"Recordaréis que la columna de Javier Cercas titulada «La gran traición»
causó un gran escándalo entre esos señores que dicen aceptar de buen
grado la pluralidad de opiniones y después perpetran artículos para
demostrar que es mentira y, además, la respuesta tiene el nivel de un niño de cinco años; y perdón para los niños porque ni se les ocurriría.
Este miércoles (día 26 de junio), Javier Cercas estaba en la SER
e, inquirido por Pepa Bueno sobre esa columna, habló con total
claridad, en unos términos que vale la pena reproducir, tanto el corte
de audio como por escrito porque, con los matices de siempre, aspectos
en que se coincidirá y otros que no, me parece un buen compendio de las
ideas base que desprende el conjunto de muchos de los comentarios que
estos días he leído en el blog (gracias a todos, como siempre).
El corte que destaco del discurso de Cercas dice así (en la parte inferior tenéis el audio):
«Ahora bien, llegó un momento -el
momento de la verdad siempre llega- en septiembre y octubre de dos mil
diecisiete, en el que supimos, sin posibilidad de duda, que no éramos
catalanes, que no computábamos como catalanes.
Es decir, que no bastaba con vivir y
trabajar en Cataluña y querer ser catalán como lo hemos querido ser, o
como yo lo he querido ser, y como tantísimos otros, sino que además
había que ser separatista. Y esa es la palabra, independentista no es la
palabra, la palabra es separatista. Lo que se quiere aquí es la
separación, no la independencia; la independencia es una fantasía, la
separación es más o menos una realidad.
Y no éramos catalanes por un motivo,
por una evidencia flagrante, flagrante. Y es que, en primer lugar, los
sucesivos gobiernos separatistas hablan en nombre de toda Cataluña por
sistema y, en segundo lugar, y como consecuencia de esto, en realidad
plantean que el problema que vivimos aquí es un problema entre Cataluña y
España y esto es falso. El problema es un problema entre catalanes, más
de la mitad de los cuales, repito, más de la mitad de los cuales hemos
dicho por activa, por pasiva, en elecciones consecutivas de todos los
tipos, que no queremos la separación.
Pero esto parece que no, que no
cuenta, que no existe y se sigue hablando de -no solamente los
separatistas, sino mucha otra gente- de esto es un problema entre
Cataluña y España. Y esto es falso. O sea, nosotros hemos sido
fieles, te lo repito, al pacto fundacional de la Cataluña democrática y
aquí ha habido unos gobiernos, sucesivos gobiernos separatistas, que han
roto ese pacto y que han dicho que eso no contaba, que ya no servía. Y
eso sólo tiene una palabra: se llama traición.
Y el resultado de eso es lo que estamos
viendo ahora, es decir, que Cataluña está dividida. Ya sé -no sé qué
opinará Enric Juliana, estoy seguro que está de acuerdo conmigo al menos
en esto-, ya sé que hay gente que dice Cataluña no está dividida. Eso
ponerse una venda en los ojos, es decir, ¿sabes por qué? porque lo peor
es que si tú no reconoces que tienes un problema no lo puedes
solucionar. Y ese es el problema, que aquí no se reconoce el problema»
CONCLUSIÓN. Lo de siempre: no es
necesario estar de acuerdo con todo el discurso de Javier Cercas.
Matices, sutilezas, discrepancias, etcétera, son irrelevantes frente al
núcleo central de la idea transmitida: quien no es separatista, queda
expulsado de la ciudadanía." (Cita Falsa, 29/06/19)
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