20/7/20

Juan Marsé: el escritor señalado por el nacionalismo catalán

"En una Barcelona donde el relato oficial escrito por su oportunista burguesía siempre ha despreciado la prosa cotidiana de la calle, tan alejada de sus delirios provincianos de grandeza, Juan Marsé retrató frase a frase, novela a novela, puñetazo a puñetazo el universo sentimental de una ciudad mestiza, por portuaria y Mediterránea, que tantos han intentado someter y siempre fracasaron. 

Aquella urbe inquieta que se revolvía en barrios como El Carmelo, Horta, el Guinardó, Poble Sec... Eternas confluencias de acentos y biografías que durante la triste postguerra, la desmemoriada Transición y la orgía olímpica, pero también en los recientes años del locoide proceso independentista, siempre les ha tocado el papel de observadoras de las fiestas celebradas en pérgolas y jardines donde bailan las infinitas Teresas. 

Con la rapidez y la fuerza de los cronistas alejados de toda academia, Marsé escribió la gran (grandes) novela de la Barcelona charnega y perdedora, un horizonte mitológico en el que muchos perecieron al intentar alcanzarlo, y con el que sedujo a miles de lectores que, con el paso del tiempo y la instauración del Pujolato, descubrieron el valor subversivo de la palabra escrita. 

Sin quererlo pero sin rehuir el enfrentamiento, con la arrogancia de un chico de barrio frente a cualquier autoridad, Marsé fue señalado por el nacionalismo catalán como un obstáculo en el proceso de construcción de la Cataluña ideal -un partido, una lengua, una religión-, donde su castellano hijo del bilingüismo y rico en metáforas, y esa retahíla de personajes fronterizos con los que llenó el imaginario barcelonés, fueron considerados poco menos que versos satánicos.

"Yo no soy nacionalista y todas las banderas me repugnan. Con mi huerto me basta", declaró en plena revuelta independentista de una Cataluña oficial que siempre lo consideró poco más que una nota el pie de página. 

Libre y orgulloso, asumió el precio de no bajar la cerviz ante el poder. Ni una felicitación pública tras recibir el Premio Cervantes, ni un aplauso, ni un simple gesto de reconocimiento a su escritura de largo recorrido recibió Marsé de unas instituciones que se desvivían en convertir al último pelota subvencionado del pujolismo en candidato fallido a premio Nobel. «¿Marsé escritor catalán?», se preguntaba un exdirigente de ERC metido ahora a agitador cibernético. Una falta de reconocimiento institucional, sin apenas espacio en TV3 -la pieza que anunciaba su muerte empezaba señalando, como inevitable reprimenda del profesor al niño descarriado, que no escribía en catalán pese "a ser su lengua materna"-, al tiempo que orillado de los planes de estudios con los que la Generalitat ha ido moldeando a sus juventudes, regaló a Marsé la maravillosa atracción del escritor maldito. 

Recuerdo que a finales de los años 90, en los colegios de la zona alta de la capital catalana, en los que estudian todavía las eternas Teresas y donde de vez en cuando deambula emboscado algún pijoaparte al que partirán el corazón con un frío mensaje telefónico, cómo circulaban las obras de Marsé de mano en mano, como las de Céline, Kerouac, Salinger, Gide o Sagarra... Pasaban de mano en mano como preciado material de lectura para todo adolescente sediento de literatura y calle.

De esta forma, con viejas ediciones de Si te dicen que caí, Un día volveré y El embrujo de Shanghai metidas en los bolsillos de americanas confeccionadas en Groc, robadas de los armarios de nuestros padres, nos lanzamos sin parachoques a vivir la Barcelona de Juan Marsé. Tan real y ficticia, como los sueños y pesadillas que nos acechan."                  (Iñaki Ellacuría, El Mundo, 19/07/20)


 "Marsé fallece en medio del vacío oficial. Escribir en castellano en Cataluña lo alejó de los círculos institucionales.

El escritor barcelonés Juan Marsé ha fallecido esta madrugada a los 87 años en el Hospital de Sant Pau. Fue una de las figuras más relevantes de la llamada 'Generación de los 50', junto con Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix o Eduardo Mendoza.

Marsé -que realmente se llamaba Juan Faneca Roca- es autor de obras como 'Últimas tardes con Teresa', 'Ronda de Guinardó', 'Si te dicen que caí' o 'El embrujo de Shanghai' y se le considera uno de los cronistas literarios de la Barcelona de posguerra.

Juan Marsé ha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera, entre los que destacan el premio Planeta 1978, el premio Ciudad de Barcelona 1985 y el Premio Cervantes 2008, el más importante en lengua castellana."             (e-notícies, 19/07/20)

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