"(...) Este es el punto importante del que hay que partir. La exacerbación de
la pasión indentitaria ha sido la gran protagonista de lo ocurrido en
Cataluña.
¿Cómo es posible que la misma persona (Xavi Domenech) que
encabeza una candidatura ganadora en dos ocasiones en unas elecciones
generales, y al que todo el mundo reconoce una gran capacidad, sea la
quinta fuerza en unas autonómicas?
¿Cómo es posible que la candidatura
de la alcaldesa de la ciudad de Barcelona sea también la quinta fuerza
en su propia ciudad? La desigualdad no ha desaparecido, ni la brecha
generacional, ni el precariado, pero cuando los sentimientos ocupan el
primer plano es muy difícil introducir otros elementos en la pugna. (...)
El 15M auspició la aparición de una nueva generación que deseaba
irrumpir con fuerza en el mundo político sin hacerse cargo del pasado,
sin heredar la lógica de los protagonistas de la Transición (...) Pretendía dirigirse a todos los que sufrían la crisis más allá de su
pasado ideológico, o de sus adscripciones político-partidistas.
Lo ocurrido en Cataluña responde a una lógica completamente distinta.
Si en un caso se trata de un proyecto adanista, en otro se trata de
establecer una continuidad con el pasado que dé sentido a las tareas del
presente y a las perspectivas de futuro. No es extraño que, al tratar
de establecer una continuidad entre Felipe IV, Felipe V y Felipe VI, la
irrupción del 15M fuera vista como una perturbación.
Poner el foco en la
Europa del Euro hacía perder el rumbo. Lo importante no era el
neoliberalismo, la globalización sin control o el dominio del Capital
financiero; lo importante era resaltar una y otra vez que el lastre era
España y el sueño ser un nuevo Estado europeo como Austria o como
Dinamarca.
Este esfuerzo por centrar todas las energías en conseguir ser un
nuevo Estado en Europa ha marcado la agenda política en las Diadas
realizadas desde 2012, en el referéndum del 9 de noviembre, en las
elecciones del 27 de septiembre de 2015, y en las elecciones del 21 de
diciembre de 2017. (...)
En mayo de 2014, se producen las elecciones europeas, la irrupción de
PODEMOS, la abdicación del rey Juan Carlos, la dimisión de Rubalcaba y
la confesión de Jordi Pujol sobre una cuenta no declarada en Andorra.
Esta confesión, que afecta a la credibilidad del padre de la patria
catalana, no impide que Artur Mas decida incrementar la pulsión
independentista y proponer un referéndum ilegal el 9 de noviembre de
2014.
Logra una movilización importante de personas que van a alcanzar
una cifra en torno a los dos millones. Dos millones que vuelven a
aparecer en las elecciones de 27 de septiembre de 2015 y en las
elecciones del pasado 21 de diciembre. Estamos ante un movimiento muy
amplio, que ha superado muchas pruebas y que no parece permeable a otras
perspectivas. (...)
Para los nacionalistas catalanes los socialistas son, simple y llanamente, traidores al pueblo de Cataluña. (...)
CIUDADANOS ha sabido movilizar los sentimientos de una identidad
nacional española que se ha visto reconocida, representada, encarnada,
en una candidata joven, atractiva y solvente, que defendía la
combinación de la identidad española con la catalana y la europea, y que
no quería nuevos pasaportes ni nuevas fronteras; era una candidata que
devolvía su orgullo a los “otros catalanes”, a los que viniendo de otras
tierras de España han contribuido decisivamente a la prosperidad de la
sociedad catalana y se han sentido maltratados, despreciados y
vilipendiados por el secesionismo. (...)
CIUDADANOS considera que el origen de todos los problemas vividos en
Cataluña se centra en la dejación de una izquierda acomplejada ante la
hegemonía del nacionalismo. Estamos ante un partido que nace en Cataluña
como crítica al tripartito y como respuesta a lo que consideran
benevolencia, complicidad o traición de los socialistas catalanes.
La otra cara de la moneda son los catalanistas que han optado por el
independentismo. No hay ninguna lógica inexorable que plantee que todo
aquel que apuesta por la lengua y la cultura catalana, que todo aquel
que piense que Cataluña es una Nación por su personalidad histórica debe
dar el paso a afirmar, a postular, a defender, que esa Nación para
poder desarrollarse necesita tener un Estado propio.
La posición
autonomista-posibilista-constitucionalista ha sido hegemónica en
Cataluña durante muchos años. Tanto la antigua CONVERGENCIA, como el
PSC, como el PSUC compartían el modelo en un contexto donde ESQUERRA
REPUBLICANA y el PARTIDO POPULAR eran fuerzas minoritarias. (...)
Hoy, los separatistas son hegemónicos en Cataluña y los separadores
tienen una minoría muy importante en Cataluña, y pueden ser ampliamente
hegemónicos en España si el debate sobre la unidad nacional sigue
centrando los próximos meses y la izquierda no logra hacer creíble un
relato alternativo del pasado y una propuesta creíble de futuro.
Estamos ante un choque entre dos nacionalismos que no tienen
incentivos para llegar a acuerdos. A los dos les conviene seguir
acumulando fuerzas de cara al futuro.
A CIUDADANOS, para disputar el
liderazgo al PARTIDO POPULAR en España; a los independentistas
catalanes, para ir acumulando fuerzas mientras se resuelven los procesos
judiciales y se despeja el tipo de organización política que agrupe sus
ideas de cara al futuro.
Los dos piensan que no es el momento de
negociar ni de ceder, que hay que seguir polarizando para seguir sumando
en cada uno de los bandos, por tanto que hay que seguir cavando
trincheras, considerando y propagando, eso sí, que es el otro el único
responsable de todo lo ocurrido. (...)
3. Qué podemos hacer
Si la polarización ha avanzado y el choque de trenes ya se ha
producido, solo cabe reconocer lo evidente. Todos los que apostamos por
un federalismo plurinacional, pluricultural y por una tercera vía entre
los dos nacionalismos estamos en minoría.(...)
Todo lo ocurrido nos recuerda lo acontecido en el PSC. También en el PSC
una parte importante de los electores se fue a CIUDADANOS en 2015 y no
han vuelto a los socialistas (a pesar de que la brillantez y
contundencia de Borrell ha evitado que la hemorragia sea mayor), y los
que marcharon al independentismo siguen apasionadamente la nueva ruta,
como es el caso de Toni Comín o de Ernest Maragall. (...)
Las izquierdas que quieren ser españolas-europeas y catalanas o si se
prefiere catalanas-europeas y españolas no pueden, o al menos para ser
más modestos, no deben tolerar que su legado republicano y su combate
antifranquista queden olvidados, marginados o tergiversados por este
debate. (...)
Ante los encarcelamientos de los líderes independentistas, estos
supieron articular con gran intensidad muchas protestas en la calle. En
una de ellas María del Mar Bonet recordó la canción que había compuesto
en pleno franquismo “Quien es esta gent que viene de matinada”, pero
no recordó que el motivo de aquella composición era homenajear a
Enrique Ruano, un estudiante madrileño muerto a manos de la policía.
Si
la memoria es tan selectiva como para olvidar un hecho tan
significativo, tan relevante, tan decisivo, no es extraño que muchos
jóvenes catalanes hayan llegado a creer que se trata de un conflicto
entre España y Cataluña, y que no existieron dos Españas. (...)
El profesor dimitido instaba al otro profesor a que no polemizara con
Iceta al que acusaba de incompetente, ignorante, traidor y otras
lindezas; todo era porque Iceta había afirmado que “no quería renunciar a
los poetas españoles como elementos centrales de su cultura”. Uno se
pregunta: ¿Podremos convivir en el mismo Estado, y compartir una
identidad nacional si muchos catalanes no sienten como propios a Machado
o a Cernuda, a Lorca o a Aleixandre? Igual podríamos decir pensando en
Josep Pla o en Salvador Espriu.
Sin esa memoria cultural compartida y compleja no es posible una
convivencia a medio plazo. Esa memoria no se mantiene desde una
perspectiva liberal-cosmopolita ni desde una ciudadanía abstracta.
Necesita de una memoria republicana. Una memoria que sí estaba presente
hace años cuando era inconcebible que en Sabadell un responsable
político propusiera borrar la calle de Antonio Machado. (...)"
(Antonio García Santesmases. Catedrático de Filosofía política y moral de la UNED. Crónica Popular, 26/01/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario