18/8/21

Miseria moral...Torra se puso a llorar una decena de veces durante la pandemia. El entonces presidente necesitó "apoyo psicológico... mientras hipaba, su gestión llevó al descontrol de la pandemia en Cataluña, su ineptitud daba miedo... entre lloro y lloro, no dejó que el ejército desinfectase las residencias, ni de echarle las culpas a Madrittt... si en lugar de llorar se hubiera dedicado a salvar vidas...

 "El entonces presidente Torra lloró casi una decena de veces durante la pandemia cuando estaba confinado en la Casa de los Canónigos por haber dado positivo en covid y necesitó "apoyo psicológico", según explica él mismo en el libro "Las horas graves" (Símbolo Editores).

La primera vez fue el 18 de marzo -la pandemia había estallado sólo unos días antes- cuando confiesa que "lloro. Es la primera vez en tanto tiempo. Lloro en la cama". El miércoles 25 anota: "No puedo más. Subo a la habitación y me pongo a llorar". Incluso llama a uno de sus colaboradores, Pere Cardús, "y cuelgo porque no aguanto las lágrimas".

Al día siguiente "lloro desconsoladamente" y admite que "no puede ser. Estoy entrando en una depresión". Por la noche llama a casa y "tampoco soy capaz de tragarme las lágrimas". "Basta. Mañana llamo a la psicóloga. No puedo continuar así", añade.

El domingo 29 la llama y "no he hecho otra cosa que ponerme a llorar". Torra incluso llora el día antes cuando le llama el ex diputado de la CUP Antonio Baños "para darme ánimos".

El martes día 7 de abril, "me rompo, de nuevo. Hacía días que iba rozando el llanto" y el 15 "me deshago en llanto otra vez, pensando en tantos muertos, tanto dolor!". El 21 lo viene a ver un "psiquiatra del Clínico" y "le explico como puedo este mes que he pasado, los muertos, la responsabilidad, los errores que se han cometido".                   (e-notícies, 14/08/21)

Mientras lloraba pasaba esto:

 "e-notícies : la ineptitud de ERC da miedo. Sus consejeros fracasan contra la epidemia... ¿Es que la Generalitat no hará nada ante este hundimiento económico y social-laboral en Catalunya?.   

 (...) Alba Vergés, ha demostrado su total incapacidad para colaborar en la gestión de la sanidad catalana que, afortunadamente, quedó bajo la competencia del Gobierno de Madrid con la declaración del estado de alarma. Y el consejero de Trabajo y Asuntos Sociales, Chakir El Homrani, se ha escaqueado de la grave crisis de las residencias geriátricas catalanas, un sector que ha demostrado que está absolutamente descontrolado.

Por otra parte, el vicepresidente del Govern, titular de Economía y futuro candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, se está desentendiendo de las graves consecuencias económicas y laborales que ha provocado la emergencia sanitaria. ¿Es que la Generalitat no hará nada ante este hundimiento económico y social-laboral en Catalunya?"
  (e-notícies, 08/04/20)

 "La gestión de Torra lleva al descontrol de la pandemia en Cataluña.

La situación de la pandemia se ha descontrolado en Cataluña en tan solo unas pocas semanas después de que se levantara el estado de alarma y las autonomías recuperaran las competencias en Salud para gestionar los efectos del coronavirus. (...)

El repunte de brotes de coronavirus ya ha pasado a ser por transmisión comunitaria, es decir, que no son casos importados y se ha perdido el rastro de la cadena de transmisión. Lo que reafirma las advertencias que han llegado desde muchos ámbitos: el sistema de rastreo ha tenido problemas serios para realizar el seguimiento de contactos. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lo puso de manifiesto: la Generalitat "llegó tarde" a Lleida y al área metropolitana

La falta de una política preventiva le ha valido al presidente catalán múltiples críticas desde todos los ámbitos, incluida la Cambra de Comerç de Barcelona, ahora en manos de uno de los principales valedores del proceso independentista, el empresario Joan Canadell. Y también las de las patronales Foment del Treball y Pimec que han pedido reiteradamente que se refuercen las medidas de detección y seguimiento de los contagiados para contener la infección para que la repercusión sanitaria y económica sea menor."       (María T. Coca, El Economista, 19/07/20)

"Albert Soler:  La Generalitat no quiere que el ejército desinfecte las residencias... pues si ya está siendo criticado por su gestión del coronavirus, desea evitar en posible las imágenes de soldados del ejército español debiéndose hacer cargo de la situación, y quitándole las castañas del fuego."     (Albert Soler, Diari de Girona, 08/04/20)

 "Torra: "La culpa de la pandemia es de Madrid, es evidente"

 El president de la Generalitat, Quim Torra, ha aprovechado su intetrvención en la sesión de control al president de la Generalitat durante el pleno del Parlament para echar la culpa de la pandemia a la Comunidad de Madrid y explicar así uno de los motivos por los que Cataluña debe independizarse de España.

Debido a la cantidad de casos que se están dando en los últimos días en toda Cataluña, donde se ha tenido que confinar a la comarca de El Segirà, en Lleida, Torra ha hablado de la mala gestión del país con el coronavirus después de las críticas recibidas por su gestión en cuanto a la situación de Lleida:

"La culpa es de Madrid, es evidente. Por eso queremos ser independientes. Todavía no sabemos, y algún día se sabrá, que en España hay el doble de muertos por COVID”, ha dicho. (...)"         (Paula Naveira, AS, 08/07/20)

"El rebrote deja en evidencia la gestión de la Generalitat. La gestión de la llamada nueva normalidad se le está atragantando al Govern y crecen las críticas sobre sus decisiones

No hubo un día del estado de alarma en que el presidente catalán Quim Torra y el Govern no criticaran la recentralización de algunas competencias (que no de la gestión sanitaria, por ejemplo) hecha por el Gobierno para intentar sortear la pandemia. De hecho, su portavoz, Meritxell Budó, llegó a decir que “en una Cataluña independiente habría menos muertos” (...)

La fase 3 de la desescalada en el área metropolitana de Barcelona y Lleida duró solo un día. Aunque se pedían un par de semanas más de prudencia en el contacto físico y las actividades sociales, Torra se apresuró a celebrar que ya no había “usurpación de competencias”. Precisamente, la semana en la que Cataluña entraba en la nueva normalidad, la comarca leridana del Segrià empezaba a experimentar un ligero incremento de casos de covid-19, el germen de los rebrotes que ahora afectan a la zona. En esos días, en los que también Aragón hizo retroceder a la fase 2 a cuatro comarcas colindantes con Lleida por un incremento de contagios entre temporeros, el vicepresident Pere Aragonés llamaba a “llenar las calles” para recuperar la actividad económica y social. En Cataluña la “nueva normalidad” se llamó “la reanudación”.

 La gestión del Govern para hacer frente a los rebrotes, sin embargo, ha lastrado las primeras semanas con las competencias recuperadas tras el fin del estado de alarma: una gestión llena de claroscuros y que ha exacerbado la ya de por sí tensa relación entre los socios del Ejecutivo catalán. La crítica por la supuesta lentitud del Gobierno central en tomar decisiones se le ha devuelto como un bumerán a Torra por la reacción a la situación en Lleida y la comarca del Segrià. (...)

La gestión de los brotes en Cataluña desde el fin del estado de alarma demostró que el sistema de control de la pandemia no estaba preparado. La atención primaria detectaba precozmente, pero el dispositivo era insuficiente para luego seguir las cadenas de transmisión y aislar correctamente a todos los contactos. El Govern ha admitido fallos, sobre todo en el sistema informático encargado de cargar y compartir la información entre todos los actores de la cadena de vigilancia. (...)

Curiosamente, las resoluciones del Govern también adolecen ahora de problemas de interpretación. La ordenanza aprobada, en muchos casos con un redactado muy genérico, dejaba flecos sueltos y los alcaldes denunciaron la “incoherencia” de algunas medidas. Según Colau, el propio Torra reconoció que varios puntos “chirriaban y había que afinarlos”. (...)"                   (Jessica Mouzo , Camilo S. Baquero , El País, 20/07/20)

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