La bandera del flamenquismo de extrema derecha: sobre fiondo amarillo, león erguido mostrando lengua y garras negras. YVES HERMAN REUTERS)
“Queridos amigos catalanes, ¿sabéis que desfiláis bajo
la bandera de las Waffen SS flamencas y sus colaboradores de la Segunda
Guerra Mundial? El león de garras negras. ¿Conocéis a vuestros
aliados?”.
Esta alerta de Eddy en Twitter quizá provoque alguna
reflexión a la honesta gente indepe, de buena fe. Viene a cuento de la
pancarta “Catalans, som el mateix poble!” exhibida por una muy relevante
y nutrida delegación ultra flamenca el pasado jueves día 7 bajo el arco
del Cincuentenario en Bruselas, durante la masiva manifa encabezada por
Carles Puigdemont.
La pancarta reproducía la bandera del flamenquismo
radical: sobre fondo amarillo, agresivo león erguido mostrando lengua y
garras de color negro, a diferencia de la bandera oficial flamenca, en
la que aparecen rojas.
Este flamenquismo se divide en dos ramas. Una es la
Alianza Neoflamenca o NVA, el partido ultraconservador (actualmente el
más votado en Bélgica), de signo xenófobo: partidario de imponer el
neerlandés como única lengua de relación con la Administración y de
condicionar el acceso a las viviendas protegidas al conocimiento del
idioma.
Fue fundado en 2001 como rama escindida del Volksunie. Disfraza
su ultraderechismo con el apoyo al matrimonio gay, las energías
renovables y el transporte público.
El otro es todavía peor, el Vlaams Belang (Interés
Flamenco), la refundación del Vlaams Blok (también heredero del
Volksunie), que en 2004 fue prohibido por los jueces dada su homofobia,
racismo y xenofobia. Es el parafascismo separatista.
La raíz de este flamenquismo ultra y del Volksunie es
la Unión Nacional Flamenca (Vlaams Nationaal Verbond), fundada en 1933
por Stefan de Clercq, “el Líder”, pariente pronazi del rexismo valón de
Léon Degrelle.
Este movimiento buscaba la independencia y posterior
unificación de Flandes con Holanda bajo los auspicios del III Reich;
colaboró con las fuerzas de ocupación nacionalsocialistas; envió una
unidad militar (10.000 soldados) semejante a la División Azul para
ayudar a Adolf Hitler; y contribuyó eficazmente al pogrom judío de
Amberes en abril de 1941, al Holocausto.
Usaba el león erguido con garras negras, sobre fondo amarillo." (Xavier Vidal-Floch, El País, 11/12/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario