"Iberolux, la unión de España y Portugal en un nuevo ente al
estilo del Benelux, es la propuesta del alcalde de Oporto, el
independiente Rui Moreira (Oporto, 1956). Alcalde de la ciudad desde
2013, presidió el fin de semana pasado la celebración del Cities Forum 2020 en su ciudad.
En ese contexto pidió una colaboración más estrecha entre los dos
países. “Durante decenas de años vivimos de espaldas, con enormes
desconfianzas. Felizmente, esa realidad ya no existe hoy”, declaró a la
agencia Efe. “Hablamos un idioma que no es el mismo, pero que lo
entendemos; tenemos un espacio iberoamericano que es esencial para ambos
países; falta hacer el trabajo de construir el Iberolux”.
En la vida diaria, Moreira ya dirige una ciudad que practica diariamente el iberoluxing.
El mayor número de turistas son españoles, y no solo gallegos. Los
catalanes, por ejemplo, llenaron la Fundación Serralves con ocasión de
la muestra inédita de Miró; los madrileños aumentaron también sus
visitas a raíz del fichaje de Casillas por el primer equipo de la
ciudad; los aeropuertos de Vigo y de Oporto se usan indistintamente por
españoles y portugueses, según la conveniencia de horarios, rutas y
hasta climatología. “Son buenos turistas, pues les gusta hacer compras,
comer y beber”, añadió el alcalde.
Bélgica, Holanda y Luxemburgo constituyeron una unión
aduanera, llamada Benelux, en 1944, antes de la fundación de la UE, y la
ampliaron en 1958 a una unión económica mediante un tratado. La idea de
una unión hispanoportuguesa dentro de la UE no es original ni nueva,
pues data del siglo XVIII, aunque sin —como se ve— prosperar. Así como
muchos intelectuales la han proclamado abiertamente —de Fernando Pessoa a
José Saramago o Lobo Antunes, por parte lusa, y de Unamuno a Ortega y Gasset—, también muchos políticos —en la intimidad— cuentan las ventajas de esa unidad.
Sin embargo, nunca ningún partido político —ni de un lado ni del otro
de la frontera— se ha atrevido a concurrir a las elecciones proponiendo
la formación de un Iberolux o una Iberia. La única excepción ha sido el Partido Ibérico, formado en 2015 en Castilla-La Mancha
para concurrir a las elecciones, sin éxito alguno. Entonces el fundador
ya dijo que la iniciativa no partía de los Estados, "sino del
sentimiento de unión de los ciudadanos".
Moreira quiere reverdecerlo con el nombre de Iberolux. “El proyecto
europeo está vivo y con buena salud y tiene ahora nuevas apuestas”,
añadió el alcalde, como sería que los dos países del sur de Europa
avanzasen con una cooperación más estrecha. Para él ya no existen
fronteras entre el norte de Portugal y Galicia, una comunidad en donde,
al igual que en Extremadura, estudian portugués miles de escolares
españoles. “Un argumento más para la creación de Iberolux”. (Javier Martín, El País, 05/02/20)
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