20/11/19

Xavier Rius, director de e-notícies: El mundo indepe vive en otro mundo, una realidad paralela, la dimensión desconocida... me pregunto si es disonancia cognitiva, inconsciencia, irresponsabilidad o directamente jeta...

"Viven en otro mundo, una realidad paralela, la dimensión desconocida.

Ya expliqué en otro artículo -a partir de una intervención del consejero de Políticas Digitales en el Parlament- la distancia entre lo que dicen y lo que es. 


Como generan fake news, posverdades, verdades a medias, ilusiones e incluso esperanzas para sus electores. El proceso siempre ha tenido los pies de barro.

Pero el titular de Territorio, Damià Calvet, ha vuelto a dar este martes -en calidad de portavoz del Govern por ausencia de Meritxell Budó- otro ejemplo de esta burbuja en la que viven.


Valga decir que el consejero ha empezado refiriéndose al informe de Amnistía Internacional sobre la sentencia del Supremo.

Llevaban carrerilla porque lo avanzó el sábado Vilaweb -al menos la parte que le interesaba- e incluso fue recogido por el Telenotícies noche como la noticia del día. La mano de David Bassa, el jefe de informativos de TV3, es alargada.

Calvet ha empezado enfatizando que la ONG es de “abasto planetario”. En efecto, ha dicho “planetario”, no “mundial”.


Parece que sus informes llegan hasta Plutón y probablemente más allá de la Vía Láctea.

Luego ha asegurado que es “muy claro, muy contundente, muy explícito”.

Lo celebro porque el citado informe afirma también que no ha hallado “ningún factor que indicara que el juicio en su conjunto fuera injusto”.

“Aunque es evidente -añade- que la interpretación que hizo el Tribunal Supremo del delito de sedición fue excesivamente amplia y se tradujo en la criminalización de unos actos de protesta legítimos”.

A continuación el consejero ha asegurado que “hay normalidad en la actividad económica del país”.


Todo ello después que el pesidente de Seat, Luca de Meo, afirmara en una entrevista en La Vanguardia el pasado domingo que “nos preocupa que un corte de carretera nos obligue a parar la planta”


Al día siguient advirtió que “si esto sigue así, el grupo tiene plantas en casi toda Europa”. Más claro, agua.

Pero, más allá de la opinión del primer ejecutivo de Seat, podemos remitirnos a los hechos más que a las declaraciones.

Al fin y al cabo tampoco es normal cortar la frontera con Francia tres días o la AP-7 a su paso por Salt durante quince horas.

Sin que, por cierto, los Mossos intervinieran. No es que no hicieran detenciones. Es que ni tan sólo hicieron identificaciones.

En una operación de blanqueo, TV3 dedicó el domingo un 30 Minuts -en realidad fueron cuartenta- a Tusnami Democràtic (sic).


En el publirreportaje se veía claramente que los Mossos indicaban a los manifestantes como salir de la autopista y alcanzar la carretera nacional por un sendero.

Más cosas: el consejero ha negado igualmente que “haya un problema de convivencia en el país” -que por otra parte es lo que piensa Pedro Sánchez y Pablo Igleisas-.

Ya puestos también Jaume Asens porque, a la espera de ministerio, no se le ha oído critica alguna al cabeza de lista de los Comunesl.


Y que hay una “mayoría de indepedendentistas” tras las últimas elecciones generales.

Es cierto que son 23 diputados a favor (ERC, JxCAT y la CUP) frente a 18 (PSC, Vox, PP y Ciudadanos) pero tampoco es para tirar cohetes.


El número de indepes ha bajado del 47% en las elecciones al Parlament al 42% de las elecciones al Congreso auque siempre digo que no pueden extrapolarse los resultados.

Ha insistido, por otra parte, en un “diálgo entre Catalunya y España”. A veces pienso que todo el proceso ha sido un ataque de cuernos, que lo que querían es eso: una relación bilateral. Ser recibidos como el jefe de un estado extranjero en La Moncloa.

Pero para que vean las contradicciones en las que caen, incluso Damià Calvet, se ha quejado de “la falta de inversiones” del Estado en materia de infraestructuras.


Estoy de acuerdo -el maldito enlace de Castellbisbal entre la autovía y la autopista lo paralizó por ejemplo José Blanco- pero: ¿nos vamos o nos nos vamos, consejero?

Porque si nos vamos no podemos pedir al Estado opresor que, además, nos haga al corredor mediterráneo.

Ha llegado a decir, para estupefacción mía porque le conozco hace muchos años y pensaba que era persona juiciosa y cabal, que “no veo minstros franceses pidiendo disculpas por los los chalecos amarillos”.


Y es cierto. Pero los ministros galos no van alentando protestas o mirando hacia otro lado en caso de producirse.

Entonces no he podido más y le he preguntado si le proceso ha valido la pena.

Reconozco que la pregunta ha sido un pelín larga -algunos argumentos los reproduzco aquí- pero el consejero al menos me ha contestado. No como el presidente Torra, que escabulló el bulto.


Y sí: en su opinión “ha valido la prensa”.


Todo para “convertirnos en el mejor país posible”, “una república indpendiente”, etc.

Por supuesto considera que la sentencia del Supremo es injusta porque los condenados son “demócratas, pacifistas e inocentes”.

Dejaré a juicio de los lectores las dos últimas calificaciones pero no la primera: ¿qué pasa, consejero? ¿el resto no somos demócratas?


Ha reiterado que el proceso ha sido necesario “para poder seguir adelante” y, lo que es mejor, “para preguntar a la gente”

Uno de los grandes mantras de la transición nacional: que ha servido para contarnos.

Para eso no hacía falta marear la perdiz durante siete años

Basta con los resultados de las eleccions al Parlament: 47,5% en las del 2017 y 47,8% en las del 2015.


¡No han conseguido ensanchar la base social ni con TV3, Catalunya Radio y Rac1 volcadas!

Luego, Damià Calvet ha entado en una nueva fase. ¡Cómo ha cambiado el lenguaje! ¡La batalla del relato!.

Ahora ya no hablan de independencia ni de DUI ni de República. Ahora se trata de salvar los muebles.


El objetivo es “reiniciar con contundencia el diálgo y la negociación”.

¿Diálogo y negociación para qué? ¿Para intentar sacar a los presos? Hasta uno de los lemas electorales de ERC en la reciente campaña era “Amnistía”.

Estoy de acuerdo con el diálogo pero antes tienen que hacer autocrítica.

Y tampoco tengo claro que Torra quiera diálogo. Ayer mismo, en el juicio, dijo “queremos culminar nuestro proceso de independencia”.


Esto no es diálogo. Es poner a la otra parte entre la espada y la pared.

El Estado nunca lo aceptará. Sea el presidente del Gobierno del PSOE o del PP. Y si me apuran hasta de Podemos. Aunque espero no ver esto último.

Hemos vuelto al punto de partida. A la línea de salida.

Pero estamos peor porque los daños institucionales, políticos, económicos, sociales e incluso morales han sido enormes.


Todavía le dio tiempo a Damià Calvet para recurrir a otra posverdad: la de que el 80% quiere un referéndum.

Como saben los que tienen la inmensa paciencia de seguirme -gracias: ya somos 26.000 en YouTube- saben que sale de una encuesta de La Vanguardia y otra de Rac1 del 2012. Luego de otra del diario Ara.


El titular de Territorio ha incurrido aún en dos contradicciones más a raíz del plante de Quim Torra al acto de Foment del Treball.

“El presidente de la Generalitat es el representante del Estado en Catalunya”, ha recordado.

Y es cierto. En su época lo reivindicaba hasta Pujol.

Pero en qué quedamos, ¿queremos romper con el Estado o representar al Estado?

El representante del Estado en Catalunya no iría, por otra parte, haciendo feos ni al Rey ni a su hija.

Y finalmente, sobre la Plaza Universidad, se ha sacado las pulgas de encima pero ha asegurado que el Govern espera que “todo se desarrolle con la máxima corrección posible”.

“¿La maxima corrección posible”? ¿Ha dicho eso, me he preguntado? He estado incluso a punto de pellizcarme por si estaba soñando.


Llevan tres semanas acampados en la Plaza Universidad, cortando el tráfico de dos vías tan importantes como la Gran Via y la Ronda Sant Antoni, los de la CUP y las JERC se llevaron la pasta y ha habido incluso una violación ¿y todavía habla de la “maxima corrección posible”?


¿En qué país vivimos?. No, peor: ¿En qué mundo viven?


Y que conste que el consejero Calvet -junto a Jordi Puigneró, con el que escalaba montañas para pedir la libertad de los presos- procede del sector privado.


Ambos han desempeñado antes cargos políticos e instiutucionales antes de llegar a lo más alto.


Pero me pregunto si es disonancia cognitiva, inconsciencia, irresponsabilidad o directamente jeta."                (Xavier Rius, director de e-notícies, 19/11/19)

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