2/3/23

La riqueza de Cataluña la han hecho, por una parte, los privilegios que les ha dado siempre el Gobierno central, sobre todo en materia fiscal. Por ejemplo, durante casi un siglo, en España solo podías comprar tejidos catalanes. Los tejidos ingleses eran muchísimo mejores y más baratos, pero estaba prohibida su importación. Cataluña se ha hecho a base de privilegios del centralismo... cuando se acaban los privilegios, la burguesía no tiene más remedio que echar mano del nacionalismo... Los primeros gobiernos socialistas y el de Aznar les proporcionaron muchos beneficios. Pero ya no era lo de antes. Ya no era Franco, claro. Entonces imitaron el modelo vasco para sacar dinero del Estado

 "(...) P.- Comentas que desde la izquierda os llamaban «burguesitos». ¿Cuál es tu opinión sobre la burguesía como clase social en la historia?

R.- La burguesía como clase social nace con la Revolución Francesa. Es un momento de transformación que va a construir un mundo entero. Es decir, la burguesía construye el mundo tal y como va a ser prácticamente hasta la Segunda Guerra Mundial. Pero hay grandes diferencias. La burguesía española de la época de la Revolución son cuatro gatos. Es lo más interesante que ha dado el país. Va desde Moratín hasta Goya y la Constitución de Cádiz. Pero es poca gente. No tienen peso social. Inmediatamente, son arrasados por lo propio de este país, que son las malas bestias nacional-eclesiásticas.

En Cataluña tendría que haber habido una burguesía progresista, como la hubo un poquito en Asturias, un poquito en el País Vasco, pero de forma muy débil. Tampoco pudieron producir grandes transformaciones. Inmediatamente fueron comprados por el poder central. Es decir, la riqueza de Cataluña la han hecho, por una parte, los privilegios que les ha dado siempre el Gobierno central, sobre todo en materia fiscal. Por ejemplo, durante casi un siglo, en España solo podías comprar tejidos catalanes. Los tejidos ingleses eran muchísimo mejores y más baratos, pero estaba prohibida su importación. Cataluña se ha hecho a base de privilegios del centralismo, corrupciones múltiples, y una cierta capacidad para hacer trabajar a los demás. A veces, se dice: «Es que los catalanes son muy trabajadores». Saben hacer trabajar a los demás. Pero ellos trabajar, trabajan lo mínimo. Los privilegios del centro y la masa de inmigrantes, sobre todo de Levante y el Sur, son los que hicieron Cataluña. Eso, claro, la burguesía no se lo ha perdonado.

P.- Ya que hemos entrado en el tema de Cataluña, háblanos de la burguesía catalana y de cómo te influyó su cercanía al pujolismo.

R.- Mi caso es un poco especial porque yo soy de familia burguesa, o acomodada. Los conozco demasiado bien como para tomármelos en serio. Pujol siempre ha sido un personaje totalmente repugnante. Muy parecido a mi abuelo. Cuando yo enfermaba en casa, cuando era pequeñito, mis padres me llevaban a casa de los abuelos para que no contagiara a mi hermana. Entonces mi abuelo, en la cama, me ponía la bandera de Cataluña. Yo he dormido mucho tiempo bajo la bandera de Cataluña. Los conozco muy bien. Tienen virtudes. Hay una parte de la burguesía un poco ilustrada, no mucho. No se pueden comparar con la burguesía ilustrada de Sevilla, Madrid, Oviedo o Gijón. Hay una parte un poquito culta, pero en general, son de una ignorancia oceánica. Estuvieron siempre con los regímenes dictatoriales. 

Por ejemplo con Primo de Rivera, quien les dio toda suerte de beneficios. Miguel Primo de Rivera se parecía mucho a Pedro Sánchez. Creía que a los catalanes había que echarles de comer. Y les dio muchísimas cosas. Simultáneamente, tuvo líos con las esposas de todos los burgueses a los que les daba dinero. Es una historia la de Primo de Rivera sobre que algún día se tendrá que hacer una serie de televisión. Fue un personaje increíble, mucho más listo que los catalanes, claro. Se los comió, los devoró. 

Luego, con Franco, la burguesía catalana fue franquista de los pies a la cabeza. Cuando Pujol empieza a hacer su partido, necesita cientos de alcaldes. Todos los alcaldes franquistas fueron alcaldes de Pujol. Todos los cargos medios del franquismo fueron cargos medios de Pujol. Resumiendo, no es una clase social que me sea simpática.

P.- ¿Pierdes la simpatía durante el franquismo o en la fase nacionalista?

R.- No, el nacionalismo es un ornamento. No tuvieron más remedio que echar mano del nacionalismo porque se habían acabado los privilegios. Los primeros gobiernos socialistas y el de Aznar les proporcionaron muchos beneficios. Pero ya no era lo de antes. Ya no era Franco, claro. Entonces imitaron el modelo vasco para sacar dinero del Estado. El nacionalismo ha ido creciendo, se ha ido volviendo cada vez más violento, más agresivo, más exclusivo, más racista, porque se ha convertido en una religión. En este momento, la masa catalana que dice ser nacionalista, en realidad son gente que echa mucho de menos el cristianismo. Necesitan una fe. Necesitan unos líderes carismáticos. Necesitan cargos intermedios, comisarios, o sea, párrocos. Y obedecer. Les gusta obedecer, aunque quemen calles. Aunque quemen Barcelona, lo hacen obedeciendo las órdenes que les dan. Pero el nacionalismo solo se puede curar plantándole cara. Y eso no creo que se vaya a hacer ya nunca. Creo que han ganado, la verdad. (...)"                       (Entrevista a Félix de Azúa, David Mejía, The Objective, 19/02/23)

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