"1- Hola. Parlament. Aquí, pelando la pava esperando que empiece la
sesión de investidura. Se trata de la cuarta sesión de investidura
convocada tras las elecciones, la segunda que finalmente se celebra, el
cuarto candidato que se propone.(...)
4- La pregunta es, ¿por qué Puigde ha nombrado a Torra, ese pollo, candidato?
5- Les hago un pequeño perfil. Torra es abogado.(...) Participa, en fin, de una tradición con orígenes antiguos, como algún
genio que en los años 20 habló de "etnia" y "estirpe" cat, siempre en
peligro de mezcla, o como el fascismo cat de los hermanos Badía –Torra
ha asistido a alguno de los homenajes que se hacen anualmente a esos
dos, conmemorando su muerte a manos de un pistolero de la CNT; en esos
actos suele haber uniformados de pardo, haciendo guardia ante los
luceros y mirando al vacío con esos ojos, repletos de la esperanza de
una nación, que se le pone a una vaca cuando ve llover, o a un humano
cuando observa el espacio vital del Este, por estrenar–.
Pero el origen
más para acá de esa dinámica es una novela, por otra parte sensacional,
muy buena, colosal –Incerta glòria, de Joan Sales, 1956–. Una
comunidad de lectores, por lo visto, en proyección, han visto en esa
novela existencial sobre anarquistas cat en el frente de Aragón la
génesis de la percepción de la Guerra Civil como una guerra en la que
Cat defendió sus fronteras frente a la barbarie esp.
El autor, sí,
mantuvo esa opinión en otros textos o, incluso, en su correspondencia.
No obstante, sorprende la identificación de esa opinión con su gran
novela. Anyway. Torra ha sido el capo del Museu del Born, un
centro de interpretación, desde el que emitió, quizás sin saberlo,
guerras culturales, al estilo Republican Party, tan celebradas entre la
afición ultra-sur. También fue, brevemente, presi de Òmnium, del que
salió antes de que abriera mucho más la boca.
Autor de una basta y
sólida obra de tuits supremacistas, también ha escrito libros
patrióticos y de memorias. Y textos fabulosos, como uno en el que camina
con otro patriota y, en eso, les supera un grupo de adolescentes que
habla castellano, y el otro patriota habla de "deterioro" –nacional, se
supone– a berridos. Este tipo de catalanismo étnico era minoritario en
los 70's.
Era el practicado por héroes que no hicieron nada durante 40
años de franquismo, y que veían charnegos y bárbaros en cualquier acto
de resistencia. No te digo ya en los actos vitales, como hablar, vivir o
darle un crujo a la vida los sabadetes. La sociedad lo puso en su
lugar, y Pujol lo retiró del mercado no fuera que fastidiara las ventas.
Ahora que somos horizontales como para una boda, y que el eje de la
democracia es la identidad, y no la sociedad, parece haber vuelto de
alguna manera. Parece ser la esencia del procesismo, un sistema
propagandístico esp, tan esp que su originalidad y diferencia debe de
ser un carácter definitivamente no esp.
6- En todo caso, Torra no es candidato por todo eso. Sino a pesar de
eso. En un partido, uno es sus estructuras. Torra carece de ello. Es
decir, está estructuralmente más solo que un higo. El otro factor que ha
contribuido a su título de Mister Candidato es que parece ser que es el
hombre o mujer más fiel a Puigde, capaz de aceptar y ser fiel al
mandato de Puigde.
Mandato de Puigde: calentar el sillón de presi hasta
octubre, momento en el que se podrían volver a convocar elecciones,
coincidiendo, más o menos, con el inicio del juicio al procés por
rebelión y por comer niños crudos, con el que el Gobierno, que en su día
prefirió Código Penal a política, pagaría la campaña electoral del
procesismo. (...)
7- Su candidatura ilustra más cosas. Un procesismo dominado por JxC y,
dentro de ese grupo, por un grupo extraordinaramente minoritario, que
puede hacer lo que quiera. En ese trance, hace lo que sabe. Selección
negativa y triquiñuelas.
8- Es un éxito propagandístico que, por segunda vez, el procesismo cuele
un presi que no ha sido votado en las urnas. Y que, de hecho, ni se le
conocía ni se le esperaba. El éxito no es sólo colar un supremacista
como presi. El éxito es demostrar que esta degradación de la democracia
se cuele como una intensificación de la democracia. No lo es.
Con esta candidatura el procesismo, por otra parte, pasa
definitivamente de ampliar su base. Es, básicamente, la gestión
propagandística del 48%. Para lo que es necesaria la colaboración activa
de ese 48%, supongo. En un sistema propagandístico puede haber
crédulos, pero no hay inocentes. (...)
13- Que Puigde sea el presi equivale a que se montará algo en Bélgica o
Alemania. Se puede hacer sin desobediencia alguna. Sería uno de los ejes
de propaganda. Lo que calentaría el ambiente. Lo que, a su vez,
posibilitaría seguir sin políticas sociales en plena oleada de
austeridad.
14- Reinstaurar instituciones. Es decir, reinstaurar la autonomía. Es
decir, gobernar en una autonomía cutre. Esto, a pesar de tanta
propaganda, va de autonomismo, me temo.
15- "Hacer república", no significa proclamarla. De hecho, la
alocución "hacer república" se parece notoriamente a su versión 0.1: "fer/hacer país", la frase plurisignificativa de Pujol, piedra sobre la que edificó una iglesia. (...)
21- Bueno, me temo que el proyecto Puigde-Torra es eminentemente
propagandístico. En esta ocasión, propaganda sin desobediencia, lo que
requiere un mayor volumen de propaganda. No hay ganas de liarla, me
temo. ERC no está por la labor –pero tampoco lo estaba antes y mira–. Y
nadie quiere ir al trullo.
Es importante señalar que el procesismo
carece de una gran inteligencia colectiva gracias a su selección
negativa. Es decir, en cualquier momento, debido a su sorprendente
sistema de asesoramiento, pueden XXXXX fuera del tiesto. (...)" (Guillem Martínez, CTXT, 12/05/18)
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