25/9/17

Sindicalistas históricos presentan un manifiesto contra el referéndum del 1-O y a favor de la unidad de la clase trabajadora

 Manifiesto 21S por la unidad y la solidaridad


Las personas firmantes de este manifiesto hacemos un llamamiento a la sociedad catalana desde el mundo del trabajo de Catalunya ante la situación a la que nos han llevado el Gobierno de España y el Govern de Catalunya, con políticas que se alimentan mutuamente y que han desplazado del eje del debate social los problemas fundamentales de las condiciones de trabajo y de vida, de las formas de desarrollo económico y social necesarias para garantizar el progreso presente y futuro.

La independencia de Catalunya debilitaría gravemente la cohesión y la fuerza de la clase trabajadora en un momento histórico decisivo, con los desafíos de fondo de cómo revertir y superar los impactos brutales de la crisis, de las reformas laborales, de la desigualdad social cada vez más aguda, de la hegemonía de un capitalismo improductivo y especulativo, de la amenaza estructural sobre el Estado de Bienestar.

Crearía una situación en Catalunya que podría comprometer la integración social actual, conseguida a lo largo de muchos años y de muchas luchas desarrolladas conjuntamente y podría crear graves problemas a la relación de Catalunya con el resto de España.

Comprometería también el desafío de culminar el proyecto histórico de Unión Europea con la Europa Social, Solidaria y Federal, de enfrentar los retos formidables de los procesos en curso de robotización y digitalización con garantías de éxito para el Trabajo y la Cohesión Social.

Debilitaría la lucha necesaria para reconducir el debate y la acción sindical y sociopolítica al terreno de los problemas reales y apremiantes para millones de ciudadanos y ciudadanas especialmente golpeados por la crisis y por la gestión de la misma por los sectores políticos y sociales dominantes: el desempleo, la precariedad y los salarios de pobreza, la corrupción y la evasión fiscal, el deterioro de servicios y bienes sociales imprescindibles como la vivienda, la educación, la sanidad, la dependencia, la crisis alimentaria y energética, … Sólo planteando la respuesta a esta problemática desde los intereses y reivindicaciones de la clase trabajadora podremos abordar adecuadamente el necesario proyecto de futuro español de convivencia.

Este pronunciamiento lo hacemos profundamente convencidos de los estrechos lazos de clase trabajadora de Catalunya con la del conjunto de España, lazos que resultan tanto de la propia composición de la primera, con migraciones desde el conjunto del Estado, como de la historia común en la que, por remitirnos sólo al último siglo, hemos luchado juntos en defensa de la República frente al golpe fascista del 18 de julio de 1936, por las libertades contra la dictadura franquista, por la construcción de la democracia y la dignidad del trabajo en fábricas, talleres y oficinas, en la industria, los servicios y el campo.

La identidad de clase así construida frente a la política de la derecha española aliada con la derecha nacionalista catalana, nos posibilita y exige hacer frente a proyectos identitarios de división. Sabemos, además, porque lo hemos experimentado demasiadas veces, cómo la división nos debilita y preside nuestras derrotas de clase.

Estamos convencidos de que es preciso salir de la actual confusión mediante un procedimiento con plenas garantías democráticas que supere el actual bloqueo y permita actualizar nuestro ordenamiento jurídico acometiendo reformas estructurales, territoriales y de distribución de competencias que satisfagan las aspiraciones y deseos legítimos de la ciudadanía. Y al mismo tiempo y con ello proseguir juntos las próximas batallas por un proyecto común de progreso de todos los ciudadanos españoles, integradas en la más global por una Europa y un mundo sostenibles. Es éste un escenario en el que la fragmentación de España sólo nos debilitaría.

Consideramos que es necesario un efectivo proceso democrático de participación también en la negociación de las consecuencias sociales, políticas y eventualmente legislativas de su resultado, evitando toda tentación de unilateralidad. Una negociación en la que consideramos necesario que se exprese de nuevo la unidad y solidaridad de la clase trabajadora del conjunto de España.

Sabemos que hay diversidad de ideas acerca de cómo intervenir en ese proceso democrático: unos, defendiendo la consulta; otros por otros medios, también constitucionales. En todo caso, ahora lo fundamental es la unidad en esa diversidad en torno a nuestro común rechazo de la independencia y del 1-O.

Por todo ello nuestro pronunciamiento para desbloquear la crisis política provocada en Catalunya va acompañado de la convicción de que hay que volver a situar, en el eje de la acción social y política, propuestas de acción colectiva para acabar con políticas que amparan la corrupción en Catalunya y en toda España, para la profundización de los derechos civiles, para la dignidad del trabajo, y, en la inmediatez, para que la salida de la crisis sea verdad para toda la ciudadanía. Para avanzar en conquistas sociales y democráticas."              (  manifiesto 21S.)

"Un grupo de históricos sindicalistas ha presentado este jueves en Barcelona un manifiesto en contra del referéndum del 1 de octubre y a favor de la unidad de la clase trabajadora de toda España. 

Su principal impulsor, José Luis López Bulla, exsecretario general de CC.OO en Cataluña, cargó tanto contra el gobierno de Carles Puigdemont como contra el de Mariano Rajoy

 Del referéndum, insistió en que era “ilegal y sin garantías”. Y de las detenciones de cargos de la Generalitat, que serán “una forma de hacer más independentistas”.

Los promotores del manifiesto son doce sindicalistas históricos de CC.OO y UGT entre los que, además de López Bulla, se encuentran Josep Maria Rañé (exdirigente de UGT y exconsejero de Trabajo de la Generalitat con el tripartito), Isabel López Chamosa (exdirigente de UGT y exdiputada del PSC) e Isidor Boix (sindicalista de CC.OO). Junto con el periodista y activista de izquierdas José Luis Atienza fueron los encargados de presentar el manifiesto.

Rañé subrayó que oponerse al 1-O es dar “un sí a la unidad de los trabajadores de toda España”. Como todos los promotores tienen una cierta edad, confesó sentirse orgulloso de que les digan que son “la generación del régimen del 78”.

 Precisamente, indicó que “en 1978 Cataluña ya se autodeterminó”. Recalcó que decir no a la independencia catalana no es inmovilismo, sino una apuesta por “un proyecto de cambio progresista”. Dejó claro que si este 1 de octubre alguien pone las urnas, que no cuenten con su voto.

En opinión de López Chamosa, “un trabajador no puede ser nacionalista ni independentista, tiene que ser internacionalista”. Es la actual presidenta de la Fundació Maria Aurèlia Capmany y durante cinco legislaturas ocupó un escaño en el Congreso de los Diputados por el PSC, aunque en este acto se autopresentó únicamente como extrabajadora del  textil.

Bloqueo político

Isidor Boix abogó por desbloquear la situación política. Para ello, este veterano sindicalista indicó que era necesario un nuevo gobierno en Cataluña y también en España, “donde no estén ni los del Palau de la Música ni los de Gürtel”. (...)

El manifiesto se presentó en las Cotxeres de Sants ante más de 500 personas. En primera fila estaba el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, y sus dos antecesores: Pere Navarro y José Montilla, que también fue presidente de la Generalitat. Entre el público abundaban los históricos del socialismo catalán, como Josep Maria Sala, y las nuevas generaciones, como Ferran Pedret, portavoz adjunto del PSC en el parlamento catalán.

En cambio, en la presentación no estaban los líderes de CC.OO ni los de UGT (...)"            (Economía Digital, 22/09/17)

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