9/2/18

Informe anual de Reporteros sin Fronteras: los últimos tres meses de 2017 figuran ya entre los más negros de la historia democrática en lo que a la libertad de prensa en Cataluña se refiere... con linchamientos en redes sociales a periodistas por un señalamiento desde el poder

"Si el conflicto que ha enfrentado durante los últimos años a las fuerzas independentistas catalanas con el gobierno central ha ido pasando una lenta pero constante factura al periodismo en la región, los últimos tres meses de 2017 figuran ya entre los más negros de la historia democrática en lo que a la libertad de prensa en Cataluña se refiere. 

La escalada de inigualable tensión vivida desde la proclamación de las llamadas “leyes de desconexión” en el Parlament, los días 6 y 7 de septiembre, hasta la Declaración Unilateral de Independencia, el 28 de octubre y la posterior detención de todo el govern (con la excepción del destituido presidente Carles Puigdemont y de los ex consejeros que permanecen huidos en Bélgica) ha situado a los profesionales de los medios catalanes y enviados a Cataluña ante situaciones tan problemáticas como intolerables.

Ya tras los atentados yihadistas del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils, RSF tuvo que lamentar el linchamiento en las redes sociales sufrido por el director del diario El Periódico, Enric Hernàndez, quien fue objeto, junto al redactor del diario Luis Mauri, de las invectivas del ex consejero de Interior del gobierno autonómico, Quim Forn, y del ex mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, durante la rueda de prensa que ambos convocaron para desmentir una información de El Periódico en la que se afirmaba que la CIA había alertado a los Mossos de un posible ataque yihadista meses antes de que aconteciera.

Como consecuencia de esta información y de las alusiones hechas en la mencionada rueda de prensa a su medio, Enric Hernàndez fue objeto de una avalancha de amenazas y ataques en las redes sociales. 

No era la primera vez ni parece, lamentablemente, que vaya a ser la última, pero sí fue especialmente virulenta y llamativa por un hecho en el que siempre hace hincapié RSF: se extendió por un señalamiento desde el poder.

El fenómeno del “ciberacoso” en el conflicto catalán no es nuevo: Reporteros Sin Fronteras publicó, el pasado 28 de septiembre, un detallado informe sobre las presiones que han sufrido, durante los últimos dos años, los periodistas de medios no alineados editorialmente con el llamado “procés” (independentisa, a favor de la secesión de Cataluña del resto de España). 

En él quedaron patentes los señalamientos realizados por parte del director de Comunicación Exterior de la Generalitat y director de la campaña del partido Junts per Catalunya, así como por otros políticos independentistas. Esta forma de poner al periodista en evidencia y los consiguientes linchamientos en redes sociales han sido una constante en Cataluña, que se ha recrudecido de forma proporcional al conflicto territorial.

A este clima de presiones previo a los acontecimientos de septiembre y octubre se sumaron graves ataques a la libertad de información, como las agresiones a periodistas y reporteros gráficos durante la cobertura del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre. 

Xabi Barrena, también periodista de El Periódico y varios fotógrafos españoles y extranjeros que, como él, cubrían la jornada en el colegio Ramón Llull de Barcelona, fueron agredidos por las fuerzas de seguridad, como lo fue Sofía Cabanes, redactora de Nació Digital en Tierras del Ebro, que grababa cargas policiales en La Rápita, o Jesús Badenes, jefe de Economía del Diari de Girona, que cubría la huelga que se produjo dos días después de la votación. 

Reporteros Sin Fronteras también se hizo eco en su informe de la intimidación que supuso el registro del diario El Vallenc, cuyo director está investigado por imprimir material ilegal para el referéndum, así como la entrega de citaciones judiciales por parte de la policía a los medios Nació Digital, El Nacional.cat, Vilaweb, Racó Català, Llibertat.cat y El Punt Avui.

Lamentablemente, los amedrentamientos a periodistas no solo se han traducido en agresiones físicas, sino en hostigamientos sobre el terreno, que han dificultado extraordinariamente la labor de la prensa. 

 Los casos de insultos y acosos a periodistas de medios españoles y catalanes, de línea independentista y constitucionalista, se han multiplicado durante los meses de septiembre y octubre -hasta tal punto que ha sido difícil realizar un censo pormenorizado- creando una atmósfera irrespirable para la libertad de información en Cataluña. 

Periodistas de todas las cadenas de televisión españolas han sido abucheados e interrumpidos en sus directos al grito de “prensa española, manipuladora”, reporteros de televisiones y emisoras catalanas de radio han sido amenazados también en sus conexiones por ultraderechistas, llegando a causar graves desperfectos en las instalaciones de Catalunya Ràdio

 Rotura de material, desperfectos en unidades móviles y otros vehículos, amenazas, evacuaciones por peligro de enardecimiento de las masas y otras situaciones de riesgo han sido constantes durante los que, sin duda, serán recordados como los dos peores meses para la libertad de información en Cataluña.

Tanto con su informe sobre presiones del poder a periodistas, como con su condena a las agresiones sufridas el 1 de octubre y con un registro de ataques a profesionales lo más detallado posible, Reporteros Sin Fronteras ha tratado de denunciar todos aquellos aspectos que han incidido terriblemente en la libertad de información en Cataluña y reivindicar con rotundidad el lema #RespectPressCAT"                 (Informe Anual 2017 de Reporteros Sin Fronteras. España)

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