20/11/18

Los oprimidos, hoy, en Cataluña mayormente hablan castellano, se sienten españoles y son trabajadores, su rebeldía es la misma de los que luchan por la igualdad en toda España. Nada que ver con el nacional-secesionismo de Puigdemon y Torra...

"(...) España es un Estado democrático y de derecho, le pese a quien le pese, homologable a los demás países europeos, en lo bueno y en lo malo, en sus aciertos y en sus errores. A modo de ejemplo: a mí no me gusta el sistema electoral español y lo he denunciado repetidamente; pero lo prefiero, con sus defectos, al sistema francés o británico, claramente mayoritarios. (...)

Así, pues, no es aceptable la rebelión del nacional-secesionismo contra el Estado. No es aceptable ni éticamente –los motivos aducidos son falsos y el relato falaz– ni legítimamente

 ¿Cómo se puede rebelar una institución contra aquella otra que le da sentido y legitima? La Generalitat y el Parlament existen porque la Constitución Española del 78 los declara y ampara. (...)

 No hay legitimidad ni legalidad en esa rebeldía. No es una rebeldía de los oprimidos en Cataluña, es una rebelión de sus elites.

Los oprimidos, hoy, en Cataluña mayormente hablan castellano, se sienten españoles y son trabajadores, su rebeldía es la misma de los que luchan por la igualdad en toda España. Nada que ver con el nacional-secesionismo de Puigdemon y Torra.

En España no hay soberanías originarias, a no ser que nos retrotraigamos a los Reinos de Taifas. Ya en nuestra primera Constitución, la de 1812, se declaran nulos lo fueros territoriales.

Así, pues, los detenidos preventivamente, por su probabilidad de fuga, a los que la fiscalía ha calificado sus delitos como rebelión, han de ser juzgados dentro del ordenamiento jurídico establecido y serán los jueces los que determinen si ese fue su delito y el grado del mismo.

 Luego, cada cual podrá opinar en uso de su libertad de expresión. En mi caso, no hay duda: hubo rebelión y hubo violencia.

Lo que es del todo inaceptable es intentar forzar al Estado a saltarse el sistema de división de poderes. Resulta muy penoso observar la poca visión de Estado que en estos momentos mantiene el gobierno al forzar a que la Abogacía del Estado rebaje las peticiones a los delitos de sedición… Un gesto que nadie le ha agradecido; es más, parece que le mordieron la mano extendida, a tenor de las palabras de Torra. (...)"                      

 (Vicente Serrano, miembro del Grupo Promotor de IZQUIERDA EN POSITIVO , Crónica Popular, 10/11/18)

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