8/3/18

Si bien una parte del pueblo catalán –propietarios de tierras del interior, las capas medias y trabajadores con raíces catalanas de generaciones– ha caído en el populismo nacionalista... otra parte importante, esa clase social más baja, olvidada por los políticos y prensa con un contexto cultural más mestizo, los charnegos, ha decidido votar en masa a Ciudadanos, que ha conseguido canalizar el descontento de los excluidos del Procés

"(...) A raíz del 15M producido en 2011 y del cambio de rumbo  con la diada multitudinaria del 11 de septiembre de aquel mismo año, como protesta por los recortes del Estatut d’Autonomia, Artur Mas estratégicamente situó la independencia en el corto plazo. 

Un plan enfocado en borrar las expectativas de cambio de las clases populares movilizadas o simpatizantes con esas acampadas en la Puerta de Sol, rodeando el congreso y el Parlament, buscando sumar en las filas del independentismo a las clases medias catalanas. 

La participación en las elecciones fue aumentando y junto con esto el apoyo a los partidos independentistas, hasta las pasadas elecciones del 21 de diciembre en las que Ciudadanos dio la sorpresa –en realidad muy predecible–. En los cuadros previos podemos ver cómo ha evolucionado el voto y se ha repartido en estos últimos años.

Son tesis similares a las que explica Owen Jones en su detallado análisis de la denostada y criminalizada clase obrera inglesa, los Chavs, donde explica como la clase trabajadora ha sido tratada como etnia blanca y no como clase socioeconómica, un subgrupo marginado en comparación con el Reino Unido de las amplias clases medias;  en Cataluña una buena aproximación al término serían los charnegos

 La identidad charnega es muy habitual en una clase trabajadora catalana fruto de la inmigración en los años de la dictadura proveniente del campo andaluz y de Castilla, siendo castellanohablante en su gran mayoría y con una minoría del 27,8% catalanoparlante en la zona del AMB

Recordemos que es en la zona metropolitana de Barcelona donde se concentra la gran parte de la clase trabajadora catalana y castellanoparlante, en contraposición con el resto de comarcas del interior y norte donde lo habitual es ser catalanoparlante, sumando más de un 60% de la población; a destacar como un logro de la comunidad que un 94,3% de la población entiende la lengua local

Si bien una parte del pueblo catalán –propietarios de tierras del interior, las capas medias y trabajadores con raíces catalanas de generaciones– ha caído en el populismo nacionalista, otra parte importante, esa clase social más baja, olvidada por los políticos y prensa con un contexto cultural más mestizo, ha decidido votar en masa a Ciudadanos, el estandarte de la derecha neoliberal española, con un carácter marcadamente anticatalán y siendo el partido de la oligarquía estatal –el Ibex 35–, con las manos limpias a diferencia de sus homólogos del Partido Popular al no arrastrar un pasado franquista. 

Ha conseguido canalizar el descontento de los excluidos del Procés, así se explica que en los mismos territorios donde Ada Colau ganó la alcaldía hace dos años, son los que hoy votan en naranja, dejando al descubierto las carencias para representar los intereses de la clase trabajadora por parte de los Comunes. (...)"                         (Patricia Castro, Mientras tanto)

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