23/7/21

El independentismo se apropia ahora de Beethoven: dicen que su abuela era del Maresme... pero era belga... qué cosas

Óscar Guardingo @oguardingo 

 En respuesta a @arqueoleg

 La flipada no es que digan que la abuela era del Maresme, sino que compuso sus obras con la referencia de 1714.

12:43 p. m. · 19 jul. 2021·Twitter for Android
2 Retweets 21 Me gusta

 "La abuela de Beethoven no era española. El boletín genealógico ‘Die Laterne’ demuestra que la antepasada del compositor nació en Châtelet (Bélgica) y desmonta el bulo difundido en los últimos años.

 Uno de los pocos misterios por esclarecer, dentro del árbol genealógico de Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770 - Viena, 1827), está relacionado con la familia de su abuela paterna, Maria Josepha Ball. Su apellido de soltera se había transcrito erróneamente como Poll o Pohl. Lo demostró, en 1999, Theo Molberg durante un congreso de WGfF, una de las principales asociaciones de genealogistas alemanes. Años después, entre 2008 y 2009, se pudieron localizar sus ancestros. Maria Josepha era hija de Sebastian Ball, un trompetista del príncipe elector, en Bonn, y su madre se llamaba Bernhardina Mengal. 

Pero el registro del bautismo de la abuela de Beethoven seguía sin aparecer y ello alimentó especulaciones disparatadas acerca de una supuesta ascendencia española, que estos días han resurgido gracias a un estudio de Jordi Cos, que fija en el Maresme a los ancestros del compositor.

 Molberg acaba de resolver este enigma en el último número del boletín Die Laterne, que publica en Bonn la referida WGfF. La abuela paterna de Beethoven nació en Châtelet, un municipio belga próximo a la ciudad de Charleroi, donde consta en los registros eclesiásticos su bautismo, el 13 de febrero de 1713. La pista se la había dado su colega de la Universidad de Harvard, Mario Valdés, tras localizar, en Châtelet, la inscripción del matrimonio de sus padres, el 7 de enero de 1712. El hallazgo, que se recoge en el catálogo de la biblioteca de la prestigiosa Beethoven-Haus de Bonn, permite encajar todas las piezas.

Sebastian Ball aparece documentado como trompetista en Bonn, hasta 1701. Más adelante se trasladó a Châtelet para servir en el Regimiento d’Arré. Y allí se casó con Bernhardina Mengal, siendo testigos de su boda dos trompetistas del mismo regimiento. La documentación no solo esclarece el referido nacimiento de la abuela del compositor, en 1713, sino también el traslado de su familia a Bonn, en el verano de 1715, donde vivió el resto de su vida. Allí se casó, en 1733, con Ludwig van Beethoven, el abuelo del compositor, que llegó a ser Kapellmeister del príncipe elector. Y en Bonn también nació su hijo Johann, hacia 1740, el padre de Beethoven, tras dos hijos muertos a muy temprana edad.

 El abuelo del compositor completaba su sueldo con un negocio de vinos que regentaba en casa. Y parece que Maria Josepha tuvo graves problemas de alcoholismo, antes de enviudar, en 1773, y pasar sus dos últimos años de vida recluida en un convento. Todo esto puede leerse en la temprana y monumental biografía en tres tomos, de Alexander W. Thayer, Ludwig van Beethoven’s Leben (1866-1879), que atribuye los problemas de Maria Josepha al hecho de haber perdido todos sus hijos menos uno. Aquí también se indica el famoso sobrenombre de “Der Spagnol” (El español) que le pusieron a Beethoven durante su infancia en Bonn, según recogen las memorias manuscritas de su amigo de la infancia, Gottfried Fischer, redactadas en 1838, once años después de la muerte del compositor.

 Este famoso apelativo, que respondía a su aspecto físico, sirvió al divulgador musical, Andrés Ruiz Tarazona, para esbozar una errónea teoría acerca de un supuesto origen español de la abuela de Beethoven. Lo hizo dentro de su monografía España en los grandes músicos (Siruela, 2018), donde reelabora y amplía varios textos ya publicados. Concretamente, el capítulo de Beethoven es una versión alargada de un artículo, de 1977, en EL PAÍS, al que añade la referida teoría. La fuente donde se apoya esta teoría es la biografía de Beethoven, de 1970, escrita por el guionista y divulgador David Jacobs y asesorada por el musicólogo y profesor de Harvard, Elliot Forbes. Ruiz Tarazona asegura que en ese libro se afirma que Maria Josepha era española. 

Pero no es cierto. Y en la página 12 se indica todo lo contrario: “De hecho, [Beethoven] no era español, sino de ascendencia alemana y flamenca. Originalmente, la familia de su padre procedía de Flandes. La abuela paterna [Maria Josepha] del español [se refiere al sobrenombre de Beethoven], sin embargo, era alemana, al igual que su madre”.

La recepción de este bulo ha tenido nefastas consecuencias. Una de las más disparatadas fue un estudio publicado, en septiembre de 2019, por Cos, tanto en la web de l’Orquestra Simfònica del Vallès como en la fundación cultural Institut Nova Història. En él no sólo asegura que Maria Josepha era catalana, sino que ubica la errónea transcripción de su apellido en el municipio barcelonés de Vilassar de Dalt. Un artículo de El Confidencial ponía este fin de semana el trabajo de Cos como ejemplo de los estudios revisionistas del independentismo catalán para apropiarse de figuras históricas relevantes. (...)"  (Pedro L. Rodríguez, El País, 19/07/21)

"El Institut Nova Historia ve en la antepasada del músico, Maria Josepa Polls, otra represaliada más del Estado 'opresor', y creen que compuso reivindicando su padecimiento.

 El genio de la música Ludwig van Beethoven no era 100 por 100 alemán, sino que por sus venas corría sangre catalana. Así lo sostiene Jordi Cos, músico y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès (una de las más prestigiosas orquestas de Cataluña, dicho sea de paso), a quien el Institut Nova Història (INH) le ha hecho un hueco en su galería de estudiosos revisionistas de la historia. 

El INH es la entidad que agrupa a ‘historiadores’ independentistas partidarios de algunas descabelladas teorías que reivindican como catalanes a Miguel de Cervantes, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón, Erasmo de Rotterdam, William Shakespeare, Santa Teresa de Jesús, Francisco Pizarro, Miguel Servet, el Gran Capitán y decenas de personajes históricos a los que, según su tesis, una gran conjura de Castilla cambió los nombres y ‘castellanizó’ en la mayor operación de falsificación de la historia de la humanidad.

La teoría parte de la base de que una de las abuelas del genio de la música se llamaba Maria Josepa Polls. De hecho, que una de sus abuelas era española ya se conocía, pero los ‘investigadores’ del INH han creado una historia que liga con el ‘procés’, la han hecho independentista y han colgado al músico una serie de acciones antiespañolas en protesta por el padecimiento que el Estado español opresor ocasionó a su antepasada, que tuvo que ‘exiliarse’ tras la Guerra de Sucesión por la represión de España. 

 Su existencia fue documentada por Andrés Ruiz Tarazona en 2018, que descubrió que María Josefa Poll llegó a Bonn, donde conoció a su futuro marido (llamado Ludwig van Beethoven) y se casó en 1733. Murió en 1775, cuando Ludwig van Beethoven (el músico) tenía cinco años. El abuelo era maestro de capilla y ella dio a luz al padre del genio, Johann, que se convertiría en cantante, antes de acabar alcoholizada en una clínica, posiblemente debido al consumo de alcohol en el negocio de tienda de vinos que tenía el matrimonio.

Jordi Cos prescinde de la parte negativa y sitúa la patria chica de María Josefa (a quien rebautiza como Maria Josepa) en Vilassar de Dalt, una localidad de la comarca del Maresme donde, casualmente, tienen casa de veraneo políticos como Jordi Pujol o Artur Mas. ¿Hay algún indicio de esa pertenencia a Vilassar? No. “Su nombre lo insinúa -explica Cos en su texto del INH-. Pero Maria Josepa tiene un apellido común en la villa de Vilassar de Dalt de la época, entre otros pueblos del litoral mediterráneo”. 

Y señala a continuación que el historiador David Jacobs y el profesor de música de Harvard Elliot Forbes “sostienen que Maria Josepa emigró al norte de Europa después de la Guerra de Sucesión en 1714, para acabar casándose con el contante Ludwig van Beethoven, el abuelo homónimo del compositor”. Ese relato es cierto, pero los dos estudiosos norteamericanos jamás ubicaron a la abuela en Cataluña. Es más, en sus teorías dicen sólo que era “española”.Thank you for watching

La venganza de un genio

Con esos mimbres, el estudioso del INH teje una historia épica para demostrar que el compositor alemán era poco menos que un furibundo independentista. "Ahora nos emociona que tras el entusiasmo que Beethoven mostró al recibir el encargo para componer la música para el drama de Goethe 'Egmont' (1810) no sólo porque sentía admiración por el autor y pensador alemán", dice el texto. El motivo, según afirma el autor, era mucho más heroico: "El relato sobre la lucha del héroe de Flandes por la libertad de su pueblo contra la dominación española habrían reavivado en el compositor el recuerdo de sus raíces y los padecimientos que su abuela aprendió a conservar en alcohol detrás del mostrador de la tienda de vinos que regentaba su esposo".

 El músico alemán se convierte, así, en un supuesto abanderado de la lucha contra la opresión española. Para el musicólogo catalán, “no era la primera vez que Beethoven introducía a España como parte sospechosa en una lucha por la libertad. Cinco años atrás escogió la ciudad de Sevilla como marco para la acción para ‘Fidelio’ (1805), la única ópera del compositor, un canto de libertad consagrado a los ideales de la Revolución Francesa”. La teoría independentista es que Beethoven dejó constancia en sus cuadernos de conversaciones "de su interés por el pronunciamiento antiabsolutista del general Riego en Cabezas de San Juan, la Sevilla de ‘Fidelio’, en defensa de la Constitución de 1812".

 A partir de ahí, relaciona sentimentalmente las ansias de libertad del músico con la crítica antiespañola y la muerte del general Riego en la horca en 1823. Y es esta última, según Cos, la que le permite “encontrar el encaje de la música con el texto del poema ‘Oda a la libertad’, de Schiller, reconvertido por el mismo autor en la ‘Oda a la Alegría’ para eludir las tijeras de la censura austriaca”. En otras palabras, que la Novena Sinfonía fue producto del enconamiento que uno de los mejores compositores de todos los tiempos tenía en contra de la opresora España.

El sambenito del independentismo

En esta historia alucinante, hay un detalle que al independentismo no se le pasa por alto, pero sobre el que prefiere no incidir: A Beethoven le llamaban 'El español'. O al menos así lo afirmaba en sus memorias Gotfried Fischer, hijo del propietario de la casa donde vivían los padres del compositor en Bonn. "Los atributos más estandarizados del modelo español, es decir, físico robusto, una estatura más baja de lo normal y la piel morena contribuyeron a apuntalar a los ojos de los otros el hecho de ser nieto de la ‘iaia’ Maria Josepa", añade Jordi Cos. 

Además, como apunta el ‘estudioso’ del INH, la historia del compositor tiene "regusto ibérico", ya que "murió en 1827 en su último domicilio, un antiguo monasterio de monjes españoles, conocido por este hecho como la 'Casa del español Moreno'". Así, por más que el independentismo reivindique la figura del genio como afín a sus teorías, nadie le podrá quitar el sambenito de que de puertas afuera el compositor fuese conocido como ‘el español’ y no ‘el catalán’.

 A pesar de sus sospechosas (y a veces disparatadas) teorías, el INH goza de amplias simpatías entre la clase política catalana. El propio Jordi Pujol envió a la entidad una carta ensalzando a sus ‘investigadores’ y animándoles a seguir por el camino del revisionismo. Y otros dirigentes políticos han aplaudido sus informes dándoles una pátina de veracidad que es puesta en duda por otros historiadores independentistas serios. Entre esos políticos, está el actual diputado de JxCat y expresidente de la Cámara de comercio de Barcelona Joan Canadell

El exconsejero convergente Josep Rull, recientemente indultado, es otro de los fans de del INH, lo mismo que el diputado Ramon Tremosa (exeurodiputado de CiU y exconsejero de Empresa hasta hace poco más de un mes). Otros defensores del instituto son el exeurodiputado republicano Josep Maria Terricabras, Núria Cadenas, presidenta de Solidaritat Catalana per la Independència o Toni Strubell, exdiputado de este último partido. El exvicepresidente Josep Lluís Carod-Rovira también participó en algunos de sus actos.

ERC le concedió a la entidad (denostada por los historiadores independentistas serios) el Premio Nacional President Lluís Companys, un galardón que otorga la agrupación republicana de Sants-Montjuïc “por su labor de investigación, estudio y divulgación de la historia de Cataluña, con un carácter iconoclasta e innovador, explotando al máximo las posibilidades de interacción, participación e internacionalización de los estudios, y por su compromiso con el conocimiento de la historia de Cataluña”.                  (Antonio Fernández, El Confidencial, 18/07/21)

No hay comentarios: