"El anuncio por el gobierno de la Generalitat de la convocatoria de un
referéndum para decidir la independencia de Catalunya el 1 de octubre
ha abierto de nuevo, con especial intensidad, el debate sobre el
conflicto entre Cataluña y el Estado español, y de las soluciones y
alternativas en un nuevo contexto político determinado por la renuncia
de soberanía de los respectivos gobiernos, de España y Cataluña, tras la
integración en la Unión Europea y la aceptación de la moneda única.
Llama
la atención, que el Partido Popular y PDCat (antigua CDC) partidos
políticos que polarizan y hegemonizan a través del control de los medios
de comunicación dicho conflicto, estén gravemente implicados en los
episodios de corrupción sistémica ampliamente conocidos.
La utilización
de este conflicto, para tapar sus respectivas miserias, y obtener
réditos políticos se hace cada vez más evidente. En realidad, más allá
de la manipulación de las emociones entre sus respectivos electorados,
es más lo que les une que lo que les separa.
Ambos partidos son
defensores del capitalismo, en su versión neoliberal más antisocial.
Donde gobiernan han aplicado brutales recortes en los derechos sociales
básicos en salud, educación y protección social, son campeones de las
privatizaciones, de la destrucción de empleo y recorte de los salarios y
de los derechos laborales.
Recordemos, que el grupo parlamentario de
CiU (ahora PDCat) votó en el Congreso de diputados a favor de la reforma
laboral y de la ley orgánica de estabilidad presupuestaria (de carácter
recentralizante) promovidas por el gobierno del Partido Popular.
¿Porqué extrañarse de la abstención del PDCat en la moción de censura
contra el gobierno de Mariano Rajoy presentada recientemente por Unidos
Podemos?
La ciudadanía de Cataluña se encuentra ante una grave
manipulación de sus sentimientos y legítimas aspiraciones a una sociedad
más justa, igualitaria y democrática. El derecho democrático a decidir
exige una primera condición, el desarrollo de un debate democrático con
plenas garantías y respeto a la pluralidad de posiciones que existen en
la sociedad catalana, sobre el contenido real y las consecuencias de las
opciones que se someten a decisión, Si o NO, a la Independencia de
Cataluña.
El monopolio del control de los medios de comunicación en
Cataluña por el PDCat y el gobierno de Junts pel Si, no garantizan el
debate democrático. En la vida cuotidiana se asiste al discurso único
proindependentista en dichos medios, o las tertulias donde tienen cancha
de modo preferente los defensores de la independencia o del unionismo
más rancio para reforzar la reacción victimista y proindependentista
entre las audiencias.
Los diagnósticos, propuestas y alternativas de los
defensores del Federalismo Democrático no tienen voz ni visibilidad,
cuando representan una gran parte de la ciudadanía en Cataluña.
También
se hurta el debate sobre la estrategia más razonable y eficaz para
superar el bloqueo político impuesto por el gobierno del Partido
Popular, que impiden avanzar en los cambios políticos necesarios y
superar, a través de un Proceso Constituyente, la Constitución obsoleta
de 1978, desnaturalizada tras la imposición sin consulta popular del
artº 135 que subordina los derechos de la ciudadanía al pago de la deuda
y los objetivos de déficit público impuestos por Bruselas y Berlín.
En
el choque de trenes al que nos aboca irresponsablemente los gobiernos
del PP y de Junts pel Sí, el gobierno del Estado tiene los medios, los
recursos y la fuerza para vencer. Pero ganará dejando un escenario
político de intenso victimismo y frustración. Solo aplazará hacia el
futuro el necesario encaje de Cataluña en España a través de vías
democráticas y libre adhesión a un proyecto federal.
Mientras tanto, los
riesgos de fractura social, de encono del odio entre quienes sienten y
opinan diferente, puede tener efectos negativos sobre la unidad de las
clases populares, ante lo cual apelamos a los movimientos sociales a no
dejarse dividir por dicho conflicto. No permitamos a los bancos,
multinacionales, empresarios y ricos en ambas riberas del Ebro celebrar
el debilitamiento de los movimientos populares y de la clase
trabajadora.
La Xarxa Socialismo 21 llamamos a la ciudadanía, a
los movimientos sociales, a las fuerzas políticas de la izquierda
transformadora, republicana e internacionalista, a abordar el debate de
fondo que intentan sustraer las fuerzas conservadoras nacionalistas de
España y Cataluña.
El incremento del sentimiento independentista en
Cataluña es el resultado de la crisis del capitalismo y de las brutales
políticas austericidas impuestas por Bruselas y Berlín, como
consecuencia de la renuncia de soberanía de España y Cataluña en la
integración en la Unión Europea y en la moneda única. Es necesario decir
la verdad a la ciudadanía: No es posible una independencia real de
Cataluña y España en la Unión Europea.
Para salir de la larga
crisis impuesta por el capitalismo, recuperar los derechos sociales y
laborales, conseguir el pleno empleo con trabajo y salarios dignos,
redistribuir la riqueza para superar la pobreza que golpea a millones de
personas en Cataluña y España, combatir la desigualdad y abrir un
proceso constituyente para construir una democracia real, es necesario
Recuperar la Soberanía Popular y los instrumentos económicos que la
garantizan tanto en España, como en Cataluña, lo cual exige la
desconexión con la Unión Europea y sus tratados esclavizantes, y salir
del euro.
Recuperar la soberanía popular solo será posible
mediante la construcción de una alianza de pueblos, de las clases
populares y de la clase trabajadora en el conjunto de España y Cataluña.
Para
avanzar hacia ese objetivo es necesario echar al gobierno del Partido
Popular y construir un gobierno del cambio real, que derogue las
reformas laborales, de pensiones y la ley mordaza, que revierta las
privatizaciones, y que abra el camino hacia un Proceso Constituyente que
permita construir una sociedad democrática de verdad, participativa, y
que dé una solución democrática al conflicto nacional a través de una
República Federal democrática de libre adhesión.
Esta es la única
vía real y efectiva para el cambio y una solución democrática al
conflicto entre Cataluña y España. El referéndum anunciado por Junts pel
Si para el 1 de octubre, es un error estratégico y está condenado al
fracaso, no tiene fuerza vinculante, no cuenta con el mínimo
reconocimiento internacional y no cumple las condiciones de la Comisión
de Venecia, solo servirá para alimentar el discurso independentista ante
las próximas elecciones autonómicas.
Esta convocatoria, en el
mejor de los casos, solo será un ejercicio de movilización del sector de
la población que apuesta por la independencia. Respetamos a la
ciudadanía que participe en dicha consulta, y condenamos de antemano
todas las acciones coercitivas del aparato del estado. Pero desde ya, y
con más razón desde el 2 de octubre, les proponemos abrir el debate y la
reflexión para encontrar junto a los amplios sectores de la ciudadanía
de Cataluña que defienden el federalismo democrático un punto de
encuentro para avanzar en la alianza de pueblos que nos permita
recuperar conjuntamente la Soberanía Popular que los gobiernos de España
y Cataluña traicionaron y vendieron a Bruselas y Berlín, impulsar un
cambio real en España que abra la oportunidad para un proceso
constituyente, construir una economía que garantice los derechos
sociales y laborales, justa, solidaria, igualitaria, ecológicamente
sostenible, superadora del capitalismo, y encontrar una solución pactada
y democrática al conflicto entre Cataluña y España.
Es necesaria,
más que nunca, una estrategia que nos permita vencer y conquistar la
emancipación real de los pueblos y clases populares.
Barcelona, 1 de julio 2017
Xarxa Socialisme 21" (Socialismo21, 02/07/17)
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