13/11/18

Director de e-notícies: Junts pel Sí estaban en estado de “conmoción” por los resultados de unas elecciones que habían anunciado repetidamente como “plebiscitarias”... “Oriol Soler -que era el director de campaña- conminó a dejar claro que se había ganado y que el programa había obtenido aval de los catalanes”... “No era verdad”, añade el autor. Pero Mas salió y lanzó aquel mensaje de “hem guanyat, hemos ganado"... ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué engañaron al personal?... “El show debe continuar", se justifica el alto cargo... Debería darles vergüenza. A todos. ¡Lo hicieron por el pastel! ¡Por la pasta! ¡Por los cargos! ¡Por las nóminas!... Ahora ya nadie duda de que Catalunya esta dividida por la mitad... Podemos llegar a las manos...

"Uno de los momentos más sublimes del Salvados dedicado al procés fue cuando Mas dijo: “Quien siembra vientos, recoge tempestades”.

Bueno, hubo otros.

El propio Mas diciendo que la culpa fue de la gente, que se lo creyó. Anna Gabriel que ya sabía que la República no sería efectiva. Toni Comín en su línea: echando balones fuera.

¡Pero que lo diga él, precisamente él!

¡El hombre que inventó el proceso!

En el pleno realizado en el Parlament tras la sentencia del TC sobre el Estatut afirmó que había que iniciar un nuevo camino -en alusión al derecho a decidir- pero “evitando al máximo las fracturas sociales dentro de Catalunya.”

¡Si se decuida!

No hay duda de que lo ha conseguido.

Mas acertó de lleno en la predicción. Lástima que sea uno de los responsables.

El país esta esquerdat, polarizado, centrifugado.

Como la colada tras pasar por un programa de secado de la lavadora, que se queda pegada al tambor.
Recuerdo que, en el Dinar Cambra del 28 de noviembre del 2016, admitió por primera vez públicamente que “no hemos ganado”.

Con un pelín de retraso respecto a las elcciones del 27-S: más de un año. Entonces la CUP ya lo había enviado a la "papelera de la historia".

Aunque, todo hay que decirlo, la frase de Benet Salellas, no fue muy original.  (...)

El viernes pasado, a preguntas de Lidia Heredia en TV3, el exlíder de CiU todavía tuvo la jeta de decir que no habían reconocido la falta de mayoría social porque “no me lo preguntó nadie”.

¿Cómo que no? En la misma noche electoral, Junts pel Sí estaban en estado de “conmoción” por los resultados de unas elecciones que habían anunciado repetidamente como “plebiscitarias” y que se habían quedado cortos.

Lo cuenta el que era entonces Secretario de Comunicación del Govern, Josep Martí Blanch, en su libro sobre el proceso.

“Oriol Soler -que era el director de campaña- conminó a dejar claro que se había ganado y que el programa había obtenido aval de los catalanes”, explica (1)

“No era verdad”, añade el autor. Pero Mas salió y lanzó aquel mensaje de “hem guanyat, hemos ganado, we have won, nous avons gagné!"

¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué engañaron al personal?

“El show debe continuar", se justifica el alto cargo, que estuvo en el ajo durante cinco años.
Debería darles vergüenza. A todos.

¡Lo hicieron por el pastel! ¡Por la pasta! ¡Por los cargos! ¡Por las nóminas! ¡Por las asesorías! ¡Por las embajadas! ¡Por las canonjías!

¡Han puesto en peligro la cohesión interna de este país simplemente porque querían continuar en el poder!

Ahora ya nadie duda de que Catalunya esta dividida por la mitad. Dos mitades irreconciliables que pueden llegar a las manos. En la calle o hasta en el Parlament.
Sólo hace falta ver los últimos plenos.

Como aquellos parlamentos de países remotos -Ucrania o Sudáfrica- cuyas sesiones han acabado en trifulcas

Parece que ya sólo es cuestión de tiempo.

¡Y Mas todavía sonrie!"                    (Xavier Rius, director de e-notícies, 11/11/18)

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