV no obtuviese su hegemonía de la existencia del terrorismo, hace tiempo que los políticos de PNV habrían protegido a los amenazados por ETA. Pero… el PNV prefirió edificar su poder hegemónico. A costa de las víctimas.


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